- Cómo que... ¡Cómo te atreves!- la sannin se sorprendió por el tono de voz de la chica, que había sonado arrogante y despiadado- ¡Estás desafiándome! A mi y a...- pero se calló al instante, Hadda había serrado los ojos.
- No estoy desafiando a nadie, solo estoy...- abrió los ojos de nuevo y la miró fijamente, aún con el Jigokume activado, pero ahora con la mirada digna de un demonio- estoy diciendo la verdad.
Todos se quedaron en silencio un largo rato, Hadda aún tenía en sus manos el pergamino y miraba fijo a Keiichiro, la cual no apartaba la vista de la nota y seguía con las manos tapándole la boca. Kaichi, por su parte, se limitaba a observar a las dos kunoichis, esperando a que laguna de las dos dijera o hiciera algo. Conocía a Hadda, sabía que no daba brazo a torcer y muchas veces su mirada podía decir perfectamente “No me contradigas”, y eso era precisamente lo que intentaba decirle a Keiichiro en ese momento. Tosió, simplemente para romper el silencio, luego dijo con tranquilidad:
- Keiichiro-sama, en fin, ¿cuál es la misión?
- La misión- la HiKokuo lo miró- es proteger a Toki, día y noche, sin descanso y sin que él se de cuenta. Caelum Sanguis puede atacar en cualquier momento, debemos tener la guardia en alto permanentemente- suspiró profundamente y se levantó-. Pueden irse, en cuanto Toki regrese comienza la misión.
Kaichi asintió y ambos jóvenes caminaron hacia la puerta, pero cuando el chico tomó el picaporte, la sannin agregó:
- Hadda quédate un momento más por favor.
El chico miró a la kunoichi y sólo abrió la puerta y se marchó cuando ésta le asintió.
Una hora más tarde, Toki y Mey volvían a la aldea caminando, cuando de la nada una flecha atravesó el aire, le rozó peligrosamente el flequillo a Mey y se clavó en un árbol.
- Que... ¿Qué fue eso?
- Una flecha- contestó Toki tomando su kunai.
- Me refiero a...- pero la chica no terminó la frase, se acercó a la flecha y la desclavó, luego de analizar su punta simplemente dijo- Serpientes.
- ¡Qué!
- Eres muy lista jovencita- dijo una voz a sus espaldas.
Ambos miraron a quien les había hablado: era un hombre alto, flaco, pelirrojo y de ojos marrones, llevaba una túnica negra y roja y colgando de su espalda un arco y flechas, en su cintura llevaba una katana sin funda y, al parecer, bastante afilada.
- ¿Qué quieres Serpiente?- le preguntó Toki mostrándole sus colmillos.
- ¡Oh, solo una cosa... a ti!- contestó el samurai señalándolo con un puntiagudo dedo- Vendrás con migo, jinyuriki.
- “¿Jinyuriki? Acaso el...”- pensó Mey, mirando a Toki- “¿Sería posible que esa Serpiente supiera lo que Toki tiene dentro de él?”
- ¡¿De qué estás hablando?! Aléjate de mi sucia Serpiente.
- No te hagas el idiota Yamazaki Toki. Vendrás con migo, pertenecerás a Caelum Sanguis o tu aldea se convertirá en polvo.
- ¡Caelum Sanguis! Entonces por eso llevas esa túnica, tu perteneces a Caelum Sanguis.
El samurai sonrió malignamente, mientras que Toki miró a su amiga.
- ¿Es la organización a la que pertenece Shusei Heian?
Mey asintió mientras se ponía sus guantes ninja, era obvio que no podían irse sin luchar. Toki, entonces, le gritó a la Serpiente:
- ¡No voy a entregarme sin luchar!
- Tú te lo pediste jinyuriki.
El samurai tomó el mango de su katana, pero antes de que alguien pudiera hacer algo, una enorme nube de humo inundó el camino y, cuando se dispersó, un enorme sapo de las montañas con un viejo shinobi en su lomo apareció entre los dos chicos y la Serpiente.
- ¡Viejo Sannin!
- ¡Tsutomu-sama!
- ¡No se preocupen, el divino ninja de cabello blanco, el gran Tsutomu está aquí!
- ¿Divino ninja? ¡A quién quieres engañar viejo pervertido!- dijeron los dos jóvenes al unísono.
- Jeje bueno, bueno... - contestó Tsutomu rascándose la cabeza culpablemente, pero luego se puso serio y agregó- Mey, Toki, vuelvan a la aldea, yo me ocupo de esta serpiente de pantano.
- ¡Si!- respondieron ambos y partieron hacia la aldea.
Cuando se perdieron de vista el sannin miró al samurai, se bajó del sapo y le dijo:
- Deja en paz al chico Yorou y dile a Shinji que deje de hurgar en la Aldea del Fuego, ¿si?
- Pero si es el viejo Tsutomu... veo que te has enterado de que pertenezco a Caelum Sanguis.
- Bueno, que puedo decir, me mantengo informado.
- Si, eso supongo... Ahora apártate viejo, Yamazaki es mi objetivo.
- No llegarás a Toki sin pasar por mi.
- Apártate si no quieres morir- amenazó el samurai tomando su katana.
- ¡Ja! Soy un sannin, no me vencerás tan fácilmente; además la muerte sería un buen y merecido descanso para mi.
- Eres un idiota viejo. Primero morirás tú y si la Aldea no entrega a Yamazaki todos morirán, la Aldea del Fuego se reducirá a escombros en manos de Caelum Sanguis.
- Vaya, vaya, parece que Shinji terminó de lavarte el poco cerebro que te quedaba. Deja de hablar de la organización como si fueras miembro de ella, solo eres un títere, un chivo expiatorio. Los verdaderos miembros de Caelum Sanguis son ninjas criminales de rango A ROJO. Así que quítate esa túnica y márchate con las demás Serpientes.
- Deja de decir tonterías viejo y pelea.
- Bien, como digas. Pero no digas que no te lo advertí.
El sannin y el samurai comenzaron a luchar. Mientras tanto, Mey y Toki entraban corriendo al edificio del Kokuo, pero antes de llegar a la oficina, chocaron con Hadda.
- ¡Mey, Toki, ya volvieron!
- ¡¿Hadda, Keiichiro-sama está en su oficina?!- le preguntó Toki tomándola de los hombros.
- Hem si, ¿Por qué?
- Una Serpiente que pertenece a Caelum Sanguis nos atacó por el camino, ahora Tsutomu-sama está peleando contra él- explicó Mey.
- ¡¡Caelum Sanguis!! ¡NO!- la chica Salió corriendo inmediatamente hacia la oficina de la HiKokuo, dejando a los dos chicos boquiabiertos, que luego la siguieron- “No puede ser, ya comenzaron a actuar... aunque si mandaron a un samurai solo debe ser para distraernos, como sea, hay que tener la guardia en alto...”
Cáp. 4: El poder del zorro.
Quién necesita armas cuando tenemos palabras? Las palabras son las mejores armas del mundo, el mejor transporte, las que pueden hacer los sueños realidad... Las palabras quedan gravadas, penetran, crean... Las palabras son como el fuego, aliméntalas de forma adecuada y perdurarán, olvídalas, y aún así dejarán cenizas...
10 dic 2008
2 dic 2008
Cronicas de una Traidora. cap 3: la amenaza
En el capitulo anterior:
- El Jigokume solo se presenta en algunos miembros y el Oniroku Jigokume solo en los más poderosos, lo se. Pero por eso mismo he venido, para recordarte que no eres una simple Heian, eres una potter. Tu sangre es más pura que la de los Heian, es más pura que la de Sasuke e incluso más pura que la mía.
- Tus ojos pueden convertirte en leyenda también...
- ¿Y si yo no quiero convertirme en una leyenda como tú dices?
- Pero es tu destino.
Cáp. 3: La amenaza.
Al día siguiente salió del hospital, sus tres aprendices la esperaban en el vestíbulo; cuando la vieron, Takeshi y Akiko se abalanzaron sobre ella y la azotaron con preguntas que de seguro le costaría responder:
- Hadda-sensei, ¿es cierto que dejará de entrenarnos?
- ¿La reemplazarán?
- ¿Quién continuará nuestro entrenamiento?
- ¿Por qué se va?
- Takeshi, Akiko, cálmense. Todo a su tiempo chicos... lo que pasa es que tengo una importante misión y como es muy peligrosa- Takeshi abrió al boca para reprochar, por lo que Hadda se apresuró a añadir- y solo para Kyosho s, tendrán una nueva sentir hasta que ni misión termine.
- ¿Una nueva sensei, quién será?
- Hinata Kamakura, la tía de Kaori. Anoche le expliqué más o menos en qué consistía su entrenamiento, por lo que hoy estará con nosotros, para que ustedes se acostumbren a ella y ella a ustedes.
Los dos chicos estaban a punto de abrir la boca, pero entonces hinata, una chica tímida de cabello negro azulado y, como todo miembro del Clan Kamakura, ojos verde jade, se acercó a ellos luego de saludar a Kaori.
- Hola chicos- saludó la joven con su vocecita tímida.
- Hola hinata-sensei- saludaron Akiko y Takeshi a coro.
- Hola hinata. Bueno chicos, porque no vamos, hoy tenemos que empezar a entrenar su control de Aura y por eso hinata está aquí hoy.
- Porque hinata-sensei y no otro Kyosho , si todos saben controlar su Aura a la perfección- preguntó Akiko.
- Porque los miembros del Clan Kamakura son los ninjas del Fuego con mayor control de Aura y además ustedes deben entrenar su taijutsu y en eso hinata es muy buena.
- Es muy buena en el estilo Kamakura- dijo Kaori- que hay con ellos dos, no podrán utilizar nunca ese estilo, tal vez aprenderlo, pero no usarlo.
- Hadda y yo ya pensamos en eso Kaori-chan, decidimos que kiba-san los ayudará.
- Bien, bien, vasta de charla, les explicaré todo durante la tarde, si. Ahora vamos.
Durante todo el día los tres Deshi entrenaron su Aura con el ejercicio de escalar árboles. Akiko era la que mejor control tenía, mientras que Takeshi y Kaori estaban parejos. Hinata se sorprendió con este resultado, ya que suponía que Kaori podría superar a los otros, pero entonces Hadda le recordó el sello que poseía el chico y la importancia del entrenamiento de Aura al estilo Kamakura que él necesitaba.
Cerca de las seis de la tarde, el entrenamiento terminó y los tres chicos se dirigieron a sus casas; Hadda, por el contrario, se dirigió a la oficina de Keiichiro para que le comunicara de una vez por todas en qué consistía la tan importante misión. Cuando abrió la puerta del despacho de la HiKokuo no se sorprendió al ver que Kaichi ya estaba allí y que su padre aún no había llegado.
- Ya era hora Hadda. Bueno chicos, Kazuo ya conoce la situación, así que ahora debo explicársela a ustedes- dijo Keiichiro de inmediato.
- ¿Situación?- se extrañó Kaichi.
- Creí que era una misión.
- Es algo así como una misión, pero... bueno, escuchen con atención- la HiKokuo se aclaró la garganta y continuó-. Cómo todos sabemos, en el interior de Toki existe un enorme poder y un terrible demonio, kyuubi no youko, que fue sellado en él por el cuarto HiKokuo, el padre de Toki, Hisoka Yamazaki. También saben a la perfección que una organización de asesinos renegados de sus aldeas ninjas busca a los bijuus y su poder y que hace catorce años capturaron al SabakunoKokuo y casi capturan a Toki- tanto Kaichi como Hadda asintieron, los dos habían participado en el intento de rescate del SabakunoKokuo, Gaara, en aquel momento un chico de quince años-. Bien, parece que Caelum Sanguis[1] no se da por vencida, porque enviaron esta nota- les mostró un pergamino- y no fue de la forma más normal- hizo una pausa, cerró los ojos, suspiró y luego siguió- enviaron la nota con la moribunda Jinyuriki del cuarto bijuu.
Ambos chicos se quedaron anonadados, conocían a la cuarta jinyuriki, era el Kokuo de la Aldea de la Luna, una ninja muy poderosa, capaz de derrotar a los mejores miembros de SSEG[2] del Fuego. El solo hecho de pensar en que habían vencido a esa joven y poderosísima kunoichi les daba escalofríos; pero Hadda conocía a la perfección de lo que era capaz Caelum Sanguis, Shusei pertenecía a esa organización y sabía que todos sus miembros eran muy poderosos.
- ¿Le extrajeron el bijuu?- preguntó Hadda, aunque sabía de antemano la respuesta.
- Si, intenté curarla, pero...- Keiichiro bajó la mirada y miró sus manos. La situación le había recordado cuando, muchos años atrás, había intentado parar la hemorragia que se llevó la vida de su novio. Aunque esta vez no había heridas superficiales, su amiga y aliada había muerto en sus brazos. Al notar la mirada de la HiKokuo Hadda decidió interrumpir el incómodo silencio.
- ¡¿Qué decía la nota?!
Keiichiro la miró, le agradaba Hadda, sabía ver las emociones de las personas con solo echar un vistazo a los ojos y siempre tenía la frase o palabra adecuada para cada situación. Eso era algo que siempre le había gustado, tanto de la joven como de su madre, Jaina. La sonrió suavemente y continuó:
- La nota- abrió el pergamino y se los mostró, estaba escrito, misteriosamente, en dos idiomas: japonés (kanjis) y español- dice, más o menos, porque no se leer español, que quieren que les entreguemos voluntariamente a Toki o la Aldea y nuestros aliados sufrirán las consecuencias.
- ¿Eso dice? Es raro, no es el estilo de Caelum Sanguis enviar notas amenazadoras... ¿Me deja ver la nota?
Keiichiro le entregó el pergamino a Hadda, reconoció de inmediato la caligrafía de Shusei, tanto en el español como en el japonés. Eso era aún más extraño, ¿por qué Shinji, el líder de Caelum Sanguis, haría escribir a Shusei una nota casi sin sentido? ¿Y por qué éste la había escrito en español, sabiendo que muy pocos conocen ese idioma en la Aldea? ¿Acaso había un mensaje escondido en el pergamino? ¿Y si lo había, a quién estaba dirigido? Se quedó un largo rato mirando el papel. Keiichiro tenía razón, el texto en japonés decía que debían entregar a Toki o sufrirían las consecuencias, pero el texto en español no tenía mucho sentido, era como si le faltaran palabras, silabas... entonces lo comprendió: el pergamino lo había escrito Shusei, porque Shinji quería dejar un mensaje oculto y eso era la fortaleza del Heian. Pero debía asegurarse de que el pergamino llegara a las manos de quien debía llegar, ella, Hadda, era la destinataria del mensaje y la única forma de hacer que Keiichiro le diera la nota era escribiéndola en un idioma que ella y solo ella entendiera a la perfección en toda la aldea y que le había enseñado a su primo y maestro. Pero Shusei no se había limitado al idioma, sino también a la forma de escritura, las palabras y sílabas faltantes debían estar escritas con Aura, para que solo un poseedor del Jigokume las viera. Hadda sonrió, activó su Jigokume por primera vez en mucho tiempo y leyó el pergamino completo:
- “Keiichiro, quinta HiKokuo, sannin de la Aldea del Fuego, este mensaje será entregado a usted por cortesía de May Itsuja, la cuarta TsuchiKokuo de la Aldea de la Luna, que nos ha sabido enfrentar -y casi vencer- sin dañar a su propia aldea. Lamentablemente para ella, nuestras técnicas fueron más poderosas que las suyas, por lo que fue secuestrada y traída a nuestra guarida en donde le extrajimos al yombi[3], Sokou, el bijuu de cuatro colas, poseedor del poder de los venenos que ahora pertenece a nuestra colección”- Hadda levantó la vista, Keiichiro tenía las manos unidas tapándole la boca, con los codos apoyados en la mesa, escuchaba seria y atentamente. Kaichi tenía la mirada perdida en el suelo, escuchaba con atención y ni siquiera parpadeaba-. “Como bien saben, porque tenemos entendido que han tenido un informador por mucho tiempo -y de seguro aún lo tienen-, nosotros, Caelum Sanguis, somos una organización de ninjas que solo queremos una cosa: el poder de los bijuus. Pero nos será imposible conseguirlo ya que le noveno demonio, el kyuubi[4], Kyuubi no Youko, permanece escondido en su aldea”- hizo una pausa-. Aquí empieza la parte en japonés- miró a Keiichiro, ésta asintió y siguió leyendo-. “Solo lo diremos una vez: entréguennos a Toki Yamazaki, el jinyuriki del kyuubi o sino pagarán su estupidez con la sangre de todos sus ninjas, con el llanto de todos sus niños, con el grito de todas sus mujeres, con la destrucción total de su Aldea. No pueden pensarlo, no pueden analizarlo, porque esto no es una advertencia, es una amenaza. Quizás piensen que sólo somos nueve, que no podremos hacer nada contra una aldea entera, pero no es así: somos mucho más que nueve poderosos ninjas, tenemos aliados dentro y fuera de sus muros, tenemos conocimientos de técnicas que ustedes ni siquiera imaginan, tenemos el poder de 7 de los nueve bijuus y podemos utilizarlos si así lo deseamos...”- Hadda dejó de leer, tragó saliva y, mirando a los otros dos dijo- Creo que no puede ser más explícito, si no tienen el poder de Toki, nos harán polvo a sus pies.
- No temas, sigue leyendo- ordenó fríamente Keiichiro.
Hadda ya había leído lo que seguía, estaba escrito en español, a tinta y a Aura. Pero ella no quería saber nada, comenzaron a temblarle las manos cuando bajó la vista de nuevo. Temblorosa y con voz quebradiza siguió el leyendo el idioma con que se había criado:
- “Si no se atreven a arriesgar la seguridad de su Aldea y son tan cobardes como para no entregar a Yamazaki, deben saber que hay otra opción- tragó saliva-. Esto va dirigido especialmente a ti Gintama Hadda, entrega tu propio poder, entrégate a Caelum Sanguis, no como victima, sino como sierva. Tú sabes mejor que nadie que muchas veces te hice esta propuesta: únete a Caelum Sanguis y podrás salvar a tu amigo y a tu aldea; pero jamás diste una buena respuesta, jamás dijiste SI, pero tampoco diste un NO rotundo. Sabes que tienes el potencial suficiente como para estar ente nosotros, sabes que tu sangre Heian te hace superior a todos los demás, sabes que eres perfectamente capaz de...- no dijo nada más, era suficiente, Shusei en verdad se había pasado, no permitiría que nadie escuchara una palabra más de lo escrito en el pergamino.
- ¿Eres capaz de que Hadda? Continúa leyendo.
- No.
- No fue una opción, fue una orden- la voz de Keiichiro fue firme y mandona.
- Ha...- la chica comenzó a temblar, tragó saliva, pero luego endureció la mirada y miró fijo a la HiKokuo, sus ojos rojos brillaban con la intensidad de las llamas de fuego y sus pupilas deformadas eran tan negras y profundas como una noche sin Luna ni estrellas- Soy capaz de derrotar a los tres sannins del Fuego con solo un suspiro.
....continuará...
[1] Caelum Sanguis: Del latín. cielo sangriento.
[2] SSEG: Shinobis y Samuráis de Elite Guardianes.
[3] Del japonés. Yom: cuatro. Bi: cola
[4] Del japonés. Kyuu: nueve.
- El Jigokume solo se presenta en algunos miembros y el Oniroku Jigokume solo en los más poderosos, lo se. Pero por eso mismo he venido, para recordarte que no eres una simple Heian, eres una potter. Tu sangre es más pura que la de los Heian, es más pura que la de Sasuke e incluso más pura que la mía.
- Tus ojos pueden convertirte en leyenda también...
- ¿Y si yo no quiero convertirme en una leyenda como tú dices?
- Pero es tu destino.
Cáp. 3: La amenaza.
Al día siguiente salió del hospital, sus tres aprendices la esperaban en el vestíbulo; cuando la vieron, Takeshi y Akiko se abalanzaron sobre ella y la azotaron con preguntas que de seguro le costaría responder:
- Hadda-sensei, ¿es cierto que dejará de entrenarnos?
- ¿La reemplazarán?
- ¿Quién continuará nuestro entrenamiento?
- ¿Por qué se va?
- Takeshi, Akiko, cálmense. Todo a su tiempo chicos... lo que pasa es que tengo una importante misión y como es muy peligrosa- Takeshi abrió al boca para reprochar, por lo que Hadda se apresuró a añadir- y solo para Kyosho s, tendrán una nueva sentir hasta que ni misión termine.
- ¿Una nueva sensei, quién será?
- Hinata Kamakura, la tía de Kaori. Anoche le expliqué más o menos en qué consistía su entrenamiento, por lo que hoy estará con nosotros, para que ustedes se acostumbren a ella y ella a ustedes.
Los dos chicos estaban a punto de abrir la boca, pero entonces hinata, una chica tímida de cabello negro azulado y, como todo miembro del Clan Kamakura, ojos verde jade, se acercó a ellos luego de saludar a Kaori.
- Hola chicos- saludó la joven con su vocecita tímida.
- Hola hinata-sensei- saludaron Akiko y Takeshi a coro.
- Hola hinata. Bueno chicos, porque no vamos, hoy tenemos que empezar a entrenar su control de Aura y por eso hinata está aquí hoy.
- Porque hinata-sensei y no otro Kyosho , si todos saben controlar su Aura a la perfección- preguntó Akiko.
- Porque los miembros del Clan Kamakura son los ninjas del Fuego con mayor control de Aura y además ustedes deben entrenar su taijutsu y en eso hinata es muy buena.
- Es muy buena en el estilo Kamakura- dijo Kaori- que hay con ellos dos, no podrán utilizar nunca ese estilo, tal vez aprenderlo, pero no usarlo.
- Hadda y yo ya pensamos en eso Kaori-chan, decidimos que kiba-san los ayudará.
- Bien, bien, vasta de charla, les explicaré todo durante la tarde, si. Ahora vamos.
Durante todo el día los tres Deshi entrenaron su Aura con el ejercicio de escalar árboles. Akiko era la que mejor control tenía, mientras que Takeshi y Kaori estaban parejos. Hinata se sorprendió con este resultado, ya que suponía que Kaori podría superar a los otros, pero entonces Hadda le recordó el sello que poseía el chico y la importancia del entrenamiento de Aura al estilo Kamakura que él necesitaba.
Cerca de las seis de la tarde, el entrenamiento terminó y los tres chicos se dirigieron a sus casas; Hadda, por el contrario, se dirigió a la oficina de Keiichiro para que le comunicara de una vez por todas en qué consistía la tan importante misión. Cuando abrió la puerta del despacho de la HiKokuo no se sorprendió al ver que Kaichi ya estaba allí y que su padre aún no había llegado.
- Ya era hora Hadda. Bueno chicos, Kazuo ya conoce la situación, así que ahora debo explicársela a ustedes- dijo Keiichiro de inmediato.
- ¿Situación?- se extrañó Kaichi.
- Creí que era una misión.
- Es algo así como una misión, pero... bueno, escuchen con atención- la HiKokuo se aclaró la garganta y continuó-. Cómo todos sabemos, en el interior de Toki existe un enorme poder y un terrible demonio, kyuubi no youko, que fue sellado en él por el cuarto HiKokuo, el padre de Toki, Hisoka Yamazaki. También saben a la perfección que una organización de asesinos renegados de sus aldeas ninjas busca a los bijuus y su poder y que hace catorce años capturaron al SabakunoKokuo y casi capturan a Toki- tanto Kaichi como Hadda asintieron, los dos habían participado en el intento de rescate del SabakunoKokuo, Gaara, en aquel momento un chico de quince años-. Bien, parece que Caelum Sanguis[1] no se da por vencida, porque enviaron esta nota- les mostró un pergamino- y no fue de la forma más normal- hizo una pausa, cerró los ojos, suspiró y luego siguió- enviaron la nota con la moribunda Jinyuriki del cuarto bijuu.
Ambos chicos se quedaron anonadados, conocían a la cuarta jinyuriki, era el Kokuo de la Aldea de la Luna, una ninja muy poderosa, capaz de derrotar a los mejores miembros de SSEG[2] del Fuego. El solo hecho de pensar en que habían vencido a esa joven y poderosísima kunoichi les daba escalofríos; pero Hadda conocía a la perfección de lo que era capaz Caelum Sanguis, Shusei pertenecía a esa organización y sabía que todos sus miembros eran muy poderosos.
- ¿Le extrajeron el bijuu?- preguntó Hadda, aunque sabía de antemano la respuesta.
- Si, intenté curarla, pero...- Keiichiro bajó la mirada y miró sus manos. La situación le había recordado cuando, muchos años atrás, había intentado parar la hemorragia que se llevó la vida de su novio. Aunque esta vez no había heridas superficiales, su amiga y aliada había muerto en sus brazos. Al notar la mirada de la HiKokuo Hadda decidió interrumpir el incómodo silencio.
- ¡¿Qué decía la nota?!
Keiichiro la miró, le agradaba Hadda, sabía ver las emociones de las personas con solo echar un vistazo a los ojos y siempre tenía la frase o palabra adecuada para cada situación. Eso era algo que siempre le había gustado, tanto de la joven como de su madre, Jaina. La sonrió suavemente y continuó:
- La nota- abrió el pergamino y se los mostró, estaba escrito, misteriosamente, en dos idiomas: japonés (kanjis) y español- dice, más o menos, porque no se leer español, que quieren que les entreguemos voluntariamente a Toki o la Aldea y nuestros aliados sufrirán las consecuencias.
- ¿Eso dice? Es raro, no es el estilo de Caelum Sanguis enviar notas amenazadoras... ¿Me deja ver la nota?
Keiichiro le entregó el pergamino a Hadda, reconoció de inmediato la caligrafía de Shusei, tanto en el español como en el japonés. Eso era aún más extraño, ¿por qué Shinji, el líder de Caelum Sanguis, haría escribir a Shusei una nota casi sin sentido? ¿Y por qué éste la había escrito en español, sabiendo que muy pocos conocen ese idioma en la Aldea? ¿Acaso había un mensaje escondido en el pergamino? ¿Y si lo había, a quién estaba dirigido? Se quedó un largo rato mirando el papel. Keiichiro tenía razón, el texto en japonés decía que debían entregar a Toki o sufrirían las consecuencias, pero el texto en español no tenía mucho sentido, era como si le faltaran palabras, silabas... entonces lo comprendió: el pergamino lo había escrito Shusei, porque Shinji quería dejar un mensaje oculto y eso era la fortaleza del Heian. Pero debía asegurarse de que el pergamino llegara a las manos de quien debía llegar, ella, Hadda, era la destinataria del mensaje y la única forma de hacer que Keiichiro le diera la nota era escribiéndola en un idioma que ella y solo ella entendiera a la perfección en toda la aldea y que le había enseñado a su primo y maestro. Pero Shusei no se había limitado al idioma, sino también a la forma de escritura, las palabras y sílabas faltantes debían estar escritas con Aura, para que solo un poseedor del Jigokume las viera. Hadda sonrió, activó su Jigokume por primera vez en mucho tiempo y leyó el pergamino completo:
- “Keiichiro, quinta HiKokuo, sannin de la Aldea del Fuego, este mensaje será entregado a usted por cortesía de May Itsuja, la cuarta TsuchiKokuo de la Aldea de la Luna, que nos ha sabido enfrentar -y casi vencer- sin dañar a su propia aldea. Lamentablemente para ella, nuestras técnicas fueron más poderosas que las suyas, por lo que fue secuestrada y traída a nuestra guarida en donde le extrajimos al yombi[3], Sokou, el bijuu de cuatro colas, poseedor del poder de los venenos que ahora pertenece a nuestra colección”- Hadda levantó la vista, Keiichiro tenía las manos unidas tapándole la boca, con los codos apoyados en la mesa, escuchaba seria y atentamente. Kaichi tenía la mirada perdida en el suelo, escuchaba con atención y ni siquiera parpadeaba-. “Como bien saben, porque tenemos entendido que han tenido un informador por mucho tiempo -y de seguro aún lo tienen-, nosotros, Caelum Sanguis, somos una organización de ninjas que solo queremos una cosa: el poder de los bijuus. Pero nos será imposible conseguirlo ya que le noveno demonio, el kyuubi[4], Kyuubi no Youko, permanece escondido en su aldea”- hizo una pausa-. Aquí empieza la parte en japonés- miró a Keiichiro, ésta asintió y siguió leyendo-. “Solo lo diremos una vez: entréguennos a Toki Yamazaki, el jinyuriki del kyuubi o sino pagarán su estupidez con la sangre de todos sus ninjas, con el llanto de todos sus niños, con el grito de todas sus mujeres, con la destrucción total de su Aldea. No pueden pensarlo, no pueden analizarlo, porque esto no es una advertencia, es una amenaza. Quizás piensen que sólo somos nueve, que no podremos hacer nada contra una aldea entera, pero no es así: somos mucho más que nueve poderosos ninjas, tenemos aliados dentro y fuera de sus muros, tenemos conocimientos de técnicas que ustedes ni siquiera imaginan, tenemos el poder de 7 de los nueve bijuus y podemos utilizarlos si así lo deseamos...”- Hadda dejó de leer, tragó saliva y, mirando a los otros dos dijo- Creo que no puede ser más explícito, si no tienen el poder de Toki, nos harán polvo a sus pies.
- No temas, sigue leyendo- ordenó fríamente Keiichiro.
Hadda ya había leído lo que seguía, estaba escrito en español, a tinta y a Aura. Pero ella no quería saber nada, comenzaron a temblarle las manos cuando bajó la vista de nuevo. Temblorosa y con voz quebradiza siguió el leyendo el idioma con que se había criado:
- “Si no se atreven a arriesgar la seguridad de su Aldea y son tan cobardes como para no entregar a Yamazaki, deben saber que hay otra opción- tragó saliva-. Esto va dirigido especialmente a ti Gintama Hadda, entrega tu propio poder, entrégate a Caelum Sanguis, no como victima, sino como sierva. Tú sabes mejor que nadie que muchas veces te hice esta propuesta: únete a Caelum Sanguis y podrás salvar a tu amigo y a tu aldea; pero jamás diste una buena respuesta, jamás dijiste SI, pero tampoco diste un NO rotundo. Sabes que tienes el potencial suficiente como para estar ente nosotros, sabes que tu sangre Heian te hace superior a todos los demás, sabes que eres perfectamente capaz de...- no dijo nada más, era suficiente, Shusei en verdad se había pasado, no permitiría que nadie escuchara una palabra más de lo escrito en el pergamino.
- ¿Eres capaz de que Hadda? Continúa leyendo.
- No.
- No fue una opción, fue una orden- la voz de Keiichiro fue firme y mandona.
- Ha...- la chica comenzó a temblar, tragó saliva, pero luego endureció la mirada y miró fijo a la HiKokuo, sus ojos rojos brillaban con la intensidad de las llamas de fuego y sus pupilas deformadas eran tan negras y profundas como una noche sin Luna ni estrellas- Soy capaz de derrotar a los tres sannins del Fuego con solo un suspiro.
....continuará...
[1] Caelum Sanguis: Del latín. cielo sangriento.
[2] SSEG: Shinobis y Samuráis de Elite Guardianes.
[3] Del japonés. Yom: cuatro. Bi: cola
[4] Del japonés. Kyuu: nueve.
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