19 nov 2010

La puerta de la habitación oscura


Katie es una joven estadounidense que viaja a la Argentina por turismo. Llega a Bs. As. y decide hospedarse en un hotel de la avenida de Mayo. La pequeña habitación que consigue tiene muebles antiguos. Una de sus puertas está sellada. Posiblemente, esa puerta lleva a otra Habitación, pero ahora permanece serrada.
Una noche escucha ruidos y no puede distinguir bien que los origina; está segura de que provienen del otro lado de la puerta clausurada de su cuarto. Intrigada por esos escalofriantes ruidos, se levanta bruscamente de su cama y se dirige a la puerta. Los ruidos se van haciendo cada vez más bajos a medida que se acerca a ella, pero cuando pega su oído a la puerta, ya no es capas de oír nada.
Creyendo que habían sido un invento de su imaginación, se apresura a meterse de nuevo en su cama; pero cuando está a punto de apoyar la cabeza en la almohada, los ruidos comienzan de nuevo. Bastante cansada decide ponerse tapones en los oídos y seguir durmiendo...
El reloj marca las tres de la mañana y el ruido se torna realmente insoportable. Katie ya no lo soporta y, al pensar que por esa noche no volvería a conciliar el sueño, se levanta, se pone las pantuflas y muy enfurecida golpea la puerta mientras pide silencio.
Solo obtiene por respuesta un eco exacto de sus golpes. Confundida intenta abrir la puerta que, para su sorpresa, estaba abierta. Divisa una habitación vacía pintada de negro, sin ventanas, sin puerta, sin nada.
Parecía un enorme agujero negro, ya que la luz que provenía de su habitación se desvanecía al cruzar el marco de la puerta. Camina lentamente hacia el centro y, justo cundo está por agacharse para agarrar una pequeñita esfera blanca que había rodado de una esquina, es succionada como por una aspiradora.
La puerta se cierra bruscamente y la negra y oscura habitación queda vacía, sin nadie, en silencio, como siempre que cualquier curioso entra por su puerta y jamás sale

El sueño más largo

Este es un cuento (o algo así) q escribí  en el 2006, cuando tenía 16... lo acabo de encontrar, estaba perdido en los archivos de mi pc :)


El sueño más largo.

            Se despertó bruscamente. Había tenido un sueño extraño, pero a la vez placentero y profundo. A pesar de eso le dolía terriblemente a cabeza.
            Bajó de la cama y se puso sus pantuflas; miró sus brazos y vio con pena las cicatrices que el tiempo no había querido borrar. Suspiró recordando cómo se había hecho cada una de ellas, pero no lo recordaba con exactitud, había algo que se lo impedía.
            De repente, sintió una punzada en el cuello, instintivamente toco el lugar donde la había sentido y se dio cuenta de que era justamente ese vena, la principal que pasaba por el cuello; había olvidado el nombre, pero no quería recordarlo, no quería recordar el paso por la secundaria, hacía seis años que la había terminado y recordarla la llevaría a su doloroso paso por la primaria; no quería recordar, solo olvidar...
            Otra puntada, en el mismo lugar. Miró su cama, estaba vacía, el lado izquierdo donde ella dormía estaba desacomodado y tibio por el calor de su cuerpo; pero el lado derecho estaba acomodado, liso y frío, mirarlo le traía a la mente dolorosos pensamientos.
            Por su culpa, por su maldita culpa, no había nadie que le regalara un cálido abrazo cuando lo necesitaba, nadie que secara sus lágrimas cuando la desesperación la dominase, nadie que la haga sonreír cuando estaba triste... nadie que la ame cuando necesitara cariño y estuviera presa de la soledad...
            Estaba sumida en sus pensamientos dolorosos, hasta que otra terrible punzada se manifestó. Se quejó por el dolor y se dirigió al baño, frente al espejo: estaba más pálida de lo normal, sus ojos estaban rojos y tenía ojeras; pero eso no tenía sentido, había dormido mucho y profundamente.
            Le dio otra terrible punzada y harta de ese dolor se corrió el cabello del cuello para descubrir con horror y, a la vez, sorpresa, dos marcas como de colmillos, justo por donde pasa esa vena, a la cual muerden los vampiros para matar o transformar a sus victimas, o cualquier otro depredador para cazar...
            Aterrorizada se dirigió al comedor y contempló el almanaque: era el 30 de marzo del 2015, y la hora exacta era 15: 32. Exactamente el momento en que ella cumplía 25 años...