18 ago 2009

Maldición eterna

Sus ojos ya no eran hermosos, eran demoníacos y de su sonrisa sobresalían dos pequeños colmillos. Caí de rodillas, mi sangre estaba manchando el piso lleno de tierra. Las grandes y espesas gotas de ese líquido rojo no paraban de salir de mi cuerpo. El calor se extendía por todo mi cuello, siguiendo el surco por el cual caía y caía mi sangre. Me estaba desangrando.
Quedó tendido en el suelo en cuestión de minutos, sentía como todo se oscurecía poco a poco, como un inusual frío me envolvía. Lo último que vi fue su cara, sonriéndome.


Había entrado a ese lugar por pura curiosidad, solo eso; después de todo, siempre, desde chico, fui curioso. El lugar parecía abandonado por fuera, pero en cuanto entré, todo parecía como recién comprado.
Los muebles estaban brillosos, como recién lustrados. Las paredes estaban perfectamente pintadas de ocre, los pisos eran del mármol blanco más bello que había vito en mi vida, al igual que la escalera. Las arañas que colgaban del techo eran lujosas y con muchísimos detalles. No me fijé si podían encenderse, era de día, la luz del sol entraba a ese lugar por las imponentes ventanas. El lugar estaba obviamente desabitado, de no ser así, el jardín y la fachada no estarían tan deteriorados y llenos de maleza como lo estaban.
Mi curiosidad me llevó a subir la preciosa, blanca y fría escalera. El primer piso era como lo imaginaba: un largo pasillo lleno de puertas. Estaba un poco más oscuro que la plana baja,, ya que los cálidos rayos de sol no llegaban hasta ahí, tan solo llegaba el reflejo.
Comencé a caminar hacia la derecha. El pasillo parecía no tener fin, cosa muy ilógica, ya q el lugar no parecía tan grande desde afuera. Dejé pasar esa sensación, atribuyéndolo a un efecto óptico o algo así.
Seguí caminan tranquilamente por no se cuanto tiempo, ya que no traía reloj, hasta que me topé con una puerta que señalaba el final del pasillo.
Mi curiosidad me dominó una vez más y abrí la puerta. A diferencia de lo que me imagine, no chirrió, se abrió lentamente, sin emitir sonido.
La habitación era enorme y estaba llena de gente. Gente vestida elegantemente y de época. Una melodía inundaba el salón. Muchas parejas bailaban a su ritmo.
Me quedó parado sin hacer nada, sorprendido, aterrado, maravillado. De repente alguien me tomó de la mano suavemente. Era una joven, la mujer más bella que había visto en mi vida, vestía un hermoso vestido negro, me veía reflejado en sus ojos cristalinos.
Me arrastró hasta la pista de baile. Bailamos sin decirnos ni una palabra por horas. Cuando me di cuenta, en la majestuosa salo solo quedábamos nosotros y los mozos, que estaban juntando las cosas.
Ella me miró con sus bellos ojos y me sonrió. Acarició mi cuello, mi cabello y siguió la línea de mis labios con sus dedos suaves como la seda. Lentamente me besó. Su perfume era perfecto, me inundaba completamente.
Me abrazó fuerte y besó mi cuello. Pero entonces, en cuanto sus labios se pegaron a mi piel, todo se volvió oscuro; las luces se apagaron, la hermosa sala quedó en ruinas y un fuerte dolor recorrió mi cuerpo.
La alejé de mí. Sus ojos ya no eran hermosos, eran demoníacos y de su sonrisa sobresalían dos pequeños colmillos. Caí de rodillas, mi sangre estaba manchando el piso lleno de tierra. Las grandes y espesas gotas de ese líquido rojo no paraban de salir de mi cuerpo. El calor se extendía por todo mi cuello, siguiendo el surco por el cual caía y caía mi sangre. Me estaba desangrando.
Quedó tendido en el suelo en cuestión de minutos, sentía como todo se oscurecía poco a poco, como un inusual frío me envolvía. Lo último que vi fue su cara, sonriéndome.
Me desperté, alterado y confundido. Ya estaba por suspirar de alivio cuando me di cuenta de que estaba en su regazo. La mujer más bella del mundo me sonrió y me dijo:
- Bienvenido a mi mundo, amor mío.
Instintivamente me toqué el cuello. Sentí unas pequeñas marcas, como de dos colmillos. Recorrí mis dientas con mi lengua, y ahí estaban, mis colmillos, extrañamente más grandes de lo normal.
La miré. Ella me sonrió y volvió a besarme. Era un beso real, ella era real, y yo también, al igual que nuestro amor.
Mi curiosidad me llevó a encontrar el amor. Pero el amor puede ser una maldición, como aprendí ese día de invierno al entrar en la mansión de la esquina de mi casa, a la que jamás volví.
El amor fue el hechizo que me echaron esa noche, y aún no encuentro un contrahechizo para él.

22 jun 2009

Cronicas... FINAL .. cap 19: Un nuevo camino

cap anterior:
- No... ¡¡NOOOOOO!!
El grito de Hadda inundó el bosque entero. Ella abrazó a su primo con fuerza, las lágrimas no cesaban... era la primera vez que lloraba en diez años...


Cáp. 19: Un nuevo camino.

- Es inconfundible... ese grito fue de Hadda...
- ¡Entonces que estamos esperando, apúrense!

Hadda abrazaba fuertemente el cuerpo de Shusei, al cual seguía empapando con sus lágrimas; la sangre de su primo la empapaba completamente y aún mantenía bien apretada la mano en donde tenía el sello del Fuego. Kazuo miraba tristemente a su hija, mientras volvía a acomodar su cabello sobre su ojo, la batalla había terminado sin importar de qué lado se mirara.
Kaori temblaba de pies a cabeza. Cuando ya no lo soportó cerró los ojos y retrocedió, hasta llegar hasta su padre, el cual desvió la mirada y se acercó a su hijo protectoramente.
- ¡N- no puede ser!- Yuriko, Yusei y Kaname aparecieron y todos dirigieron su vista a ellos cuando la chica gritó.
Hadda los miró, sabía que Shinji les había hecho algo y estaba feliz por verlos bien, no iba a soportar perder a alguien más ese día.
- ¡Cómo mierda escaparon!
- Bueno, el hecho de que uno de nosotros tuviera navaja incorporada en los dedos ayudó mucho- contestó Yusei-. Ahora Shinji, que fue lo que hiciste... acabas de matar al miembro más fuerte después de ti... acabas de destruir una familia....
- ¿Familia? Dos primos no son una familia...- respondió de mala forma el líder- él mismo acabó con su propia familia hace años.
Hadda dirigió su vista hacia Shinji y estaba a punto de hablar, pero Kaori se le adelantó.
- ¡Shusei-sama no destruyó ninguna familia! ¡Él hizo un bien... él debería haber sido honrado como a un héroe, no marcado como un traidor! ¡Si alguien destruyó una familia no fue Shusei-sama, en todo caso debes haber sido tú, Shinji!
- ¡¡De que estás hablando niño!!- gritaron al mismo tiempo Shinji y Ikkyo.
- ¡¿Dime, si tu hermano asesinara a todo tu Clan, lo considerarías un héroe?! ¡Piensa lo que dices niño! ¡¡Tú no sabes nada!!
- No le grites a mi aprendiz Ikkyo- lo detuvo con voz fría y dura Hadda- él sabe más que tu- él la miró extrañado, ella apoyó suavemente a Shusei en el suelo y se puso de pe- ¿Nunca te preguntaste porque Shusei-san te dejó vivo? He?
- Claro que lo hice... y llegué a una respuesta!
- ¡De seguro errónea!! Shusei-san lo hizo todo po ti!
- Él me dejó vivo porque pretendía que yo me volviera más fuerte, él me dijo una vez que yo debía superarlo sin importar nada, ¡por eso me dejó vivo! Para que yo lo odiase y sintiera la necesidad de superarlo y hacerme tan fuerte como él, así él tendría a alguien fuerte con quien probarse... ¡él solo me quería para probar que era el más fuerte!
Hadda negó con la cabeza- Si así fue, entonces porque dejó vivo a tu mejor amigo? Porque dejar vivir a Toki?- Ikkyo intentó responder, pero no pudo- Tienes una visión equivocada de tu hermano, Ikkyo. Él desobedeció una orden directa como líder de SSEG cuando los dejó vivos a los dos... no solo no exterminó a todo el Clan, sino que dejó vivo a dos testigos, dos testigos... eso va en contra del nimpo, sabes?
- ¡Claro que lo se! ¡Pero entonces si fue una orden directa entonces... entonces fue el Tercero quien mandó a eliminar a mi Clan!
- ¡Claro que no Ikkyo!- gritó Toki- Al contrario el Tercero no estaba de acuerdo en eliminar a todo el Clan... pero aún así los consejeros dieron la orden y Shusei no la desobedeció.
- Pero los sentimientos de Shusei-san hacia ti interfirieron y por eso no pudo matarte, ni a Toki que, como miembro de SSEG, había jurado defender.
- Entonces... él me dejó vivo porque... ¿porque me quería? ¿Simplemente por eso?
- Si, así es... él quería que tú y yo nos criáramos juntos, como ninjas, como heians... bajo la tutela de quien había sido su mejor miembro de SSEG, Kazuo.
- Pero nada resultó como el quería... por eso Kazuo entrenó al equipo 10, Toki, Mei y yo... cuando en realidad debimos haber sido tu, yo y...
- Toki- terminó Hadda- así estaba previsto, pero nada salió como estaba planeado... mi madre murió, yo perdí la memoria, por tu odio te uniste a Genji-sama, casi matas a Toki, y yo tardé demasiado en recordar... y para cuando lo hice, también me convertí en traidora.
- Entonces... por eso Shusei se nos unió, porque no iba a quedar muy bien que el líder de SSEG, un perfecto shinobi, hubiera desobedecido el nimpo... interesante... y yo que siempre creí que Shusei era tan frío como una roca, estaba convencido de que era igual que yo...
- Hay una diferencia muy importante entre tu y Shusei, Shinji- interrumpió Yuriko, con lágrimas en los ojos- él tenía sentimientos, honor y respeto... eso es algo que tu nunca tendrás... algo que hacía a Shusei mejor ninja que tu... ¡él era el más poderoso de Caelum Sanguis por eso, por cosas que tu nunca llegarás en entender!- y dicho esto se largó a llorar.
Todos permanecieron en silencio. Kaori se acercó al cuerpo de Shusei y le cerró los ojos. Shinji, Kasuya, Takuma y Hisao se dispusieron a regresar al escondite de Caelum Sanguis, pero Hadda los detuvo.
- ¡Espera Shinji!- el líder la miró, ella le mostró el sello del fuego que tenía en la mano- ¡No olvides que sigo siendo miembro oficial de Caelum Sanguis! Escucha, Shusei se merece ser honrado con un funeral, y yo estaré allí, pero eso no quiere decir que te librarás de mi, hicimos un trato, y no pienso permitir que te des el lujo de romperlo, si?
- ¡Ja! Haz lo que quieras, yo ya conseguí lo que quería de ti, pero recuerda que un traidor nunca deja de ser traidor- y dicho esto partió, seguido de todos los demás miembros de la organización, a excepción de Yuriko y, obviamente, Hadda.
Luego de que los traidores se perdieron de vista, Kaichi inmovilizó a Kentaro para que no escapase y todos se dirigieron a la Aldea del Fuego, con el cuerpo del ex líder de SSEG con ellos. Yuriko los siguió de cerca, no podía alejar de su mente ese sentimiento de vacío que le provocaba la muerte de Shusei.
Una vez en la aldea, Keiichiro decidió que el funeral de Shusei fuera secreto, por lo que lo realizaron en la sede del SSEG del fuego. Todos los miembros del SSEG, la HiKokuo, Kazuo, Kaichi, Toki, Kaori, Mei, Hadda, Yuriko e Ikkyo estuvieron presentes. Después de eso, Hadda sugirió que quemaran el cuerpo, ya que eso era lo que Shusei hubiera querido, para que los secretos de su sangre no sean revelados nunca. Las cenizas fueron esparcidas por toda la aldea y su nombre fue colocado en la lápida de “Caídos en Combate”, bajo el rótulo de: “Shusei Heian, el Demonio Guardián”.

Unos días después, Hadda estaba parada frente a la lápida de los Caídos en Combate, cuando Toki se acercó a ella.
- ¿Es extraño ver su nombre ahí, no?
- Claro que lo es... jamás pensé que moriría en mis brazos... y de esa manera.
- ... tampoco yo...- Toki la miró, ella aún llevaba puesta la túnica y la banda de Caelum Sanguis, empapadas con la sangre de su primo- ¿No vas a cambiarte?
Ella negó- Sus nombres están juntos- dijo, ignorando las palabras de su amigo.
- ¿A que te refieres?
- Mira- señaló el lugar donde estaba escrito el nombre de Shusei- está al lado de mi madre, ¿lo ves?
Toki leyó, así era, al lado de la inscripción de Shusei decía: “Jaina Heian Gintama, la Sirena Guerrera”.
- ¿Por que el nombre de tu madre es La Sirena Guerrera?
- Porque dicen que mi madre era delicada, hermosa e hipnotizante como una sirena, pero era una de las mejores guerreras del Universo.
- Ya veo...- se quedaron un rato en silencio- Hadda- ella lo miró- ¿Me respondes una pregunta?
- Claro.
- ¿Qué vas a hacer? ¿Serás una kunoichi de la Aldea del Fuego o una kunoichi de Caelum Sanguis?
Ella lo miró a los ojos y le dio un beso en la mejilla- Lo siento amigo, pero la Demonio Escurridiza nunca dejará de ser escurridiza.
Y dicho esto se fue caminando tranquilamente. Su mejor amigo continuó mirando su caminar con una sonrisa hasta que se perdió de vista.

Ya fuera del territorio de la Aldea del Fuego, Hadda y Yuriko se encontraron y se dispusieron a marcharse.
- ¿Estás segura de esto Hadda?
- Claro que si- se colgó el sello del fuego al cuello- nunca he estado tan segura... además... dentro de nueve meses tendrás que volver a esta aldea Yuriko, ¿de que te preocupas?
- ¿Cómo...?
Ella sonrió, luego miró la Aldea, no era la última vez que vería esa aldea, estaba segura de que iba a volver en poco tiempo, después de todo Kaichi y ella estaban dispuestos a todo.
- La miras muy nostálgica.
- La Aldea del Fuego siempre será mi verdadero hogar.
- Pero entonces...
- No puedo quedarme... soy un alma aventurera... además, para la mayoría soy una traidora, y me incluyo.
- ¿No te da pena eso?
Negó con la cabeza- ... después de todo, este es mi camino ninja...
Y sin decir más, partieron.


FIN

7 jun 2009

Cronicas... cap 18: Sacrificio inesperado

cap anterior:
Shinji miró a Kasuya, Hisao y Takuma- Vamos, no podemos dejar que esos traidores escapen. Nadie traiciona a un traidor así como así.

Cáp. 18: Sacrifico inesperado.

Hadda e Shusei se dirigen desde el norte del País de la Garra a la Aldea del Fuego; Kaori y su equipo se dirigen desde la Aldea Fronteriza a su Aldea, al igual que Kazuo y Kaichi; Ikkyo y Kentaro siguen el rastro de Hadda. Es inminente el encuentro en algún punto del País del Fuego

- Shusei...
- Si, lo se, Shinji nos está siguiendo.
- No me refería a Shinji, sino a...
Pero antes de que terminara la frase, alguien salió de entre los árboles y se abalanzó sobre el Heian. Hadda frenó sobre la rama del árbol contiguo y estaba por ir a ayudar a su primo cuando un shinobi de cabello negro y ojos grises se interpuso.
- Kentaro.
- Esta vez no interferirás en la venganza de Ikkyo-sama- dijo él en forma de respuesta.
Hadda observó a los dos hermanos, que luchaban en el aire, mientras caían. Levantó la vista hacia Kentaro, observando el camino por el que venían para no ser sorprendida por Shinji. Estaban por comenzar a pelear, cuando Hadda sintió otra presencia conocida: eran Kaori y Takeshi, acompañados por otros dos. Kentaro miró por encima de su hombro, él también los había detectado. La chica se dio vuelta bruscamente.

- Kaori que ocurre?- Takeshi había chocado con la espalda de Soichi, porque éste se había detenido en seco ya que iba detrás del líder.
- Hadda...- el chico tenía el Aoime activado y acababa de verle la cara a un kilómetro más adelante.
- ¡Que! ¡Hadda-sensei está más adelante!
- Si- contestó Kaori
- Y parece que no está sola- agregó alguien más.
Los tres Deshis se dieron vuelta: Kazuo y Kaichi los habían alcanzado.
- Ya era hora de encontrarnos, no?
Nadie dijo nada, Kaori y Kazuo salieron a toda velocidad hacia Hadda. Caelum Sanguis había llegado y la chica peleaba contra ellos.
- ¡Kaori no!- Kaichi también se dirigió a toda velocidad hacia el lugar de la batalla- ¡Niños, quédense aquí!
- ¡Si claro! ¡No voy a permitir que maten a mi sensei!- gritó Takeshi y siguió al Kyosho.
Los otros dos se miraron algo confundidos y también los siguieron.

Hadda peleaba contra Kentaro, Shinji, Kasuya, Hisao y Takuma. El primero quería impedir que ayudara a Shusei, los otros cuatro querían matarla, o al menos ese parecía. La batalla era difícil, sus poderes habían aumentado mucho a causa de la extracción del demonio y por eso mismo le era muy difícil controlar el Aura y utilizar sus habilidades como antes.
Justo entonces llegaron Kazuo y Kaori, seguidos de Kaichi y Takeshi, los cuales comenzaron a pelear contra Kasuya, Hisao, Shinji y Takuma respectivamente. Hadda desvió su atención hacia sus primos, que ya estaban en el suelo y se dispuso a intervenir. Kentaro la siguió. Pero entonces llegaron Soichi y Tsume.
- ¡Detengan al que está detrás de Hadda!- les gritó Kaori apenas llegaron.
Los dos chicos ni lo pensaron y se abalanzaron sobre Kentaro. Tsume, miembro del Clan Dobutsuchi, que pelea con animales, no tardó en invocar a su primer mascota: un zorro gris; mientras que Soichi, miembro del Clan Yagami comenzó a utilizar la energía psíquica de Kentaro en su contra.
Hadda aprovechó la oportunidad y se abalanzó sobre Ikkyo, alejándolo de su hermano. El dos contra uno comenzó.
Y las batallas continuaron: Kasuya contra Kazuo, Hisao vs Kaori, Shinji vs Kaichi, Takuma vs Takeshi, Kentaro vs Soichi y Tsume, Ikkyo vs Shusei y Hadda.
Pero en cierto momento, algo les falló a los tres Deshis: Kentaro se liberó de Tsume y su zorro y entonces el ataque mental de Soichi se desvió, yendo directo a Takeshi, el cual, empujado por Takuma, lo recibió. El sannin utilizó sus lianas y amarró a los tres chicos, comenzando a estrangularlos. Al ver esto, Hadda tuvo que dejar se pelea para ayudar a Takuma y rescatar a su aprendiz y a los otros.
Tomó tres shurikens y las rodeó de Aura- ¡Furia de Fuego Shuriken!- y las lanzó al tiempo que el Aura se convertía en fuego. Las tres shurikens cortaron las lianas y los liberaron- Chicos, salgan de aquí, escóndanse!
- ¡Pero Hadda-sensei...!
- ¡Takeshi!- la chica lo miró fijo- Es una orden- dijo simplemente, con una voz seria y fría.
El chico quedó helado ante esto y retrocedió- Va-Vámonos.
- ¿Y que hay de Kaori? No podemos dejarlo... Takeshi!
- ¡Solo vámonos!- el chico les dio la espalda a todos y con los puños apretados marchó en otra dirección.
Los otros dos lo siguieron. Pero a solo un metro vieron que el chico estaba escondido detrás del tronco de un árbol, observando todo.
Hadda quiso volver con Shusei, pero Takuma y Kentaro se lo impidieron, por lo que no tuvo más opción que enfrentarse a ellos. Pero se falta de entrenamiento comenzó a notarse demasiado pronto y en poco tiempo quedó acorralada por ambos. Quiso escabullirse, pero no pudo y cayó de rodillas.
- Es hora de demostrarte que les pasa a los que traicionan a Caelum Sanguis- le dijo Takuma- ¡Liana Sable!- una rama del árbol en donde estaban apareció ante él y se convirtió en un puntiagudo sable.
- jeje- se burló Kentaro- supongo que nos veremos en el infiero Hadda-hime.
Hadda miró de reojo todas las batallas, no había nadie que pudiera salvarla, ni siquiera ella misma- Parece que esta vez tienes razón Kentaro- serró los ojos y activó el Oniroku Jigokume. Los abrió y lo miró fijo- Nos vemos en el infierno... ¡Mirada....!
- ¡Huracán de Kyuubi!
El grito fue seguido de un poderoso ataque de viento y fuego de kyuubi combinados que golpearon de lleno a los dos shinobis y los hizo desaparecer de la vista. Hadda quedó helada, sabía quien era el que la había salvado. Levantó la vista hacia su derecha, su mejor amigo la miraba con una sonrisa pícara.
- Toki...
- No me preguntes porque lo hice- le dijo él, tendiéndole la mano- Solo lo hice.
Ella tomó su mano y se incorporó- Me salvaste la vida... No debiste hacerlo... si yo moría esta batalla terminaba.
- Jamás permitiría que mi mejor amiga muriera, aunque me haya traicionado.
- Toki yo... ¿él no te dijo porque lo hice, no? Yo le pedí que no lo hiciera, él... Kaori me hizo caso.
- ¿De que estás hablando?
Ella estaba por responder, pero entonces se sintió el grito de Kaori:
- ¡¡NO!! ¡Suéltalo! Maldito... ¡Maldito pescado!
Todos se detuvieron. Kazuo estaba inmovilizado por lo que parecían ser serpientes de agua y Kasuya lo apuntaba con su espada, la peligrosa Tsurugi. Kaori intentaba llegar al escamoso shinobi, pero le era imposible a causa de las mismas serpientes de agua que intentaban atraparlo a él también.
Lo primero que se le vino a la mente fue ir a ayudar a su padre y su aprendiz, pero Toki, adivinando su pensamiento, le tomó el brazo diciendo:
- Ni lo pienses, tienes poco Aura.
Ella lo miró y estaba por reprochar cuando se dio cuenta de que él tenía razón. Tenía poco Aura moldeable, todo lo demás era el Aura del Fuego de Marte, que aún no había tenido tiempo de aprender a controlar.
Miró a Kaichi; él y Shinji habían tenido una muy dura batalla y estaba en la misma situación que ella. Miró a los hermanos Heian: ambos estaban inmóviles, Shusei con la mirada fija en Kasuya y Kazuo, Ikkyo por su lado miraba fijo a Toki y Hadda.
Nadie hacía nada, reinaba un incómodo silencio y parecía que todos estaban esperando que alguien hiciera algo.
- Toki, tu eres el único que puede hacer algo, no se como llegaste hasta aquí, pero eres que más Aura tiene, por favor... salva a mi padre y a Kaori.
- Ha... yo...- el chico tenía los puños apretados, pero aún así le temblaban los brazos- No... no se que hacer... ya-ya pensé en todo y... y... no se... tampoco puedo moverme... no se que hacer...
- To-Toki...
Volvió a mirar a su padre, que luchaba por salvarse. Las serpientes ya habían atrapado a Kaori, Kaichi miraba al hombre, a su hijo, a Hadda y Toki, incluso a Shusei, esperando algo... pero nada pasaba.
- ¡¡Kasuya!!- gritó Shinji, sobresaltando a todos- ¡¡Mátalo!!
- Como digas...
Kasuya tomó con ambas manos el Mago de Tsurugi y simplemente la clavó.
- Papa....! ¡¡NOOOO!!
Kazuo serró los ojos esperando la espada atravesándole el corazón, pero solo sintió el grito desgarrador de su hija y algo que lo salpicaba.
- ¡¡Shuseiiiii!!
Al oír esto el hombre abrió los ojos. Las serpientes habían desaparecido y enfrente suyo, entre él y Kasuya, con Tsurugi atravesándole el corazón estaba Shusei.
- Que... ¡¡Que haces idiota!!- gritó Kasuya, tan estupefacto como todos- ¡¡Que rayos hiciste!!
El joven temblaba de pies a cabeza- So-solo ha-hago lo que... lo que te-tenía q-que ha-hacer...
- Agg... ¡¡idiota!!- Kasuya, fuera de sí, sacó la espada del cuerpo de su compañero, desgarrándole por completo el corazón.
Shusei escupió sangre y cayó hacia el costado. Hadda apareció a su lado y lo agarró antes de que tocara el suelo.
- Shu-Shusei...- ella lo abrazó con fuerza, sus lágrimas lo empapaban- re-resiste Shusei, por-por favor... re-resiste...- ella rodeó su mano de Aura curativo e intentó curarlo, pero ya era tarde, su mano, su ropa, el suelo, se llenaron de la sangre del Heian- tienes que resistir... Shusei...
- Ha-Hadda...- él le acarició la cara- No gastes tu energía... ya... ya es tarde para mi...
- No... voy a curarte... vas a estar bien...
- No... ambos sabemos que no es así... ... Hadda - las lágrimas de la chica mojaban su cara- es la primera vez que te veo llorar... es-escúchame- tomó el sello del Fuego que colgaba de su cuello y se lo arrancó- Toma...- le tomó la mano que intentaba curarlo y le puso el sello en ella- guárdalo, para que no me olvides... y... y para que recuerdes convertirte en la mejor kunoichi de todas... sin... sin importar... el ca-camino que elijas... ¿si? ¿Me prometes que lo harás?
- Claro que si... jamás voy a olvidarte... eres la persona a la que más amé en toda mi vida... yo... pro-prometo que me convertiré en la kunoichi que tu quieres que sea... te lo prometo...
- Se que serás la mejor... no importa el camino... no importa con quien o en donde entrenes... no importa que banda lleves en tu frente... tu eres la mejor... siempre lo has sido para mi...
- Shusei...- Kazuo se les acercó- Por... por qué?
- Porque prometí proteger a Hadda con mi vida... prometí hacerla feliz... se lo prometía a Jaina....- miró hacia donde estaba su hermano- Ikkyo... también prometí hacerte feliz a ti, protegerte... perdóname... no pude cumplir mi promesa... perdóname hermano...
Pero antes de que el chico pudiera decir algo el Jigokume de Shusei se desactivó y sus profundos ojos negros como la noche perdieron su brillo. La mano que aferraba a la de Hadda se aflojó, su pulso se detuvo: había muerto.
- No... ¡¡NOOOOOO!!
El grito de Hadda inundó el bosque entero. Ella abrazó a su primo con fuerza, las lágrimas no cesaban... era la primera vez que lloraba en diez años...

Cáp. 19: Un nuevo camino.

2 jun 2009

Cronicas... cap 17

cap anterior:
Miró a su izquierda- ¡Shinji! Como es que...- pero antes de que pudiera terminar otro Shinji apareció por su derecha. El de la izquierda tenía unas tremendas ojeras y el otro ojos muy grandes- ¡Ha...! ¡No puede ser! ¡Eres igual que yo! ¡Eres un Ser Mágico que puede dividir su alma!
- Si- le dijo el de la boca enorme- ¡Y tuve que utilizar una de esas partes para crear el sello!
- ¡Ja! Te dije que no te sería fácil Shinji...- dibujó una maliciosa sonrisa.
- Borra esa sonrisa de tu cara, el sello ya está hecho, el poder del Gran Demonio me pertenece ahora- dijo la voz del líder a su espalda.
La chica de dio vuelta, el Shinji original estaba ahí- Si... felicitaciones... el poder del “Gran Demonio de Fuego” es tuyo. Ahora, si me permites, iré a mi cuerpo a descansar y a acostumbrarme a la paz...
Y dicho esto la chica salió del cuerpo del líder de Caelum Sanguis y se metió en el suyo.
- ¿Acostumbrarse a la paz?
- Porque dijo el Gran Demonio con ese tono, como burlándose.
- No es buena señal...
- No se lo que signifiquen sus palabras, pero lo voy a averiguar... esa chica oculta muchas más cosas de lo que creemos, estoy seguro.

Cáp. 17: Traicionando a los traidores.

- Bien, será mejor que volvamos a la Aldea.
- ¿Tan rápido?- reprochó Takeshi- ¿No podemos quedarnos un poco para descansar?
Kaori se dio vuelta y miró a su mejor amigo. La banda roja de la Aldea del Fuego relucía en frente, entretapada por su flequillo. Los otros eran mayores que él, pero eran Deshis y también sus amigos.
- Lo siento, pero Keiichiro-sama me dijo que volvamos a la aldea lo más rápido posible.
Los tres chicos se dispusieron a regresar a su aldea. Había tenido una misión importante y difícil: la hija de uno de los líderes del País de la Garra había sido secuestrada por la oposición de samurái del Clan del Tigre. Los cuatro había tenido que pelear contra poderosos samuráis, que los superaban en cantidad y habilidades, pero gracias al liderazgo y la estrategia de Kaori lograron cumplir la misión con éxito.
Partieron de la Aldea Fronteriza caminando para recuperar energías, ya que hacía apenas media hora que había terminado con la misión.

- Ikkyo-sama, ya han pasado...
- Tres días... A ellos.
Y sin decir más Ikkyo y Kentaro partieron hacia el note, hacia donde los guiaba la serpiente rastreadora que Ikkyo había invocado para seguir el aroma de Hadda.

- ¡Que! ¡¿Partieron?!
- Si, hace como una hora, volvían para la Aldea del Fuego.
- Lo vez Kaichi, Keiichiro tenía razón, estaban bien... ahora debemos volver...- dijo como cansado Kazuo.
Habían llegado a al Aldea después de tres días de viaje, solo para encontrarse con que Kaori y su equipo ya habían partido. Por lo que se dispusieron a regresar, esperando encontrarse por el camino.

Parpadeó unas cuantas veces para aclararse la vista. Lo primero que vio fue a Shusei, con una dulce sonrisa en el rostro. Se incorporó lentamente. Su primo le acomodó la almohada para que pudiera sentarse. Bostezó, y entonces vio que al lado de su primo estaba Yuriko.
- ¿Qué...?
- Estuviste inconsciente tres días- dijo la chica- Shusei-kun estaba muy preocupado por ti- y para su sorpresa le colocó una mano en el hombro a Shusei y lo miró con cariño.
- ¿Cómo te sientes?
- Bien... sabes, no estaba inconsciente.
- ¿Qué?
- Me desperté hace dos noches, tu estabas durmiendo, supongo que era muy tarde, después me dormí.
- ¡Quieres decir que estuviste inconsciente un día y los otros dos dormiste!
- jeje si... supongo que necesitaba descansar...- dijo rascándose la cabeza, luego se puso seria- pero cuando desperté tu también estabas aquí Yuriko.
- ¿He? ¿Yo?
- Si, Shusei-san estaba dormido en esa silla- señaló la silla al lado de su cama- ¡Y tú también estabas dormida, en su cama!- terminó, señalando la cama de Shusei.
- Ha... es que hubo un derrumbe y mi habitación quedó sepultada esa noche- dijo Yuriko en forma de respuesta, pero se había sonrojado un poco.
- Le preste mi cama para que durmiera. Además, se suponía que yo debía estar despierto toda la noche, cuidándote.
- ¿Toda la noche?- Hadda miró a su primo a los ojos, tenía ojeras enormes, al parecer se había dormido solo esa noche.
- Creí que no me había dormido...- dijo decepcionado- perdóname, podría haberte pasado algo en ese rato...
- Shusei- lo detuvo ella- muchas gracias por cuidarme Shusei-san.
Se quedaron un rato en silencio, hasta que Shinji irrumpió en la habitación, entrando de un portazo.
- ¡Aquí estás Yuriko! ¡Te he estado buscando!- le gritó a la chica, luego miró a Hadda- ¡Veo que ya despertaste! ¡Ya era hora!
- ¡Shinji cálmate!- le gritó Shusei, Hadda jamás lo había visto gritar así- Si vas a gritar, hazlo afuera, Hadda necesita descansar.
- Si, eso supongo...- dijo de mal modo, luego se dirigió a Yuriko de nuevo- Ven aquí, tengo que decirte algo!
La chica suspiró, miró a los dos Heian y salió de la habitación detrás de Shinji. Cuando se aseguró de que se habían alejado, Shusei dijo:
- Creo que se dio cuenta de que tu enorme poder no venía de ese demonio.
La chica se encogió de hombros- Yo se lo advertí, ese demonio no es como cualquier otro.
- Pero tú le dijiste que él te proporcionaba ese enorme Aura y poder, como lo hace un bijuu con su jinyuriki.
- Yo jamás le dije eso, él lo dio por sentado, supuso que ese demonio era como un bijuu, que estaba sellado pero que yo podía usar su poder... lástima que no es así.
- El Fuego de Marte es lo que te da ese enorme poder, ¿verdad?- ella asintió- Pero no podías usarlo por culpa del demonio.
- Así es. Sin el Fuego de Marte el sello que lo mantenía encerrado no se hubiera podido crear.
- Ya veo... y dime... ¿Quién es ese demonio, por qué posee tanto poder?
- Es el demonio contra quien lucharon los primeros cinco Guerreros Mágicos, su primer y más grande adversario. El líder de la oscuridad en ese gran guerra inicial del bien contra el mal.
- Pero... ¿no lo mataron?
- Eso creyeron, pero al parecer este demonio se convirtió en espíritu, esperando reencarnar algún día.
- Pero como no pudo reencarnar intentó apoderarse de un cuerpo poderoso que tuviera alma débil, y como te encontró a ti, creyó que podría controlarte.
- Si, él creyó que como yo era sólo un bebe me controlaría, pero mi alma era fuerte en ese entonces, por las sucesivas encarnaciones que tuve.
- Y lo sigues siendo- aclaró Shusei- tu alma sigue siendo fuerte.
- No... mi alma está muy debilitada por culpa del sello y de las divisiones que sufrí.
- Entonces, ahora que estás libre, podrás entrenar para fortalecerla, como lo era cuando eras pequeña.
- Si, es probable... pero aquí, en Caelum Sanguis, con Shinji asechándome, no podré hacer mucho.
- Entonces iremos adonde sí puedas fortalecer tu alma, adonde sea.
- ¿Iremos? Shusei...
- Sabes que te acompañaré adonde sea- - la interrumpió él- hice una promesa, a ti y a tu madre, y no quiero seguir rompiendo promesas... te acompañaré adonde sea y te protegeré con vida... haré lo que sea para hacerte feliz.
- I-Shusei... ¿traicionarías incluso a Caelum Sanguis por mí?
- A ellos y a quien sea... después de todo, un traidor siempre será un traidor.
- Para mi tu no eres un traidor, eres un héroe.
La miró por unos minutos, pero luego dijo:
- Entonces, ¿Cuál es tu plan?
- ¿Mi plan...? Es sencillo. Escaparemos a la Aldea del Fuego.
- Pero... no voy a poder vivir ahí, todos me condenan por lo que hice y no los culpo por eso, porque yo hice que me condenaran.
- No, Toki, Mei, Kaori y mi padre saben la verdad... saben que eres nuestro aliado.
- Pero cuatro personas no bastan para convencer a toda una aldea.
- Shusei escúchame- él la miró en forma de respuesta- ¿Confías en mí?
- Claro que si.
- Entonces no tienes de que preocuparte- bajó de la cama, se acercó a la puerta y espió el pasillo- debemos irnos lo antes posible. Podemos aprovechar ahora, que Shinji está con Yuriko e irnos.
- De acuerdo, pero... ¿vas a ir en pijama?
- ¿He?- solo entonces se dio cuenta de que no tenía puesta su túnica- ¡Ha! No me había dado cuenta... pero... ¿Quién me cambió?
- No te preocupes- Shusei se acercó a la puerta- fue Yuriko. Cámbiate y nos iremos, ¿si?- ella asintió con una sonrisa y él salió de la habitación.
Pasaron unos minutos. Ambos estaban en el pasillo, hablando en susurros.
- Entonces, no volveremos.
- No, nos quedaremos en la Aldea. Como ambos somos desertores tendremos que escondernos.
- Si, y estar atentos, porque ahora no solo somos desertores del Fuego, también lo somos de Caelum Sanguis.
- Si, lo se. Por eso tu vivirás con mi padre y yo con Kaichi, así estaremos alejados y n barrios muy diferentes.
- De acuerdo, vamos.
Y salieron de la guarida a toda velocidad, creyendo que no habían sido vistos. Pero Takuma, que estaba escondido, no tardó en llamar a Shinji.
El líder apareció, seguido de Kasuya y hisao. Yusei, Kaname y Yuriko estaban esposados con resistentes lianas, por ser los más allegados a los dos Heians.
- Esos dos se arrepentirán de habernos traicionado, así que- miró a los tres esposados- prepárense para ver morir a sus amiguitos...
- No lo creo Shinji- contradijo Kaname- ellos no van a morir en tus manos... son más fuertes que tu.
- Kaname... ¡si no fueras una marioneta ya estarías muerto!
El Chimu le dedicó una maliciosa sonrisa. Él mismo había creado una técnica llamada “Técnica del Marionetista Supremo”, por la cual el alma del ejecutor de la técnica se transportaba a una marioneta y no podía morir, excepto que él lo quisiera. El verdadero cuerpo de Kaname había muerto de una enfermedad a muy temprana edad y desde entonces el Chimu permanecía inmortal en una marioneta de aspecto humano, de madera rojiza y cabello naranja.
Shinji miró a Kasuya, Hisao y Takuma- Vamos, no podemos dejar que esos traidores escapen. Nadie traiciona a un traidor así como así.

Cáp. 18: Sacrifico inesperado.

27 may 2009

cronicas... cap 16 parte 2

cap anterior:
El ser lanzó una carcajada- Esa cosa no piensa, solo toma a un alma y la saca del cuerpo, es todo.
- ¡¿Qué?! No, no, suéltame, suéltame!!- Hadda comenzó a luchar por liberarse de la energía, pero era inútil- ¡Shusei-san! ¡¡Ayúdame!! ¡¡Shusei-san!!


El grito de auxilio de Hadda fue más fuerte que sus alaridos y llegó a Shusei, el cual se dio vuelta y vio como la mano de Aura intentaba salir del cuerpo de su prima.
- ¡No! ¡Shinji espera!
El líder lo miró extrañada. El Heian serró los ojos y se transportó a la mente de su prima. La energía, que tenía forma de mujer, arrastraba a Hadda como si nada, tomándola de la capucha, y la chica intentaba soltarse sin éxito. El demonio reía a carcajadas y se revolcaba en el piso. Shusei corrió hacia la energía y gritó, al mismo tiempo que el sello del fuego brillaba en su cuello.
- ¡Suéltala! ¡A él tienes que sacar!- y señaló al demonio.
La energía, que tenía la forma de la madre de Hadda, una mujer de cabello castaño claro y ojos color miel, lo miró fijamente un minuto. Luego soltó a Hadda y se dirigió hacia el demonio, que dejó de reír y comenzó a intentar detener a la energía.
- Hadda, estás bien?
- Si, si- la chica miró a la energía- ¿Por qué tiene apariencia humana?
- No solo tiene apariencia humana, es la apariencia de tu madre, la original creadora de tu sello.
- Mi madre... ¿esa es... mi madre?- preguntó con ojos llorosos.
- Si... escucha, será mejor que vengas con migo, tu cuerpo es muy peligroso en este momento.
- De acuerdo, ¿pero adonde...?
- A mi mente.
Ella se sorprendió, aunque siempre se comunicaban mentalmente y su primo había ido muchas veces a su mundo mental, ella nunca había entrado al mundo mental de Shusei. Ambos se miraron a los ojos y se transportaron. Salieron casi despedidos del cuerpo de la joven y entraron al de él.
La mente de Shusei era una amplia e infinita pradera, de cielo rojizo y nubes negras, con una eterna Luna llena negra. Soplaba un fuerte viento y todo tenía un tono rojizo y negro. Hadda se miró las manos y luego miró a Shusei, ambos había tomado la tonalidad rojiza y negra de todo lo demás.
- ¿Aquí es donde traes a las personas a través del Tsuki no Tenshi?
- Si, al igual que tu las transportas a tu oscuridad infinita, yo las transporto aquí, a la pradera roja.
Hadda observó el lugar por un largo rato, mientras Shusei volvía al exterior:
- ¡Rápido Shinji! ¡Ya es hora! ¡Saca al demonio!- le gritó el Heian al líder.
Shinji lo miró y asintió, Shusei era único capaz de gritarle de esa forma y de darle órdenes al líder. Él volvió a mirar a víctima, que seguía retorciéndose y lanzando demoníacos gritos y comenzó a sacar la mano de Aura del interior de la chica. Poco a poco el brazo fue saliendo y los gritos se fueron perdiendo.
Cuando salió completamente, la enorme mano estaba cerrada y se oían demoníacos gritos y palabras en un idioma extraño: el demonio intentaba escapar, haciendo que su cuerpo (en forma de un extraño humo rojizo) se escabulla entre los dedos. Pero Shinji fue lo suficientemente rápido como para crear el nuevo contenedor. Realizó seis posiciones y luego gritó, colocando sus manos entrelazadas de palma contra su pecho:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Sellado con Almas Múltiple!
De la nada, una especie de humo gelatinoso plateado salió de su boca, al mismo tiempo que los otros sellos brillaban y el mismo humo salía de las bocas de los demás miembros de Caelum Sanguis. Las ocho almas comenzaron a rodear la mano. Entones de la boca del inerte cuerpo de Hadda también salió la parte de su alma que ella había dejado intencionalmente ahí y se unió a las demás partes. Las nueve partes de las nueve almas se pegaron a la mano y la envolvieron como un papel de regalo.
Shinji, que había caído de rodillas y estaba agitado, levantó dificultosamente su brazo derecho y una vez más hizo brillar la herramienta del poder para absorber definitivamente el poder del demonio y unirlo a los otros nueve bijuus. Uno por uno los miembros de Caelum Sanguis fueron desmayándose por el shock de la división de almas.

Shusei cayó en los brazos de su prima, ya no podía, iba a desmayarse. La pradera roja perdió su tiñe rojizo y se volvió completamente oscura, como una noche sin Luna ni luces. Cuando su primo quedó dormido en sus brazos, supuso que a Shinji le estaba por pasar lo mismo y sin dudarlo abandonó el cuerpo del Heian y se dirigió al cuerpo del líder.

La mente de Shinji era muy extraña. Hadda se encontraba flotando en un lugar repleto de espejos y puertas, el lugar era de muchos colores psicodélicos que no se quedaban quietos, todo se movía y era muy silencioso.
- Que... guau, que lugar tan extraño...
- ¡Que haces en mi cuerpo!- la aturdió una voz!
La chica se dio vuelta, Shinji también flotaba, pero estaba distinto, sus ojos eran más pequeños y su boca más alargada de lo normal. La chica estaba por hablar cunado otro grito la interrumpió.
- ¡Sal de mi cuerpo Hadda!
Miró a su izquierda- ¡Shinji! Como es que...- pero antes de que pudiera terminar otro Shinji apareció por su derecha. El de la izquierda tenía unas tremendas ojeras y el otro ojos muy grandes- ¡Ha...! ¡No puede ser! ¡Eres igual que yo! ¡Eres un Ser Mágico que puede dividir su alma!
- Si- le dijo el de la boca enorme- ¡Y tuve que utilizar una de esas partes para crear el sello!
- ¡Ja! Te dije que no te sería fácil Shinji...- dibujó una maliciosa sonrisa.
- Borra esa sonrisa de tu cara, el sello ya está hecho, el poder del Gran Demonio me pertenece ahora- dijo la voz del líder a su espalda.
La chica de dio vuelta, el Shinji original estaba ahí- Si... felicitaciones... el poder del “Gran Demonio de Fuego” es tuyo. Ahora, si me permites, iré a mi cuerpo a descansar y a acostumbrarme a la paz...
Y dicho esto la chica salió del cuerpo del líder de Caelum Sanguis y se metió en el suyo.
- ¿Acostumbrarse a la paz?
- Porque dijo el Gran Demonio con ese tono, como burlándose.
- No es buena señal...
- No se lo que signifiquen sus palabras, pero lo voy a averiguar... esa chica oculta muchas más cosas de lo que creemos, estoy seguro.

Cáp. 17: Traicionando a los traidores.

10 may 2009

Cronicas... cap 16: rompiendo el sello

Cáp. 16: Rompiendo el sello.

Entraron. Era la primera vez que Hadda entraba en la misteriosa habitación, pero no sería la última. Era una enorme sala circular, muy oscura, apenas iluminada con dos antorchas enormes en la parte norte. En el centro había una especie de santuario que le recordó a Stonehenge, con diez columnas, las cuales rodeaban a unas cadenas sujetas al piso, las cuales, supuso, eran usadas para mantener quiero al jinyuriki capturado.
Sobre las columnas, cada uno de los miembros de Caelum Sanguis esperaba pacientemente a que los preparativos comenzaran. De la nada, Shinji apareció detrás de Hadda y la tomó de los hombros, luego la empujó bruscamente hacia las cadenas. Shusei bajó la mirada y cerró los ojos, no podía soportar que la maltrataran, pero esta vez tampoco podía impedirlo.
El Heian subió a la columna sin levantar la mirada. Shinji hizo arrodillar a Hadda y le ató los tobillos y las muñecas a las cadenas. Aunque sentía la necesidad de arrancarlas, no lo hizo, sabía que no debía, ya que si lo hacía todo por lo que había luchado se destruiría.
- Mas te vale que estas cosas sean resistentes Shinji- le dijo entre dientes y en tono de amenaza.
- Intenta zafarte y lo comprobarás.
Miró con atención las cadenas, eran muy gruesas y parecían bastante resistentes.
- No me tientes Shinji... sabes que soy capás de hacerlas añicos.
- Pero no lo harás- se le acercó hasta que la punta de sus narices se tocaron- porque si escapas, le dirás adiós a tu mejor amigo y a la Aldea del Fuego.
Resopló en forma de respuesta y luego giró la cabeza bruscamente, haciendo que su cabello golpeara a Shinji. El líder la tomó del mentón y la llevó hacia él repentinamente. Ambos activaron sus Técnica Oculares y se miraron fijo a los ojos. Entonces...
- ¡Shinji, deja de perder el tiempo y comencemos!- le gritó Yuriko.
Shinji soltó a Hadda y comenzó a caminar hacia su columna lentamente. Todos lo observaron en silencio. Cuando el líder se ubicó en su lugar, tomó el collar que tenía en el cuello y se lo sacó. Lo enredó en sus muñecas e hizo una extraña posición de manos que Hadda jamás había visto.
- ¡Herramienta del Poder!
El sellos que colgaba del collar, el cual tenía el kanji “unión”, comenzó a brillar. Entonces los demás miembros comenzaron a hacer las posiciones de manos de sus sellos: Shusei, fuego (Kyuubi no youko) y demonios (Yamata no orochi); Yusei tierra (Kaku); Yuriko rayo (Raijuu); Takuma ilución (Houkou); Hisao veneno (Sokou); Kasuya agua (Isonade) y oscuridad (Nekomata); y por último Kaname, viento (Shukaku). Todos los sellos comenzaron a brillar en el orden en que hicieron las posiciones y por último la herramienta del poder volvió a brillar con más intensidad.
Entonces cada uno comenzó a rodearse de un poderosísimo Aura, que poseía el poder del sello. Entonces Shinji volvió a decir:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Unión de Sellos!- los nueve Auras abandonaron a sus portadores y se dirigieron hacia Shinji, concentrándose en la herramienta del poder- ¡Ruptura del Sello!
Entonces toda la energía concentrada en la herramienta rodeó la mano derecha de Shinji, el cual hizo un movimiento brusco y luego apuntó a Hadda con su mano, como si fuera una flecha. De la nada, el poderoso Aura tomó forma de lanza y se dirigió a toda velocidad hacia ella. Se preparó para recibir el golpe, sabía que iba directo a su pecho, por lo que alejó todo su Aura de ese punto para que el sello se rompiera más fácilmente.
La flecha de Aura la atravesó fuertemente y no pudo evitar lanzar un fuerte que resonó en toda la habitación. Cayó de rodillas, agitada y con los ojos cerrados. Cuando los vio que Kaname y Yusei hablaban, pero no podía escuchar nada. Las cadenas habían lastimado un poco sus muñecas, aún así el sello solo había sufrido un leve rasguño, apenas se había agrietado.
- Es extraño, normalmente la flecha traspasa al portador.
- Si Yusei, pero parece que Hadda no exageraba cuando dijo que el sello era casi indestructible.
- ¡¡Shinji!!- la voz de Hadda ya tenía un tono demoníaco- Será mejor que te apures... ¡deja de hacer estupideces y destruye el sello de una vez!
- ¡Cállate Demonio Escurridiza!
- ¡Deja de hablar y comienza a actuar! No vez que esa flecha fue muy débil, apenas se agrietó... debiste buscar un reemplazo para Genji y Naiki... ¡una persona no puede darle a dos sellos la misma energía que a uno solo! ¡Por eso el sello sigue activo!
- ¡Cállate! ... Shusei, Kasuya, activen un sello a la vez y pásenme la energía.
Ambos obedecieron.
- Fuego- dijo el Heian, haciendo la posición del fuego.
- Agua- dijo Kasuya, rodeando sus brazos de Aura en forma de espiral, siguiendo los tatuajes del agua que tenía.
Los Auras de ambos los rodearon y fueron directo a Shinji.
- Demonios- Shusei hizo una posición de manos extraña, que solo había visto hacer a Genji, entrelazó sus dedos y luego levantó los dedos índice y anular de ambas manos.
- Oscuridad- Kasuya realizó la misma posición, solo que también levantó el meñique.
También se dirigieron hacia Shinji. El líder repitió la posición de manos y volvió decir:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Ruptura del Sello!
La flecha de Aura volvió a formarse, esta vez mucho más poderosa. El líder volvió a lanzarla directo al corazón. Hadda volvió a retirar todo su Aura de su corazón, para que el sello quedara al descubierto. La flecha volvió a atravesarla a una increíble velocidad, pero esta vez la traspasó: el sello se había quebrado.
La chica comenzó a gritar endemoniadamente, lanzando alaridos aturdidores, desgarradores. Comenzó a retorcerse, como si no tuviera huesos. Las cadenas que la ataban estaban tan tensas que comenzaron a lastimar sus muñecas terriblemente, haciéndolas sangrar. El Aura del demonio comenzó a rodearla, haciéndose cada vez más fuerte.
Todos quedaron anonadados, nunca ningún jinyuriki había reaccionado así ante la ruptura de su sello. Era evidente que el demonio la estaba poseyendo, estaba intentando salir del cuerpo de la chica, pero ella no se lo permitía, porque, como había dicho, era su alma la que mantenía controlado al demonio. Luego de unos minutos, Shusei salió de su sorpresa y le gritó a Shinji.
- ¡Rápido Shinji, hay que extraerlo o nos matará, no solo a Hadda, a todos!
- ¿He? ¡Oh, claro! ¡Extracción!
Todos los miembros de Caelum Sanguis comenzaron a hacer una serie de posiciones de manos muy extrañas. Cuando todos terminaron de hacer las tres series de seis posiciones, un majoringu[1] se dibujó en el piso, de modo que cada una de las columnas quedó en un punto central y Hadda quedó en el centro del círculo. Entonces Shinji tomó la herramienta del poder y la enredó en su brazo derecho.
- ¡Herramienta del Poder! ¡Extracción!
Su brazo se rodeó de la misma energía que había formado la flecha y entonces apuntó con su mano abierta a Hadda. De la nada una mano gigantesca, formada de ese Aura, salió del brazo del líder y se introdujo en el cuerpo de la chica, la cual comenzó a gritar aún más fuerte.
Todo permaneció unos minutos en completo silencio, hasta que Hadda volvió a gritar, tirando la cabeza hacia atrás y abriendo los ojos bruscamente. Sus ojos habían cambiado: estaban completamente rojos, de iris amarillo y pupilas también rojas: eran los ojos del demonio. Al instante, sus parpados, labios y nariz comenzaron a sangrar. Ella no paraba de gritar e Shusei serró los ojos y le dio la espalda al escenario, a la vez que se tapaba los oídos.

Mientras tanto, en la mente de Hadda se libraba una terrible batalla: ella y un ser espeluznante de tez rojiza y cabello negro profundo luchaban por ver quien controlaba a quien. Parecía que el demonio iba a ganar, cuando una extraña energía los interrumpió, interponiéndose.
- Pero que rayos...
- Estás acabado demonio, Shinji logró alcanzarte, ahora va a extraerte.
- Así que esta cosa es lo que me sacará de dentro tuyo- dijo el demonio tocando con un puntiagudo dedo a la energía, que estaba tomando forma.
- Si, al fin me libraré de ti...
El demonio observó atentamente como la energía tomaba forma humana- O yo de ti...
- ¿Qué...?
Entonces de la nada el demonio se abalanzó sobre Hadda, haciéndola caer de espaldas y él arriba. Comenzaron a forcejear, rodando por el piso, mientras la energía intentaba agarrar al demonio. En cierto momento Hadda quedó arriba y la energía la tomó de la capucha de la túnica y se la acercó.
- ¿Pero que haces? ¡Él es el demonio!
El ser lanzó una carcajada- Esa cosa no piensa, solo toma a un alma y la saca del cuerpo, es todo.
- ¡¿Qué?! No, no, suéltame, suéltame!!- Hadda comenzó a luchar por liberarse de la energía, pero era inútil- ¡Shusei-san! ¡¡Ayúdame!! ¡¡Shusei-san!!


..continuará...

[1] Majo: burja/o - Ringu: aro/circunferencia. Majoringu: circunferencia con iscripciones usadas en la magia.

3 may 2009

Cronicas... cap 15: la preparacion ...

Cáp. 15: La preparación.

Estaba sentada en la infinita oscuridad de su mente, observando el desolador paisaje, esperando despertar, como miles de veces antes. Pero esta vez no era como las demás, esta vez su cuerpo estaba débil y su también, eran las circunstancias perfectas para que el demonio saliera y tomara el control.
Una ráfaga de viento rojizo pasó velozmente por su izquierda. La miró de reojo, él quería salir, pero no lo dejaría, hacía muchos años que le impedía salir. Antes, necesitaba de la ayuda de alguien más para mantener en equilibrio, pero desde que había cometido el peor de su vida, ella era su propio equilibrador.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la única puerta abierta. El viento rojizo comenzó a envolverla rápidamente; pero no se desesperó, simplemente tomó el picaporte de la puerta que se estaba volviendo roja y simplemente la cerró de un portazo. El viento se metió por la cerradura y el paisaje volvió a ser infinitamente negro.
Suspiró profundo y retrocedió unos pasos, pero se sobresaltó al sentir que chocaba con alguien. Se dio vuelta y se encontró cara a cara con Shusei. Suspiró aliviada, su primo le sonrió y le colocó una mano en el hombro: sus ojos mostraban preocupación.
- Ya estás en Caelum Sanguis, ya no hay vuelta atrás.
- Lo se, pero así es mejor... ahora Toki y todo la aldea están a salvo.


Unos meses después, en una remota caverna del País de la Garra, Kentaro e Ikkyo hablaban. El Heian estaba sentado en una delicada silla de madera revestida en terciopelo. Kentaro estaba parado en frente de él.
- ¿Estás seguro de que funcionará?
- Claro que estoy seguro Kentaro- sacó un mechón de cabello castaño claro- esto me guiará hacia Hadda y ella está con Shusei.
- Pero...
- No te atrevas a contradecirme gusano. Después de todo tu solo eres un peón, un pedazo de metal que sigue a un imán, solo porque ese imán tiene poder...
- No me refería a eso... yo... Ikkyo-sama, cómo estás tan seguro de que Hadda está con Shusei?
- ¿Crees que no los conozco? Ellos están juntos... te lo aseguro.
- ¿Juntos...? pero... en que sentido?
Lo miró como quien mira a una cucaracha muerta- En todos los sentidos que se te ocurran.
Kentaro se quedó un rato en silencio, esperando a que Ikkyo dijera o hiciera algo, no siempre entendía lo él decía o hacía, no era tan predecible ni tan fácil de complacer como Genji-sama.
- ¿Cuándo dices que harán el ritual?
Tardó un poco en comprender que le estaba hablando a él- Ham... está previsto para esta noche, porque es Luna nueva...
- ¿Y que tiene que ver la Luna nueva en todo esto?
- Ham... aparentemente el demonio interior de Hadda-hime se debilita en Luna nueva.
- Hum ya veo... entonces el mejor momento para atacar será mañana.
- No lo creo- Ikkyo lo miró, de seguro iba a decirle algo, pero él se apresuró a agregar- Incrementarán su seguridad por el ritual! Quizás sería mejor atacar pasado mañana o dentro de cinco o seis días...
- No, seis días es mucho tiempo, Hadda es una mujer inquieta, querrá entrenar apenas se despierte, y no pudo impedir que se acostumbre a sus nuevos poderes... atacaremos en tres días.
- De acuerdo, como digas...- hizo una reverenda y salió de la habitación de piedra lentamente.
“- Cuando Hadda esté débil no podrá defender a mi hermano y entonces nadie se interpondrá entre mi venganza y yo.”

Mientras tanto, en la Aldea del Fuego, Kaichi entra algo nervioso (muy inusual en él) a la oficina de la HiKokuo.
- Kaichi, cálmate, que te pasa?
- Kaori... aún no ha vuelto de la misión...
- Cálmate, Kaori es un buen Chimu, podrá llevar la misión con éxito.
- Pero... su equipo, dijiste que eran tres Deshis más, y es su primera misión de rango A como Chimu, no crees que necesitarán ayuda.
- Kaichi, escucha: Kaori es un buen líder, po algo fue ascendido a Chimu, y los tres Deshi son sus amigos, él los conoce, además no son Deshis cualquiera: Takeshi, el hijo del líder SSEG; Tsume, el genio del Clan Dobutsuchi y Soichi, el nieto del tercer HiKokuo, son Deshis de elite.
- Pero...
En ese momento Kazuo entró como si nada a la oficina, le dejó un papel a Keiichiro y se dispuso a salir de nuevo.
- ¡Kazuo espera!- el hombre la miró, sus ojos celestes habían perdido su brillo habitual- Acompaña a Kaichi al País de la Garra, a la aldea fronteriza y demuéstrale que su hijo está bien.
Asintió con la cabeza y salió, junto a Kaichi, de la habitación y luego de la aldea, tomando el camino del oeste.

Unos veinte minutos más tarde, unos kilómetros al sur de la triple frontera (el País del Fuego, el País del Desierto y el País de la Garra), en la entrada secreta a la guarida escondida de Caelum Sanguis, Takuma, el mitad planta, espera el regreso de los dos Heian. Luego de unos segundos, dos figuras comienzan a verse por el camino: ambas llevaban túnicas y la de la derecha es más petiza que la de la izquierda.
- Ya era hora...
-Hey, el País del Fuego es grande- dijo en forma de respuesta Hadda, entrando sin mirarlo al túnel.
- ¿Dos especialistas en persecución, secuestro y rescate, no pueden encontrar a un simple asesino en su país de origen?- preguntó, con un tono de burla y acusación.
La chica se detuvo en seco y lo miró penetrantemente con sus ojos cristalinos- Buscar un criminal en el País del Fuego es como buscar una aguja en un pajar.
- No creo que sea difícil para ustedes... conocen el país y poseen el Jigokume...
- Deja de quejarte Takuma- interrumpió bruscamente Shusei, interponiéndose entre ambos- trajimos diez mil... era la recompensa.
- ¡¡Diez mil!! Co...
Antes de que pudiera continuar hablando, Shusei empujó hacia adentro del túnel a Hadda y desaparecieron de la vista en un abrir y cerrar de ojos.
Comenzaron a caminar por el apenas iluminado pasillo hecho de piedra y pasados unos minutos Hadda tomó de la mano a Shusei, él la miró algo extrañado.
- ¿Crees que Shinji sospecha algo?
- No lo se... y si lo hace no me importa... sabes que haré lo que sea para hacerte feliz.
- Pero...
Le acarició el cabello demostrándole cariño- Kaichi te hace feliz y él está en la Aldea, por lo tanto tu eres feliz yendo a la Aldea... y me ocuparé de que nadie te impida llegar todas las semanas a tu felicidad...
Ella le sonrió tiernamente y le dijo en un susurro- Gracias Shusei-san.
Él estaba por decir algo, cuando Yusei y Kaname aparecieron.
- Hola chicas, ¿Cómo están?- saludó alegremente Yusei- ¿Te cortaste el cabello Hadda?
- Oh si... jeje creí que nadie aquí se daría cuenta.
- Hey, es fácil notar los cambios en alguien a quien aprecias... te queda muy lindo.
Hadda se ruborizó un poco por el comentario del chico- Jeje gracias...
- Oigan, tengan cuidado, Shinji está algo extraño con respecto a ustedes- les advirtió Kaname.
- ¿Extraño?
- Te lo dije Shusei-san, sospecha algo...
- Oigan cálmense... nosotros nos hicimos cargo de que no sospeche...
- Gracias Yusei-kun, pero...
- Hey, si trajeron recompensa no tienen de que preocuparse.
- Entonces no va a decirnos nada... porque trajimos bastante- Shusei hizo resonar unas monedas dentro de su túnica y sonaban a muchas.
- Cielos... espero que sean tantas como suenan...
- Lo son.
Se despidieron de sus amigos y siguieron caminando, al cabo de unos quince minutos se cruzaron con Yuriko.
- Me da gusto verte Shusei-kun... Shinji ya se estaba poniendo algo... especulativo.
- ¿Especulativo?- preguntó Hadda.
Ella asintió y comenzó a caminar junto a ellos- Está convencido de que ustedes dos esconden algo.
Los dos Heian se miraron de reojo, entonces Shusei dijo en forma de respuesta:
- Todos en Caelum Sanguis ocultan algo, como por ejemplo el porque de pertenecer a esta organización.
- Si... tienes razón... pero será mejor que tengan cuidado.
Siguieron caminando un rato más, el pasillo tenía cada tanto puertas que conducían a diferentes habitaciones, pero ellos debían llegar a la última puerta antes de la gran habitación circular, que era el lugar en donde siempre se encontraba el líder, cuando no estaba en su habitación.
Cuando por fin llegaron, Shusei llamó suavemente a la puerta y de dentro se escuchó la voz de Shinji decir:
- Entren.
Los tres jóvenes entraron a la oscura habitación, en la que no se distinguía ni una sola parte de pared porque había decenas de espejos de diferentes tamaños, formas y con diferentes efectos. El líder estaba en el centro de la habitación, de espaldas a la puerta y con los ojos cerrados.
- Ya era hora de que llegaran... hoy es el día...- abrió un ojo y miró fijo a Hadda- espero que estés lista.
Activó el Jigokume solo en su ojo izquierdo en forma de respuesta.
- Espero que por lo menos hayan traído recompensa, ya que tardaron tanto...
Shusei dibujó en su rostro una pequeña mueca de risa y lanzó una pequeña bolsa de cuero. Shinji la tomó en el aire como si nada, la abrió y sorprendido abrió el otro ojo.
- ¿Y esto es el diez por ciento?
- jaja lo vez Shinji, tengo pocas misiones, pero...
- El dinero no compensa nada Hadda- la interrumpió bruscamente. Prepárense, apenas se esconda el Sol comenzaremos con el ritual.
Shusei y Yuriko salieron de la habitación apenas terminó de hablar, pero ella no se movió, siguió con la mirada fija en Shinji, el cual volvió a cerrar los ojos.
- Mas te vale que cumplas tu promesa Shinji, o sino...
- ¡Ja! ¡O sino que! Para medianoche no serás más que una simple kunoichi desmayada.
- No te confíes tanto, que sea Luna nueva no quiere decir que te va a ser fácil...- le dio la espalda y comenzó a caminar hacia la puerta- tendrás que tomar parte de mi alma si quieres controlar su poder...
- Como digas...
En ese instante el reflejo de unos ojos rojos apareció en la puerta, pero ella hizo girar las aspas de su Jigokume -que seguía activado solo en el ojo izquierdo- y anuló la ilusión, luego simplemente salió de la habitación.

Horas más tarde, unos minutos después del atardecer, Hadda caminaba junto a Shusei por el largo pasillo hacia la gran habitación circular.
- De verdad, ten cuidado Shusei-san...
- Deberías preocuparte por ti, no por mi... tienes que ocuparte de resistir para no morir.
- No voy a morir... pero ustedes... ¡todos están en peligro!
- Cálmate... hemos hecho esto muchas veces, tomamos las precauciones necesarias para que nadie muera.
- Y sin embargo los jinyurikis siempre han muerto.
- Me refería a miembros de Caelum Sanguis.
- Si, pero esta vez va a ser diferente, porque esta vez no será un bijuu lo que van a extraer, va a ser un demonio mucho más poderoso.... ¡incluso es posible que deban crear un sello contenedor!
Se pararon frente a la puerta. Shusei la tomó de los hombros y la miró fijo a los ojos como nunca antes lo había hecho.
- ¿Confías en mi?- le preguntó, con una voz muy atractiva. Ella asintió despacio con la cabeza. Él le tomó la cara muy suavemente y se la acercó hasta que sus narices se tocaron- entonces no tienes de que preocuparte. Yo siempre te voy a proteger- y entonces la besó lentamente.
Pero Hadda, aunque respondió a ese dulce beso, sabía lo que su primo quería transmitirle; era un gesto de cariño, para decirle que siempre estaría con ella, que la protegería y que era una promesa, una promesa sellada con un beso que pareció eterno, un beso entre dos primos que se amaban y sabían que aunque nada ni nadie los podría separar, nunca podrían estar juntos.
Cuando se separaron, volvieron a mirarse a los ojos, pero esta vez por un segundo, y luego entraron a la enorme sala, sabiendo lo que les esperaba.

Cáp. 16: Rompiendo el sello.

2 may 2009

Cronicas... cap 14, parte 2

cap anterior:
- Ichi, Ni, Sam, Shi, Go...- luego lo terminó con una fuerte patada en el costado- ¡Jigoku Rendan!
La patada lateral mandó a volar a Toki, el cual, cuando cayó al suelo, siguió raspando y cayó al río. Hadda se paró enfrente de él y, dirigiéndose a la serpiente dijo:
- ¡Desaparece!
- Muy bien...- respondió el animal- pero tu vendrás conmigo, sapo.


Y en un abrir y cerrar de ojos desaparecieron, dejando una nube de homo en su lugar. La chica bajó hacia el río, su amigo seguía bajo el agua. Fingiendo despreocupación se acercó al agua, no alcanzaba a verlo, por lo que comenzó a caminar por la superficie del río. Todo estaba extrañamente tranquilo, solo se escuchaba el sonido del agua al correr y el suave cantar de los pájaros. Centró su mirada en sus pies, los cuales flotaban sobre el agua como si estuvieran sobre la tierra, y sin quererlo su mente se transportó años atrás, al día en que aprendió a caminar sobre el agua...

- ¿En verdad puedes caminar sobre el agua Toki?
- ¡Ja! Claro que si, todos los ninjas geniales como yo pueden hacerlo Hadda- presumió el chico.
- Mmm... Bien, muéstramelo- lo desafió ella, creyendo que no lo lograría.
- De acuerdo- contestó él, con total confianza.
Toki se acercó al río como si nada, levantó un pie, lo apoyó en superficie del agua y, en lugar del fuerte chapuzón que esperaba, Hadda vio a su amigo flotando como si nada sobre la inconstante superficie del río.
La chica se quedó entre sorprendida y emocionada. Si Toki podía hacerlo, y todos los demás ninjas también, entonces ella debía aprender.
- Bien, es mi turno!
- Si, si, pero tranquila, a mi me llevó bastante poder aprenderlo.
- ¡Bien, entonces enséñame Toki!
- Bueno, lo primero que debes hacer es concentrar Aura en tus pies y luego caminas.
- ¿Solo eso? ¡Es fácil!
- Eso es lo que parece, pero no. Debes ir variando la cantidad de Aura a causa de la inconstancia de a superficie del agua.
- Oh... bien, voy a intentarlo.
Entonces concentró Aura en sus pies y caminó hacia el río. Era una cantidad pequeña, pero sabía que debía incrementarla si el agua se agitaba demasiado. Se acercó al río, colocó un pie y apenas levantó el otro cayó al agua.
- jeje te lo dije.
Salió del río- Supongo que debo mandar más...- volvió a hacerlo y esta vez logró mantenerse en la superficie, pero debía mantener el equilibrio con sus brazos- ¡lo estoy logrando!
- Si... eso parece...
Con solo un intento más logró dominar la técnica para caminar sobre el agua...
Sus pensamientos volvieron al presente, siempre le había sido fácil aprender técnicas que involucraran control y uso de Aura, ya que poseía un gran control de éste, pero en lo referente a combate cuerpo a cuerpo y con armas, no era muy buena, por lo que necesitaba entrenar duro.
Alejó sus pensamientos del pasado y se centró en encontrar a Toki. No lo veía por ningún lado, no lo sentía ni oía... solo había una opción.
- ¡Jigokume!- sus ojos celestes se volvieron rojos una vez más y las cuatro aspas salieron de sus pupilas. Comenzó a observar el entorno y lo encontró, se había mimetizado con viento.
Antes de que Hadda pudiera hacer algo, Toki comenzó a atacarla y como ahora él era el viento, ella solo pudo esquivar algunos de sus ataques, ya que la velocidad de su cuerpo no alcanzaba a la velocidad de sus ojos y cerebro. Era demasiado lenta para evadir los ataques del Viento. Era obvio que Toki había estado entrenando muy duro y, por primera vez desde que se conocían, él hizo que Hadda cayera de rodillas al suelo.
Los ataques cesaron. Hadda tenía cortaduras por todo el cuerpo, especialmente en sus brazos. Un fino hilo se sangre cayó de su parpado superior derecho: su amigo había intentado hacer que desactive su Jigokume, pero ella se había protegido los ojos lo suficiente para recibir solo esa pequeña herida.
- Creí que ibas a protegerte mejor...
- Y yo que creí que tus ataques iban a ser más débiles- dijo, poniéndose de pie- por eso hice la armadura tan fina.
- ¿Segura...? creí que era porque te quedaba poco Aura.
Hadda soltó un suspiro de risa, Toki se había vuelto muy observador; su Aura fluía lento a causa del bloqueo que le había producido Kaori, por eso había hecho la armadura de arena tan fina. Pero no volvería a cometer un mismo error dos veces, nunca lo hacía, no caía en el mismo truco más de una vez. Hizo un brusco movimiento con el brazo y la fina capa de arena que la cubría se deshizo y cayó al suelo. Su piel estaba intacta, a excepción de su parpado, que tenía una pequeñísima cortadura. Hizo la posición del viento y luego la de la arena. Estiró los brazos y mucha más arena que la que había caído comenzó a girar a su alrededor.
- ¡Armadura de Arena!- toda la arena se solidificó y se pegó a su cuerpo, formando una armadura irrompible.
- Todavía no entiendo como puedes dominar las técnicas de arena.
- Fácil...- hizo la posición del viento- soy ascendente géminis, un signo de viento, desarrollé el control del elemento ascendente- y entonces ella y la armadura que la cubría se fueron convirtiendo en viento, desde los pies hasta el último de sus cabellos- ¡Mimetización con el Viento!

- ¡Pero que rayos hacen!
- Ahora ambos son el viento... de ahora en más será una batalla silenciosa, invisible y peligrosa...
No todos los ninjas pueden controlar su elemento ascendente, pero Hadda era una de los que si y había aprendido de su primo Shusei cuyo elemento secundario era el viento.

La batalla era intensa, Toki atacaba sin piedad y Hadda intentaba defenderse lo más posible para no hacerle daño, pero era imposible no atacarlo si quería que parase. El chico utilizaba una técnica de viento cortante para atacarla, por lo que su única defensa era la armadura de arena.
De la nada, la chica solidificó parte de su armadura, por lo que pudo detener a Toki, entonces, se le acercó y dijo:
- ¡Anulación de Aura!
Ambos quedaron suspendidos en el aire unos segundos: estaban a unos 100 metros del suelo y cabeza abajo, Toki estaba tomando a Hadda de los brazos, mientras que la chica mantenía las piernas de su amigo inmóviles con la arena. Estaban tan cerca el uno del otro que las puntas de sus narices se tocaban.
Comenzaron a caer en picada, ambos estaban trabados, no podían hacer ninguna técnica ninja. Pero Hadda tenía activado su Jigokume po lo que comenzó a hacer girar sus aspas. Toki cerró inmediatamente los ojos, bloqueando su ilusión.
Seguía cayendo, no podían moverse, y Toki no iba a soltarla para que no se escapara. Su muerte estaba asegurada, hasta que Hadda hizo un esfuerzo y envió una gran cantidad de Aura al cuerpo de Toki y, más precisamente, a la arena que cubría sus piernas. La arena se descompactó y comenzó a rodearlos.
- Toki, debes soltarme para que haga un colchón de arena.
- ¡No te dejaré ir! No importa si debo morir...
- ¡Estás loco! ¡No digas estupideces! ¡Tu vida vale más que mi honor!!
- No es tu honor... ¡si te les unes, Hadda va a morir!
- ¡De que hablas! ¡No voy a morir...!
- ¡¡Pero la Hadda que conozco si!! ¡Y no quiero que eso pase!- soltó unas pequeñas lágrimas.
- No... Toki... yo no...- serró los ojos con fuerza, debía hacer que Toki la suelte y solo se le ocurrió algo... “...lo siento Kaichi...” De la nada besó a Toki.
El chico quedó helado ante la acción de Hadda, pero pasados unos segundos su cuerpo se aflojó, entonces ella pudo soltarse, se separaron e hizo la posición de la arena:
- ¡Colchón de Arena!
Y apenas a un metro del suelo, la arena se compacto y formó un colchón que amortiguó su caída. Cayeron al piso suavemente y Hadda se apresuró a levantarse y salir de entre la arena, pero tropezó. Cuando intentó levantarse descubrió que Toki la agarraba fuertemente del tobillo:
- ¡To- Toki suéltame!
Pero él no iba a soltarla: el Aura del kyuubi lo rodeaba y lo hacía muy fuerte, por lo que lastimaba su tobillo.
- No me importa lo que tenga que hacer... ¡No voy a permitir que te vayas!
- ¡Que....!
Hadda intentó soltarse por todos los medios, ya que su amigo estaba juntando Aura de viento y Aura del kyuubi en su mano izquierda: se estaba preparando para usar su técnica original. Comenzó a desesperarse: la armadura de arena se había roto con la anulación de Aura y no podía formar otra, no le quedaban suficientes reservas... entonces solo tuvo una opción; usaría todo el Aura que le quedaba para esa técnica, su técnica.
Tomó un puñado de tierra con la mano izquierda y comenzó a hacer girar Aura de fuego en la derecha. Mezcló la tierra con Aura y lo hizo girar. La esfera de tierra y la esfera de fuego giraban a la velocidad de un tornado y en direcciones opuestas en sus manos, entonces unió ambas esferas con un rápido giro de sus brazos y la enorme esfera combinada continuó girando en su mano izquierda.
- Toki... si te detienes, yo también lo haré... pero si continuamos... quién sabe cómo terminará...
- Ya no hay vuelta atrás... amiga.
Y dicho esto dirigió su técnica contra Hadda; ella hizo lo mismo y ambas esferas chocaron, al tiempo que ambos gritaban:
- ¡Esfera Tornado Combinada!
- ¡Mini Huracán del Kyuubi!
Los ataques chocaron con una gran potencia y se produjo una terrible explosión. Ambos salieron disparados en direcciones opuestas: Hadda hacia el río, Toki hacia el bosque. La chica, inconsciente (por la explosión y por la falta de Aura) estaba a punto de caer al agua cuando Shusei la atrapó entre sus brazos. El chico, también inconsciente, iba a chocar contra la copa de un árbol, pero Kazuo lo atajó a tiempo.
Los dos ex miembros de SSEG del Fuego se miraron fijo. Tanto los cristalinos ojos celestes de Kazuo como los profundos ojos negros de Shusei reflejaban preocupación, pero ninguno de los dos dijo nada, simplemente se miraron por unos minutos hasta que Kaichi llegó, cargando a Kaori en la espalda y Shinji bajó del árbol.
- Ha-Hadda... que...?
- Ella vendrá con nosotros- dijo Shinji- ya no hay vuelta atrás.
Nadie dijo nada, simplemente dejaron que los dos Caelum Sanguis se fueran, con su nueva miembro en los hombros de su primo.

Cáp. 15: La preparación.

21 abr 2009

Cronicas... cap 14, parte 1

cap anterior:
- ¡No! ¡Hadda! ¡Vuelve, no te...!- el chico miró a Kaori, se acercó a él y cuando estaba por tomar el pergamino que había dejado Hadda apareció Kaichi- Cuando llegué ya estaba aquí, él...
- Se que Kaori está bien, ¡¿Dónde está Hadda?!
- Se fue hacia...
- ¡Que estás esperando!- lo interrumpió- ¡Ve y síguela, cuando Kazuo llegue te alcanzaremos!
- Pe-pero...
- ¡¡Toki!!
- ¡Ha! ¡Si, claro!- y sin decir más se fue, siguiendo los pasos de su amiga.
Kaichi se quedó mirando en esa dirección, él no había podido detener a Hadda, Kaori tampoco, pero quizás su mejor amigo sí.


Cáp. 14: La pelea de las lágrimas.

Toki seguía de cerca de Hadda, pero no podía alcanzarla, la chica era rápida, ágil y esquivaba todo lo que él le lanzaba para detenerla, por lo que el chico envió Aura a sus pies para aumentar su velocidad y así alcanzarla. Cuando la chica bajó un poco la guardia sin darse cuenta, Toki se abalanzó sobre ella, haciendo que ambos cayeran del árbol y chocaran fuertemente contra el suelo. Toki cayó sobre Hadda, pero cuando éste la miró se desvaneció dejando atrás una nube de humo.
- ¿Por qué me sigues?
El chico se dio vuelta y se puso de pie- ¿Por qué te sigo? Tú sabes porque lo hago.
- Es inútil que me sigas Toki, a donde voy, tú no puedes ir.
- ¡No pretendo ir contigo! ¡¡Voy a detenerte!!
Ella suspiró profundo y dijo, con la mirada baja- No puedes detenerme, es una decisión tomada.
- Voy a detenerte, no importa lo que tenga que hacer!!
Al escuchar la frase la chica subió la mirada y lo miró a los ojos: los ojos celestes de su amigo no podían ser más transparentes; reflejaban todo el enojo, dolor, desesperación y desilusión que sentía. Como siempre que sabía que todo terminaría con una batalla, Hadda suspiró profundo con los ojos cerrados, miró al chico a los ojos y simplemente dijo:
- Entonces adelante, solo quiero decirte que no quiero lastimarte...
- ¡Si no quieres lastimarme, quédate!
- No puedo...
- ¡Entonces yo haré que te quedes!
Y sin decir más se lanzó hacia ella. Hadda esquivó como si nada el ataque. Entonces Toki hizo la posición del fuego y gritó:
- ¡Clones Múltiples de Humo!- cientos de clones aparecieron, rodeando a Hadda y de a tres o cuatro fueron atacándola, pero ella no se desesperó para nada y esquivó todos los ataques, al mismo tiempo que hacía desaparecer lo clones. En pocos minutos todos se esfumaron, al igual que Toki. Hadda resopló y dijo tranquilamente:
- Ya te dije que no quiero lastimarte... no me obligues...
- ¡Nadie te obliga a nada! ¡Tú eres libre de hacer lo que quieras!
La voz de Toki se escuchó en todos lados, por lo que Hadda supo que se había mimetizado con el viento y solo tuvo una opción: hizo la posición del viento (puños cerrados, brazos cruzados sobre el pecho), luego la de la arena (igual que la anterior pero con los dedos índice y mayor de ambas manos estirados) y dijo:
- ¡Control de la Arena!- un montón de arena comenzó a girar alrededor de todo su cuerpo, como si fuera agua- ¡Explosión de Arena!- con un brusco movimiento de brazos toda la arena salió disparada en todas direcciones a una gran velocidad.
Los filosas granos de arena golpearon a Toki, obligándolo a volver a la normalidad. El chico se solidificó en medio del aire y cayó fuertemente al suelo. Inmediatamente Hadda hizo la posición de la tierra (palma con palma) y golpeó fuertemente el piso con el pie diciendo:
- ¡Esposas de Tierra!- la tierra rodeó las muñecas y tobillos de Toki, atándolo al suelo- Te dije que no quiero lastimarte.
- ¡No tenía idea que habías desarrollado el control de tu ascendente!- dijo él en forma de respuesta- Si no quieres lastimarme, porque me atacas y ahora me inmovilizas.
- Eres un clon, porque explicarte- al decir esto el clon de Toki desapareció y el verdadero apareció detrás.
- Ese era un clon, pero yo recibí el ataque; si no quieres lastimarme, porque atacas?
- Lo lamento- hizo una pausa- Toki, entiende que no puedes detenerme, debo irme, no hay otra opción.
- ¡Mientes, siempre hay más de una opción! Tienes el poder que puedes desear en la Aldea, ¿Por qué irte con esos traidores? ¿Qué te darán ellos que la Aldea no?
- No lo entiendes... no es lo que me darán, es lo que harán...- volvió a hacer una pausa. Miró de reojo a su izquierda, hacia el río, había alguien escondido en los árboles. Era una presencia conocida, pero estaba acompañada de otra que no parecía muy buena. Suspiró profundo y miró a Toki- bien, supongo que no hay opción...- abrió su porta pergaminos, sacó la bandana negra con el símbolo de una nube y se la puso en la frente. Volvió a mirar a su amigo con una maliciosa sonrisa- si peleamos, lo haremos como los ninjas excepcionales que somos- dijo, al mismo tiempo que señalaba su banda con su pulgar.
- ¡Quítate esa cosa y ponte la del fuego! ¡Si peleamos, pelearemos como iguales, como ninjas del fuego!
- Aunque me ponga esa bandana no seremos iguales, ahora soy una desertora del Fuego y aunque no lo fuera, soy superior a ti- dijo en forma de respuesta.
Toki quedó helado ante la respuesta de su amiga. Nunca la había escuchado hablar así y sus ojos estaban opacos, era imposible ver a través de ellos como normalmente podía hacerlo; su amiga le había cerrado completamente la mente para que no descubriera que le estaba pasando.
Tan distraído estaba que apenas se dio cuenta de que la chica venía hacia él con su mano derecha rodeada de Aura. Intentó moverse, pero no pudo, sus músculos estaban duros, paralizados. Entonces recibió el terrible golpe de Hadda en el centro del estómago, pero no fue el golpe que él esperaba, fue un golpe normal, no de Aura. Y entonces recordó que la mano derecha de Hadda no podía producir Aura, porque era una mano mecánica. Escupió un poco de saliva y miró confundido a la chica, que con una simple frase, dicha en un susurro, le explicó todo:
- Están espiando- y entonces lo golpeó en el hombro con su mano izquierda, y ese sí fue un golpe de Aura. Toki salió disparado unos metros hacia atrás.

- ¿Qué fue eso?- dijo la tranquila y fría voz de Shinji.
- Un golpe de Aura- respondió Shusei. Ambos miraban la batalla desde un árbol a orillas del río.
- Me refiero al del estómago.
Shusei lo miró, fue un golpe normal, pero lo hizo pasar por un golpe de Aura- Ambos fueron golpes de Aura- mintió- ¿Qué no lo viste con tu...?
- No- se apresuró a contestar- vi el golpe en el hombre, pero...- volvió a mirar a los jóvenes que peleaban cuerpo a cuerpo- no veo Aura en su brazo derecho.
- No lo vez porque ese brazo es mecánico, no produce Aura.
- ¿Pero como...?
- Lo hace funcionar como a una marioneta. Ella envía Aura desde sus venas de Aura a los contactos electros nerviosos de su brazo para poder moldear y utilizar el Aura con ese brazo como si fuera normal.
- Oh... interesante.
Shusei volvió a mirar la batalla. Hadda y Toki peleaban cuerpo a cuerpo, pero sin inflingirse mucho daño, o al menos Hadda intentaba hacerlo, ya que Toki no lograba golpearla.
- ¡Aaaa!- Toki se tambaleó un poco- ¿Por qué usas ese estilo de lucha?
- ¿Te refieres a los Golpes de Aura? Es algo que aprendí hace tiempo.
- Si, de tu novio, Kaichi, ¿verdad?
- ¿De que hablas?
- Te vi salir de su casa hoy por la mañana.
- ¿Y eso que tiene que ver? Fui a buscar a Kaori, es todo... Kaichi no es mi novio, nunca lo fue.
- Nunca lo fue porque no quisiste... ¡pero tú dormiste con él!
- ¿¡Pero que...!?
- Creí que éramos amigos... pero veo que solo yo creí en eso- bajó la mirada.
- ¡¿De que hablas?! ¡Tú eres mi mejor amigo!
- Tu... mejor... a-amigo?- el chico levantó la vista, sus ojos celestes estaban llorosos, su voz temblaba al hablar, pero aún así el poderoso Aura del kyuubi comenzó a rodearlo- ¿Me consideras tu mejor amigo?
- No lo considero, se que es así.
- En-entonces... porque...- un fino hilo de sangre salió de su labio inferior, que estaba partido. Él limpió la sangre con su pulgar y luego la pasó por las yemas de sus dedos índice y mayor, en donde estaban los pequeños tatuajes del fuego que todos los ninjas del país poseían- Porque haces esto...- hizo la posición del fuego y luego la del viento y llevó sus manos al suelo- ¡Invocación!- una enorme nube de humo lo envolvió y cuando se dispersó apareció sobre un enorme sapo con una enorme bandana del fuego en el lomo.
- No... to-Toki... no entiendes... yo solo... solo... ¡Eres mi amigo y quiero protegerte!
- Amigo... protegerme... ¡¡Entonces demuéstralo!!
Hadda respiró profundo, tomó una kunai y se cortó la yema del dedo mayor. Luego esparció la sangre hasta la muñeca, hizo la posición del fuego, la de la tierra y llevó las manos al suelo. También la envolvió una nube de homo, pero cuando ésta desapareció la chica estaba encima de la cabeza de La Reina de las Serpientes, eterna enemiga del Emperador de los Sapos, la invocación de Toki.
- No quería llegar esto... Toki, sabes que si ellos dos se enfrentan, no saldremos bien parados.
El chico no contestó, no se movió, solo la miró. La serpiente y el sapo se miraban con odio y se resoplaban mutuamente, como para ver quien despedía más aire...
- Parece que al fin cenaré ancas de rana.
- Más bien, creo que mañana La Reina tendrás una nueva cartera de piel de serpiente.
- Al fin enfrentados... después de tanto tiempo de tregua forzada.
- Cállate serpiente- le ordenó Hadda. La Reina solo le obedecía a ella, y a duras penas- Escucha, que Toki y yo estemos enfrentado no quiere decir que puedas hacer lo que quieras en esta batalla, si.
La serpiente siseó en forma de respuesta. Pero al parecer Toki no estaba de acuerdo con que fuera una batalla liviana, ya que ambos (el chico y el sapo) se dirigieron hacia ellas con rapidez. Toki saltó y se dirigió hacia Hadda con un puño rodeado de Aura. El chico la golpeó en el estómago, pero al instante ella se hizo humo y él aterrizó sobre la cabeza de la serpiente.
- ¡Cuidado Toki, esa serpiente también es un clon!
- ¿Qué...?- y antes de darse cuenta estaba de vuelta en el lomo del sapo, rodeado del humo en que se había convertido la serpiente- ¡¿Dónde están?!
- Toki, ¿Qué electos controla Hadda?
- Ham... fuego y tierra.
- Entonces puede que...
Pero antes de que pudiera terminar la frase, el piso comenzó a temblar y la voz de Hadda resonó en todos lados.
- ¡Emboscada Subterránea!
La serpiente y la chica salieron de debajo de la tierra. La primera envolvió al sapo con su propio cuerpo, como para estrangularlo, mientras que Hadda hizo que Toki cayera del sapo. Pero no lo dejó caer normalmente, sino que comenzó a hacerle un combo de golpes en el estómago.
- Ichi, Ni, Sam, Shi, Go...- luego lo terminó con una fuerte patada en el costado- ¡Jigoku Rendan!
La patada lateral mandó a volar a Toki, el cual, cuando cayó al suelo, siguió raspando y cayó al río. Hadda se paró enfrente de él y, dirigiéndose a la serpiente dijo:
- ¡Desaparece!
- Muy bien...- respondió el animal- pero tu vendrás conmigo, sapo.

...continuará...

19 abr 2009

Cronicas... cap 13 parte 2

cap anterior:
- Hadda va a unirse a Caelum Sanguis y va a hacerlo hoy mismo.
- ¡¡Que!!
- Lo que escucharon. Se fue a entrenar con Kaori, pero no se a donde fueron, no va a perder tiempo, ¡va a unírseles!
- Entonces nosotros podemos perder más tiempo, debemos encontrarla!
Kazuo miró a Toei- llévame a ella.
El sabueso asintió y ambos partieron en otra dirección.
...............................................
- Muy bien Kaori, ese fue una invocación perfecta.
Kaori estaba sobre la cabeza de una enorme serpiente, que él mismo había terminado de invocar luego de horas de entrenamiento. El chico estaba agitado y cansado, sentado sobre la escamosa piel verde grisácea de la serpiente gigante.
- Muy bien hecho Kaori, ahora baja, has tenido suficiente entrenamiento por hoy.
El chico bajó al suelo e hizo desaparecer la serpiente. Entonces vio que su sensei se iba, pero en dirección opuesta a la aldea.
- Iré a buscar algo para...
- No vas a ir a ningún lado sensei- la interrumpió él tomándola del brazo- se miraron fijo a los ojos por unos segundos- No te vas a ir.
- Kaori suéltame- la joven se soltó y comenzó a caminar- debo irme- y siguió caminando.
- ¡No voy a permitir que te unas a Caelum Sanguis!- la chica se detuvo en seco- ¡Odias a los traidores, no permitiré que te conviertas en una! ¡Eres mi sensei y no permitiré que me dejes solo! ¡¡Amas a mi padre y no voy a permitir que lo abandones!!
Hadda apretó los puños fuertemente, Kaori tenía razón en lo que decía, odiaba a los traidores y amaba a Kaichi, pero aún así la decisión estaba tomada: prefería odiarse a sí misma que ver morir a las personas que amaba. Se quedó en silencio, sabía que no había nada que pudiera decir, tampoco se movió, las palabras de su aprendiz la habían dejado helada.
- Mientras yo esté de pie no te vas a ir- el chico juntó sus palmas, entrelazó los dedos y levantó los dedos índice y mayor de ambas manos- ¡Transformación!- se convirtió en un joven alto, de cabello algo alborotado: él mismo, unos años más grande- luego hizo la posición del fuego y agregó- ¡Clones de humo!- tres clones aparecieron, rodeando a Hadda. Luego activó su Aoime y se colocó en posición para pelear: pierna derecha al frente, mano izquierda protegiendo el corazón y brazo derecho extendido- Mientras estabas en el hospital mi padre me ayudó un poco con el estilo Kamakura, ahora se algunos trucos más.
La chica seguía sin decir nada, pero al oír lo último se dio vuelta y miró al Kaori adolescente, que tenía más o menos la misma altura que ella. No hizo nada, solo suspiró profundo y dijo:
- No quiero pelear con tigo Kaori.
- Yo tampoco Hadda, pero no voy a permitir que te unas a eses traidores...- rodeó sus manos de Aura y dijo- ¡Bloqueo de Puntos, Golpe Doble!
Las venas de Aura que llegaban a sus ojos se hincharon aún más, por lo que el Aoime incrementó su poder, y comenzó a golpear a Hadda usando el estilo Kamakura. Fueron más de cien golpes de Aura, que bloquearon por completo el flujo de ésta en el cuerpo de Hadda. El último golpe, que fue al corazón, tiró a la joven unos cuantos metros para atrás. Intentó levantarse, pero solo consiguió quedar de rodillas. Levantó la vista, su aprendiz la miraba tristemente.
- Mi padre me dijo que ni los más experimentados Kyoshos podían escapar de esa técnica, al principio no le creí, pero si tu no escapaste, entonces nadie puede.
- No te engañes- se levantó y lo miró a los ojos- no soy la ninja más poderosa, no le llego ni a los talones a un sannin como Keiichiro o Shinji.
- Pero eres la más poderosa de la Aldea del Fuego, ¿sino para que te quiere Caelum Sanguis?
Hadda soltó un suspiro de risa, pero no respondió. Hizo la posición del fuego.
- Es inútil hacer algo, bloqueé por completo tu flujo de Aura, no puedes hacer nada.
- Preguntaste para que me quiere Caelum Sanguis, voy a responderte. Recuerdas lo que dijo Shinji, “en este momento estás usando Aura de ese demonio, de otra forma ya estarías muerta”.
- ¡Que! ¡Entonces... eso era verdad!
- Si y no. Hay un poder sellado dentro de mi, un poder que incrementa mis energías y me da más Aura del normal, un poder que está sellado porque es imposible controlarlo por completo, pero que puedo liberar en pequeñas cantidades- levantó su mano derecha, la mecánica, y comenzó a rodearla de una extraña Aura roja- y puedo usarlo.
Aunque había desactivado el Aoime, Kaori podía ver a la perfección como la extraña Aura salía del interior de Hadda y se concentraba en su mano derecha, la cual -se suponía- no podía moldear Aura- entonces activó su Jigokume y, haciendo girar lentamente sus aspas, dijo:
- ¡Kekkei Genkai, Estilo Kamakura!
Entonces se golpeó a sí misma en el estómago, donde se encuentra el mayor estanque de Aura del cuerpo, con su propia Aura. Casi al instante escupió un poco de sangre, pero su flujo de Aura se reactivó. Entonces activó su Oniroku Jigokume y haciendo la posición del Oniroku Jigokume (dedos entrelazados, con los pulgares e índices unidos) dijo:
- ¡Mirada Demoníaca!- sus ojos dejaron de ser rojos y pasaron a ser naranjas. Automáticamente Kaori serró los ojos.
Hadda le lanzó tres agujas, pero solo golpearon un tronco, ya que el chico usó la técnica del reemplazo.
- No podrás hacer nada si no puedes mirarme.
- No necesito ver para detenerte... ¿o acaso olvidas quien me enseñó eso?
Hadda miró hacia los árboles, sabía que Kaori no estaba allí, pero necesitaba mirar un punto fijo para recordar: se vio con diecisiete años, frente a Genji, el cual le había hecho una técnica de ceguera total temporánea:

- Ahora dime preciosa, ¿cómo aras para escapar de mi poder si no me puedes ver?
- No necesito ver para derrotarte Genji-sama.
- ¡Ja! Y supongo que eso lo aprendiste de tu padre Hadda-hime.
- Cómo muchas otras cosas, Genji-sama.


- ¡No deberías perderte en tus recuerdos sensei!- la voz de Kaori resonando en la tierra la devolvió al presente- ¡Técnica del Entierro!
Las manos de Kaori salieron de la tierra, la tomaron de los tobillos y la tiraron hacia abajo, enterrándola hasta el cuello. Kaori se acercó a ella, con los ojos abiertos y de nuevo en su edad verdadera.
- ¿Cómo te atreves a mirarme a los ojos si aún llevo activada la Mirada Demoníaca?
- Ja, porque se que eres un clon.... ¿Dónde se fue la verdadera?
- Averígualo tu amigo, con tu Aoime.
- Agg...- tomó una aguja y se la lazó, el clon desapareció al instante. Se dio vuelta y activó su Técnica Ocular- ¡Aoime! ¡Visión Kilométrica!- las venas que llegaban a sus ojos se expandieron más y entonces pudo ver a unos diez kilómetros a su sensei, intentando escapar- ¡Te encontré!

Mientras tanto, Toki y Kaichi se comunicaron con Kazuo al mismo tiempo, gritándole al unísono:
- ¡Encontré el rastro!
- Mmm... interesante... hay tres rastros de Hadda en tres direcciones diferentes...- suspiró profundo- sabía que iba a pasar algo así.
- Es obvio que no quiere que la encontremos.
- ¿Y como aremos? No podemos seguir los tres rastros, ¡perderías mucho tiempo!
- ¡Claro que no seguiremos los tres rastros Toki!
- Debemos seguir el rastro de Kaori entonces.
- ¡De acuerdo!
Unos minutos después Toki volvió a comunicarse.
- Kobe encontró el rastro de Kaori, estoy en la Cascada del Desafío, se fueron hacia el norte.
- Muy bien, tú intenta alcanzarla, avisaré a Kaichi, yo estoy al sur de la aldea, así que tardaré bastante.
- Bien.

“- Cielos, la Mirada Demoníaca gasta mucho Aura, solo espero que...”
- ¡Muro de Tierra!
La voz de Kaori retumbó en todo el bosque y una enorme muralla de tierra se levantó enfrente de ella, deteniendo por completo su avance. Luego lanzó varias kunais al hilo y, aunque Hadda las esquivó todas y se clavaron en el muro de tierra, una vaga sonrisa se dibujó en su rostro. Entonces cruzó sus brazos enfrente de su pecho con los puños cerrados, tiró levemente hacia atrás y los hilos atados a las kunais se develaron. Entonces los tensionó más y, haciendo un extraño movimiento de muñeca, enredó a Hadda con los hilos y los ató a la pared.
- Muy bien Kaori, excelente Técnica, excelentes reflejos... pero no te diste cuenta de algo.
- ¡¿Qué?!
- ¡Sello del Clan!- cuando sintió la voz de Hadda a su espalda, ya era tarde, el sello había bloqueado su kekkei genkai. Hadda lo tomó del hombro y en un susurro le dijo a su aprendiz- Lo siento Kaori- y entonces lo hizo desmayarse, golpeando su nuca suavemente con sus dedos índice, mayor y anular.
El chico cayó en brazos de Hadda, por lo que bajó de los árboles y lo dejó recostado contra un tronco. Entonces le dejó un pequeño pergamino en la mano, se quitó la banda de la Aldea del Fuego, tomó una kunai y clavó el cuchillo en el metal con manos temblorosas.
- ¡¡HADDA!!
El grito de Toki hizo que su pulso se pudiera firme, no podía mostrar su debilidad frente a su amigo, y tachó con fuerza el símbolo de la Aldea Ninja del Fuego. Una diminuta lágrima casi imperceptible salió de sus ojos; pero ella los serró con fuerza y giró la cabeza en dirección opuesta a Toki. Con la banda negra del Fuego bien apretada en su mano derecha y la kunai casi lastimándole en su mano izquierda, salió corriendo, saltó la muralla de tierra y se perdió de vista, ignorando los gritos de Toki.
- ¡No! ¡Hadda! ¡Vuelve, no te...!- el chico miró a Kaori, se acercó a él y cuando estaba por tomar el pergamino que había dejado Hadda apareció Kaichi- Cuando llegué ya estaba aquí, él...
- Se que Kaori está bien, ¡¿Dónde está Hadda?!
- Se fue hacia...
- ¡Que estás esperando!- lo interrumpió- ¡Ve y síguela, cuando Kazuo llegue te alcanzaremos!
- Pe-pero...
- ¡¡Toki!!
- ¡Ha! ¡Si, claro!- y sin decir más se fue, siguiendo los pasos de su amiga.
Kaichi se quedó mirando en esa dirección, él no había podido detener a Hadda, Kaori tampoco, pero quizás su mejor amigo sí.

Cáp. 14: La pelea de las lágrimas.

15 abr 2009

Cronicas... cap 13, parte 1

Cáp. 13: La ruptura.

A medianoche, Hadda y Shusei estaban hablando en el mundo mental de ésta sobre la “invitación” de Caelum Sanguis.
- Tienes que decidirte Hadda, Shinji quiere atacar y ya no puedo retrasarlo.
- ¿Cómo que ya no puedes? ¡Apenas pasaron cuatro días!
- Por eso mismo, Shinji pensaba atacar hoy mismo, pero logré retrasarlo. Si no te nos unes para pasado mañana atacará.
- ¡¡Qué!! ¡Tan pronto! Pero... pero... hay no...
- Créeme, le puse muchos peros... “debe estar recuperándose, es indecisa”...
- No hay problema Shusei- lo interrumpió- se que hiciste lo que pudiste... se que ahora depende de mi...- bajó la mirada, se sentía asfixiada, atrapada entre cuatro paredes que se sierran poco a poco.
Tenía la mirada perdida en el infinito piso oscuro y, por primera vez, Shusei le demostró su afecto: le acarició suavemente la mejilla.
- No te desesperes. Creo que sabrás lo que debes hacer.
Ella lo miró- Ese es el problema Shusei, se lo que debo hacer, y también se lo que quiero, la cosa es que ambos no coinciden.
- ¿He? A veces no entiendo lo que dices Hadda.
- Si, lo se... verás, DEBO quedarme en la aldea y luchar para protegerla; pero QUIERO proteger a las personas que quiero y que no sufran.
- ¿Y entonces cual es el problema? Si ese es tu dilema, entonces aquí tienes la solución: quédate.
- ¡No! ¿No lo entiendes? Si me quedo, Shinji atacará y aunque pelee todos morirán.
- Entonces únetenos.
Ella suspiró. Shusei le había dicho con total naturalidad la respuesta que ella estaba buscando. Debía unirse a Caelum Sanguis, pero aún no estaba segura. Una neblina empezó a llenar todo el lugar, reduciendo mucho la visibilidad; aún así podía ver a Shusei, que estaba a menos de un metro de ella. Comenzó a temblar y todas las puertas blancas comenzaron a dar vueltas rápidamente por todos lados. Shusei se le acercó más y la tomó de los hombros.
- No te desesperes, cálmate.
- Peor... es que... ¡¡No se que hacer!!- gritó muy fuerte, aturdiendo a su primo. Despertó bruscamente, agitada. Cuando se calmó miró alrededor, por un momento había olvidado en donde estaba.
- Hadda, que sucede?
- ¿He? Oh, no es nada Kaichi, estoy bien.
- Pero acabas de despertar gritando.
- Ham... fue solo un mal sueño.
Kaichi estaba a punto de hablar, era obvio que no le había creído, cuando alguien abrió la puerta del dormitorio.
- Papá, que fue ese grito?- Kaori se asomó, pero solo vio a su sensei cuando entró por completo, ya que ésta intentó ocultarse- ¡Hadda!
Los dos jóvenes se quedaron helados, pero, para su sorpresa, el chico, algo ruborizado, les sonrió y se fue, luego se escuchó su voz desde la habitación contigua:
- ¡Disculpen!
Kaichi suspiró aliviado, pero Hadda seguía con la cara tapada con la sabana.
- No seas tonta- ella se destapó los ojos- este pequeño incidente no te salva de mi pregunta, ¿qué te pasó?
- Ya te lo dije, un mal sueño- mintió ella aún tapada con la sabana.
- Si, claro...- él la miró, sabía que estaba mintiendo, pero aún así no la molestó más y se recostó a su lado- Vuelve a dormir, si?
Ella asintió y en unos minutos él ya se había dormido de nuevo, pero Hadda tardaría al menos una hora en dormirse nuevamente.
Mientras tanto, Shusei intentaba explicarle a su compañero de cuarto, Kasuya, porque había despertado tan bruscamente y gritando. Es que él había sido despedido de la mente de su prima.
- Explícate, ¡que rayos estabas haciendo!
- Ya sabes que tengo la habilidad de entrar en mentes ajenas.
- ¡Si, y que con eso!
- Fui expulsado de la mente en la que estaba, es todo. “En realidad estaba tan perturbada que me expulsó inconscientemente”.
- ¡Y en la mente de quien estabas!
- Eso, Kasuya, no es algo que te incumba, no eres mi jefe.
Kasuya lo tenía agarrado del brazo, por lo quy Shusei se soltó bruscamente y salió de la habitación. Comenzó a caminar por el pasillo mirando el techo, siempre había querido que su prima fuera feliz, pero eso se estaba volviendo cada vez más difícil. Respiró profundo, lo mejor sería salir de la vida de Hadda y dejar que ella cumpla con su destino, fuera cual fuera.


Al día siguiente, Hadda despertó casi dos horas después que Kaichi y Kaori. Cuando entró en el comedor, padre e hijo estaban sentados frente a frente, obviamente Kaichi le había estado aclarando ciertas cosas a su hijo. En cuanto los saludó, el pequeño le dijo con una sonrisa:
- Ahora entiendo porque siempre llegas tarde.
- ¿He? De que hablas?
- Duermes mucho... llegas tarde a todos lados porque te quedas dormida.
- Jeje puede ser...- se sentó a la mesa, se había despertado sin razón, por lo que seguía con sueño, ni siquiera tenía mucho ánimo para desayunar.
- Kaori, hoy comenzaremos de una vez por todas tu entrenamiento, si.
- Claro Hadda- el chico se levantó y le llevó el desayuno- debes desayunar bien, sensei.
- Gracias Kaori, pero no tengo hambre.
- Debes comer bien Hadda, aún estás recuperándote de la herida que te hizo Kasuya- la regañó Kaichi. Ella lo miró y estaba a punto de hablar cuando él continuó-, y no me digas que ya estás bien, porque vi tu herida y no está del todo curada.
Ella lanzó un resoplido, como quejándose, luego miró su desayuno y luego de unos minutos comenzó a comer. Ninguno de los tres habló, hasta que ella terminó y se levantó.
- Bien, debemos irnos Kaori, la invocación toma tiempo.
- Yo estoy listo.
Ambos se dispusieron a salir, pero Kaichi los detuvo.
- Espera Hadda, ¿A dónde irán?
- No te preocupes, Kaori volverá al atardecer.
Se miraron a los ojos- Se que él volverá, lo que me preocupa es si tu lo harás.
Ella no respondió, simplemente dio media vuelta y se fue. Pero cuando salió de la casa con Kaori, los ojos de Toki la estaban siguiendo.

En la Cascada del Desafío, Hadda postró delante de Kaori un enorme pergamino de la misma altura que el chico.
- Bien Kaori, el primer paso para la invocación es el pacto de sangre. Debes escribir tu nombre con sangre en el pergamino correspondiente y si no lo haces, la invocación no funciona.
- Entonces... ¿debo escribir mi nombre en este pergamino?
- Exacto. Recuerdas que Shinji dijo que creía que la invocación de serpientes había muerto con Genji?
- Si, pero no entendí lo que quiso decir.
- Verás, la invocación de serpientes es un antiguo arte ninja casi muerto, pero que Genji-sama revivió y enseñó a sus mejores súbditos. Como Genji-sama murió hace algunos años, muchos creyeron que sus invocaciones volverían a perderse en el tiempo.
- Espera... ¿tú fuiste súbdita de Genji?
- Lamentablemente si, fue poco tiempo, pero en ese tiempo me enseñó muchas cosas.
- ¿Y él te dio el pergamino?
- No, claro que no. Cuando Ikkyo lo mató y yo sallé su alma, me robé el pergamino, de otra forma se lo hubiera quedado Ikkyo y el legado de maldad de Genji-sama no se hubiera detenido.
- ¿Legado de maldad?
- Si. Escucha Kaori, yo te enseñaré la Invocación de Serpientes porque, como le dije a Shinji, ese arte no morirá con migo: yo te lo enseñaré y te daré el pergamino, cuando tu seas Kyosho se lo enseñarás a tu aprendiz, si es que así lo consideras, y él lo se lo enseñará al suyo, y hasta el fin de los tiempos, o por lo menos hasta el fin de los ninja.
- Pero... ¿Qué pasará si no encuentro al aprendiz indicado?
- Lo encontrarás, te lo aseguro.

- ¡Kazuo-sensei! ¡¡Kazuo-sensei!!- Toki golpeaba casi desesperado la puerta de la casa de su maestro y estaba por salirse de sus casillas cuando la puerta se abrió.
- Cálmate Toki, que te sucede...- le dijo el hombre con su habitual calma y con voz de dormido.
- ¿Hadda pasó la noche en casa?
- He... No, no volvió a dormir anoche.
- ¡¡Que!! Entonces... no puede ser!! Pero... HAAAA!!
- ¿Toki que rayos pasa? Que problema hay con que Hadda no haya dormido aquí anoche, quizás estuvo en una misión.
- Si, en una misión en la casa de Kaichi- contestó enojado.
- ¿Qué? ¿Quieres decir que Hadda pasó la noche en la casa de Kaichi?- Toki asintió- Bueno, ella sabrá lo que hace.
- ¡¡Que!! ¡Esa es tu respuesta!
- ¿Y que quieres que diga? Hadda ya es mayor y sabe lo que hace.
- No estoy de acuerdo con eso, Kazuo- los interrumpió otra voz. Kaichi se les acercó- Hadda está en problemas, tenemos que ayudarla.
- ¡Que haces aquí! ¡Hadda de seguro tiene problemas por tu culpa!
- Deja de decir tonterías Toki, que tiene que ver...
- ¡¿Qué tiene que ver Hadda con tigo?! ¡Veo que ya olvidaste lo que pasó anoche!
- ¡Cállate y escúchame idiota!- le gritó Kaichi, golpeándolo en la cabeza- Estoy ablando de Caelum Sanguis, no de...! ¡De Caelum Sanguis!
- Oigan, dejen de discutir, si- se interpuso Kazuo, porque Toki estaba por hablar y de seguro se le tiraría encima- Kaichi, explícate.
- Hadda va a unirse a Caelum Sanguis y va a hacerlo hoy mismo.
- ¡¡Que!!
- Lo que escucharon. Se fue a entrenar con Kaori, pero no se a donde fueron, no va a perder tiempo, ¡va a unírseles!
- Entonces nosotros podemos perder más tiempo, debemos encontrarla!
- Muy bien, tu lo dijiste Toki, debemos encontrarla y detenerla- el hombre tomó una kunai y se lastimó la yema del pulgar hasta que salió un fino hilo de sangre. Luego esparció su sangre por las de sus dedos mayor e índice, sobre los pequeños kanjis tatuados. Luego hizo la posición del fuego, la de la tierra y llevó sus manos al piso- ¡Invocación!
Tres sabuesos aparecieron de la nada. Llevaban puestas bandas de la Aldea del Fuego blancas. El más pequeño de ellos, un Beagle comenzó a hablarle a Kazuo como si nada:
- ¿Qué ocurre Kazuo?
- Mi hija, deben encontrarla. Kobe ve con Toki, Nanju irás con Kaichi y Toei, conmigo.
Los dos perros, un Afgano y un Sabueso de San Humberto ladraron en forma de respuesta.
- Bien, si la encuentran, avisen por el transmisor, si?
- Claro- contestaron los dos jóvenes al unísono y ambos salieron corriendo velozmente junto a los perros.
Kazuo miró a Toei- llévame a ella.
El sabueso asintió y ambos partieron en otra dirección.


...continuara...