- No... ¡¡NOOOOOO!!
El grito de Hadda inundó el bosque entero. Ella abrazó a su primo con fuerza, las lágrimas no cesaban... era la primera vez que lloraba en diez años...
Cáp. 19: Un nuevo camino.
- Es inconfundible... ese grito fue de Hadda...
- ¡Entonces que estamos esperando, apúrense!
Hadda abrazaba fuertemente el cuerpo de Shusei, al cual seguía empapando con sus lágrimas; la sangre de su primo la empapaba completamente y aún mantenía bien apretada la mano en donde tenía el sello del Fuego. Kazuo miraba tristemente a su hija, mientras volvía a acomodar su cabello sobre su ojo, la batalla había terminado sin importar de qué lado se mirara.
Kaori temblaba de pies a cabeza. Cuando ya no lo soportó cerró los ojos y retrocedió, hasta llegar hasta su padre, el cual desvió la mirada y se acercó a su hijo protectoramente.
- ¡N- no puede ser!- Yuriko, Yusei y Kaname aparecieron y todos dirigieron su vista a ellos cuando la chica gritó.
Hadda los miró, sabía que Shinji les había hecho algo y estaba feliz por verlos bien, no iba a soportar perder a alguien más ese día.
- ¡Cómo mierda escaparon!
- Bueno, el hecho de que uno de nosotros tuviera navaja incorporada en los dedos ayudó mucho- contestó Yusei-. Ahora Shinji, que fue lo que hiciste... acabas de matar al miembro más fuerte después de ti... acabas de destruir una familia....
- ¿Familia? Dos primos no son una familia...- respondió de mala forma el líder- él mismo acabó con su propia familia hace años.
Hadda dirigió su vista hacia Shinji y estaba a punto de hablar, pero Kaori se le adelantó.
- ¡Shusei-sama no destruyó ninguna familia! ¡Él hizo un bien... él debería haber sido honrado como a un héroe, no marcado como un traidor! ¡Si alguien destruyó una familia no fue Shusei-sama, en todo caso debes haber sido tú, Shinji!
- ¡¡De que estás hablando niño!!- gritaron al mismo tiempo Shinji y Ikkyo.
- ¡¿Dime, si tu hermano asesinara a todo tu Clan, lo considerarías un héroe?! ¡Piensa lo que dices niño! ¡¡Tú no sabes nada!!
- No le grites a mi aprendiz Ikkyo- lo detuvo con voz fría y dura Hadda- él sabe más que tu- él la miró extrañado, ella apoyó suavemente a Shusei en el suelo y se puso de pe- ¿Nunca te preguntaste porque Shusei-san te dejó vivo? He?
- Claro que lo hice... y llegué a una respuesta!
- ¡De seguro errónea!! Shusei-san lo hizo todo po ti!
- Él me dejó vivo porque pretendía que yo me volviera más fuerte, él me dijo una vez que yo debía superarlo sin importar nada, ¡por eso me dejó vivo! Para que yo lo odiase y sintiera la necesidad de superarlo y hacerme tan fuerte como él, así él tendría a alguien fuerte con quien probarse... ¡él solo me quería para probar que era el más fuerte!
Hadda negó con la cabeza- Si así fue, entonces porque dejó vivo a tu mejor amigo? Porque dejar vivir a Toki?- Ikkyo intentó responder, pero no pudo- Tienes una visión equivocada de tu hermano, Ikkyo. Él desobedeció una orden directa como líder de SSEG cuando los dejó vivos a los dos... no solo no exterminó a todo el Clan, sino que dejó vivo a dos testigos, dos testigos... eso va en contra del nimpo, sabes?
- ¡Claro que lo se! ¡Pero entonces si fue una orden directa entonces... entonces fue el Tercero quien mandó a eliminar a mi Clan!
- ¡Claro que no Ikkyo!- gritó Toki- Al contrario el Tercero no estaba de acuerdo en eliminar a todo el Clan... pero aún así los consejeros dieron la orden y Shusei no la desobedeció.
- Pero los sentimientos de Shusei-san hacia ti interfirieron y por eso no pudo matarte, ni a Toki que, como miembro de SSEG, había jurado defender.
- Entonces... él me dejó vivo porque... ¿porque me quería? ¿Simplemente por eso?
- Si, así es... él quería que tú y yo nos criáramos juntos, como ninjas, como heians... bajo la tutela de quien había sido su mejor miembro de SSEG, Kazuo.
- Pero nada resultó como el quería... por eso Kazuo entrenó al equipo 10, Toki, Mei y yo... cuando en realidad debimos haber sido tu, yo y...
- Toki- terminó Hadda- así estaba previsto, pero nada salió como estaba planeado... mi madre murió, yo perdí la memoria, por tu odio te uniste a Genji-sama, casi matas a Toki, y yo tardé demasiado en recordar... y para cuando lo hice, también me convertí en traidora.
- Entonces... por eso Shusei se nos unió, porque no iba a quedar muy bien que el líder de SSEG, un perfecto shinobi, hubiera desobedecido el nimpo... interesante... y yo que siempre creí que Shusei era tan frío como una roca, estaba convencido de que era igual que yo...
- Hay una diferencia muy importante entre tu y Shusei, Shinji- interrumpió Yuriko, con lágrimas en los ojos- él tenía sentimientos, honor y respeto... eso es algo que tu nunca tendrás... algo que hacía a Shusei mejor ninja que tu... ¡él era el más poderoso de Caelum Sanguis por eso, por cosas que tu nunca llegarás en entender!- y dicho esto se largó a llorar.
Todos permanecieron en silencio. Kaori se acercó al cuerpo de Shusei y le cerró los ojos. Shinji, Kasuya, Takuma y Hisao se dispusieron a regresar al escondite de Caelum Sanguis, pero Hadda los detuvo.
- ¡Espera Shinji!- el líder la miró, ella le mostró el sello del fuego que tenía en la mano- ¡No olvides que sigo siendo miembro oficial de Caelum Sanguis! Escucha, Shusei se merece ser honrado con un funeral, y yo estaré allí, pero eso no quiere decir que te librarás de mi, hicimos un trato, y no pienso permitir que te des el lujo de romperlo, si?
- ¡Ja! Haz lo que quieras, yo ya conseguí lo que quería de ti, pero recuerda que un traidor nunca deja de ser traidor- y dicho esto partió, seguido de todos los demás miembros de la organización, a excepción de Yuriko y, obviamente, Hadda.
Luego de que los traidores se perdieron de vista, Kaichi inmovilizó a Kentaro para que no escapase y todos se dirigieron a la Aldea del Fuego, con el cuerpo del ex líder de SSEG con ellos. Yuriko los siguió de cerca, no podía alejar de su mente ese sentimiento de vacío que le provocaba la muerte de Shusei.
Una vez en la aldea, Keiichiro decidió que el funeral de Shusei fuera secreto, por lo que lo realizaron en la sede del SSEG del fuego. Todos los miembros del SSEG, la HiKokuo, Kazuo, Kaichi, Toki, Kaori, Mei, Hadda, Yuriko e Ikkyo estuvieron presentes. Después de eso, Hadda sugirió que quemaran el cuerpo, ya que eso era lo que Shusei hubiera querido, para que los secretos de su sangre no sean revelados nunca. Las cenizas fueron esparcidas por toda la aldea y su nombre fue colocado en la lápida de “Caídos en Combate”, bajo el rótulo de: “Shusei Heian, el Demonio Guardián”.
Unos días después, Hadda estaba parada frente a la lápida de los Caídos en Combate, cuando Toki se acercó a ella.
- ¿Es extraño ver su nombre ahí, no?
- Claro que lo es... jamás pensé que moriría en mis brazos... y de esa manera.
- ... tampoco yo...- Toki la miró, ella aún llevaba puesta la túnica y la banda de Caelum Sanguis, empapadas con la sangre de su primo- ¿No vas a cambiarte?
Ella negó- Sus nombres están juntos- dijo, ignorando las palabras de su amigo.
- ¿A que te refieres?
- Mira- señaló el lugar donde estaba escrito el nombre de Shusei- está al lado de mi madre, ¿lo ves?
Toki leyó, así era, al lado de la inscripción de Shusei decía: “Jaina Heian Gintama, la Sirena Guerrera”.
- ¿Por que el nombre de tu madre es La Sirena Guerrera?
- Porque dicen que mi madre era delicada, hermosa e hipnotizante como una sirena, pero era una de las mejores guerreras del Universo.
- Ya veo...- se quedaron un rato en silencio- Hadda- ella lo miró- ¿Me respondes una pregunta?
- Claro.
- ¿Qué vas a hacer? ¿Serás una kunoichi de la Aldea del Fuego o una kunoichi de Caelum Sanguis?
Ella lo miró a los ojos y le dio un beso en la mejilla- Lo siento amigo, pero la Demonio Escurridiza nunca dejará de ser escurridiza.
Y dicho esto se fue caminando tranquilamente. Su mejor amigo continuó mirando su caminar con una sonrisa hasta que se perdió de vista.
Ya fuera del territorio de la Aldea del Fuego, Hadda y Yuriko se encontraron y se dispusieron a marcharse.
- ¿Estás segura de esto Hadda?
- Claro que si- se colgó el sello del fuego al cuello- nunca he estado tan segura... además... dentro de nueve meses tendrás que volver a esta aldea Yuriko, ¿de que te preocupas?
- ¿Cómo...?
Ella sonrió, luego miró la Aldea, no era la última vez que vería esa aldea, estaba segura de que iba a volver en poco tiempo, después de todo Kaichi y ella estaban dispuestos a todo.
- La miras muy nostálgica.
- La Aldea del Fuego siempre será mi verdadero hogar.
- Pero entonces...
- No puedo quedarme... soy un alma aventurera... además, para la mayoría soy una traidora, y me incluyo.
- ¿No te da pena eso?
Negó con la cabeza- ... después de todo, este es mi camino ninja...
Y sin decir más, partieron.
FIN