cap anterior:
El ser lanzó una carcajada- Esa cosa no piensa, solo toma a un alma y la saca del cuerpo, es todo.
- ¡¿Qué?! No, no, suéltame, suéltame!!- Hadda comenzó a luchar por liberarse de la energía, pero era inútil- ¡Shusei-san! ¡¡Ayúdame!! ¡¡Shusei-san!!
El grito de auxilio de Hadda fue más fuerte que sus alaridos y llegó a Shusei, el cual se dio vuelta y vio como la mano de Aura intentaba salir del cuerpo de su prima.
- ¡No! ¡Shinji espera!
El líder lo miró extrañada. El Heian serró los ojos y se transportó a la mente de su prima. La energía, que tenía forma de mujer, arrastraba a Hadda como si nada, tomándola de la capucha, y la chica intentaba soltarse sin éxito. El demonio reía a carcajadas y se revolcaba en el piso. Shusei corrió hacia la energía y gritó, al mismo tiempo que el sello del fuego brillaba en su cuello.
- ¡Suéltala! ¡A él tienes que sacar!- y señaló al demonio.
La energía, que tenía la forma de la madre de Hadda, una mujer de cabello castaño claro y ojos color miel, lo miró fijamente un minuto. Luego soltó a Hadda y se dirigió hacia el demonio, que dejó de reír y comenzó a intentar detener a la energía.
- Hadda, estás bien?
- Si, si- la chica miró a la energía- ¿Por qué tiene apariencia humana?
- No solo tiene apariencia humana, es la apariencia de tu madre, la original creadora de tu sello.
- Mi madre... ¿esa es... mi madre?- preguntó con ojos llorosos.
- Si... escucha, será mejor que vengas con migo, tu cuerpo es muy peligroso en este momento.
- De acuerdo, ¿pero adonde...?
- A mi mente.
Ella se sorprendió, aunque siempre se comunicaban mentalmente y su primo había ido muchas veces a su mundo mental, ella nunca había entrado al mundo mental de Shusei. Ambos se miraron a los ojos y se transportaron. Salieron casi despedidos del cuerpo de la joven y entraron al de él.
La mente de Shusei era una amplia e infinita pradera, de cielo rojizo y nubes negras, con una eterna Luna llena negra. Soplaba un fuerte viento y todo tenía un tono rojizo y negro. Hadda se miró las manos y luego miró a Shusei, ambos había tomado la tonalidad rojiza y negra de todo lo demás.
- ¿Aquí es donde traes a las personas a través del Tsuki no Tenshi?
- Si, al igual que tu las transportas a tu oscuridad infinita, yo las transporto aquí, a la pradera roja.
Hadda observó el lugar por un largo rato, mientras Shusei volvía al exterior:
- ¡Rápido Shinji! ¡Ya es hora! ¡Saca al demonio!- le gritó el Heian al líder.
Shinji lo miró y asintió, Shusei era único capaz de gritarle de esa forma y de darle órdenes al líder. Él volvió a mirar a víctima, que seguía retorciéndose y lanzando demoníacos gritos y comenzó a sacar la mano de Aura del interior de la chica. Poco a poco el brazo fue saliendo y los gritos se fueron perdiendo.
Cuando salió completamente, la enorme mano estaba cerrada y se oían demoníacos gritos y palabras en un idioma extraño: el demonio intentaba escapar, haciendo que su cuerpo (en forma de un extraño humo rojizo) se escabulla entre los dedos. Pero Shinji fue lo suficientemente rápido como para crear el nuevo contenedor. Realizó seis posiciones y luego gritó, colocando sus manos entrelazadas de palma contra su pecho:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Sellado con Almas Múltiple!
De la nada, una especie de humo gelatinoso plateado salió de su boca, al mismo tiempo que los otros sellos brillaban y el mismo humo salía de las bocas de los demás miembros de Caelum Sanguis. Las ocho almas comenzaron a rodear la mano. Entones de la boca del inerte cuerpo de Hadda también salió la parte de su alma que ella había dejado intencionalmente ahí y se unió a las demás partes. Las nueve partes de las nueve almas se pegaron a la mano y la envolvieron como un papel de regalo.
Shinji, que había caído de rodillas y estaba agitado, levantó dificultosamente su brazo derecho y una vez más hizo brillar la herramienta del poder para absorber definitivamente el poder del demonio y unirlo a los otros nueve bijuus. Uno por uno los miembros de Caelum Sanguis fueron desmayándose por el shock de la división de almas.
Shusei cayó en los brazos de su prima, ya no podía, iba a desmayarse. La pradera roja perdió su tiñe rojizo y se volvió completamente oscura, como una noche sin Luna ni luces. Cuando su primo quedó dormido en sus brazos, supuso que a Shinji le estaba por pasar lo mismo y sin dudarlo abandonó el cuerpo del Heian y se dirigió al cuerpo del líder.
La mente de Shinji era muy extraña. Hadda se encontraba flotando en un lugar repleto de espejos y puertas, el lugar era de muchos colores psicodélicos que no se quedaban quietos, todo se movía y era muy silencioso.
- Que... guau, que lugar tan extraño...
- ¡Que haces en mi cuerpo!- la aturdió una voz!
La chica se dio vuelta, Shinji también flotaba, pero estaba distinto, sus ojos eran más pequeños y su boca más alargada de lo normal. La chica estaba por hablar cunado otro grito la interrumpió.
- ¡Sal de mi cuerpo Hadda!
Miró a su izquierda- ¡Shinji! Como es que...- pero antes de que pudiera terminar otro Shinji apareció por su derecha. El de la izquierda tenía unas tremendas ojeras y el otro ojos muy grandes- ¡Ha...! ¡No puede ser! ¡Eres igual que yo! ¡Eres un Ser Mágico que puede dividir su alma!
- Si- le dijo el de la boca enorme- ¡Y tuve que utilizar una de esas partes para crear el sello!
- ¡Ja! Te dije que no te sería fácil Shinji...- dibujó una maliciosa sonrisa.
- Borra esa sonrisa de tu cara, el sello ya está hecho, el poder del Gran Demonio me pertenece ahora- dijo la voz del líder a su espalda.
La chica de dio vuelta, el Shinji original estaba ahí- Si... felicitaciones... el poder del “Gran Demonio de Fuego” es tuyo. Ahora, si me permites, iré a mi cuerpo a descansar y a acostumbrarme a la paz...
Y dicho esto la chica salió del cuerpo del líder de Caelum Sanguis y se metió en el suyo.
- ¿Acostumbrarse a la paz?
- Porque dijo el Gran Demonio con ese tono, como burlándose.
- No es buena señal...
- No se lo que signifiquen sus palabras, pero lo voy a averiguar... esa chica oculta muchas más cosas de lo que creemos, estoy seguro.
Cáp. 17: Traicionando a los traidores.
Quién necesita armas cuando tenemos palabras? Las palabras son las mejores armas del mundo, el mejor transporte, las que pueden hacer los sueños realidad... Las palabras quedan gravadas, penetran, crean... Las palabras son como el fuego, aliméntalas de forma adecuada y perdurarán, olvídalas, y aún así dejarán cenizas...
27 may 2009
10 may 2009
Cronicas... cap 16: rompiendo el sello
Cáp. 16: Rompiendo el sello.
Entraron. Era la primera vez que Hadda entraba en la misteriosa habitación, pero no sería la última. Era una enorme sala circular, muy oscura, apenas iluminada con dos antorchas enormes en la parte norte. En el centro había una especie de santuario que le recordó a Stonehenge, con diez columnas, las cuales rodeaban a unas cadenas sujetas al piso, las cuales, supuso, eran usadas para mantener quiero al jinyuriki capturado.
Sobre las columnas, cada uno de los miembros de Caelum Sanguis esperaba pacientemente a que los preparativos comenzaran. De la nada, Shinji apareció detrás de Hadda y la tomó de los hombros, luego la empujó bruscamente hacia las cadenas. Shusei bajó la mirada y cerró los ojos, no podía soportar que la maltrataran, pero esta vez tampoco podía impedirlo.
El Heian subió a la columna sin levantar la mirada. Shinji hizo arrodillar a Hadda y le ató los tobillos y las muñecas a las cadenas. Aunque sentía la necesidad de arrancarlas, no lo hizo, sabía que no debía, ya que si lo hacía todo por lo que había luchado se destruiría.
- Mas te vale que estas cosas sean resistentes Shinji- le dijo entre dientes y en tono de amenaza.
- Intenta zafarte y lo comprobarás.
Miró con atención las cadenas, eran muy gruesas y parecían bastante resistentes.
- No me tientes Shinji... sabes que soy capás de hacerlas añicos.
- Pero no lo harás- se le acercó hasta que la punta de sus narices se tocaron- porque si escapas, le dirás adiós a tu mejor amigo y a la Aldea del Fuego.
Resopló en forma de respuesta y luego giró la cabeza bruscamente, haciendo que su cabello golpeara a Shinji. El líder la tomó del mentón y la llevó hacia él repentinamente. Ambos activaron sus Técnica Oculares y se miraron fijo a los ojos. Entonces...
- ¡Shinji, deja de perder el tiempo y comencemos!- le gritó Yuriko.
Shinji soltó a Hadda y comenzó a caminar hacia su columna lentamente. Todos lo observaron en silencio. Cuando el líder se ubicó en su lugar, tomó el collar que tenía en el cuello y se lo sacó. Lo enredó en sus muñecas e hizo una extraña posición de manos que Hadda jamás había visto.
- ¡Herramienta del Poder!
El sellos que colgaba del collar, el cual tenía el kanji “unión”, comenzó a brillar. Entonces los demás miembros comenzaron a hacer las posiciones de manos de sus sellos: Shusei, fuego (Kyuubi no youko) y demonios (Yamata no orochi); Yusei tierra (Kaku); Yuriko rayo (Raijuu); Takuma ilución (Houkou); Hisao veneno (Sokou); Kasuya agua (Isonade) y oscuridad (Nekomata); y por último Kaname, viento (Shukaku). Todos los sellos comenzaron a brillar en el orden en que hicieron las posiciones y por último la herramienta del poder volvió a brillar con más intensidad.
Entonces cada uno comenzó a rodearse de un poderosísimo Aura, que poseía el poder del sello. Entonces Shinji volvió a decir:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Unión de Sellos!- los nueve Auras abandonaron a sus portadores y se dirigieron hacia Shinji, concentrándose en la herramienta del poder- ¡Ruptura del Sello!
Entonces toda la energía concentrada en la herramienta rodeó la mano derecha de Shinji, el cual hizo un movimiento brusco y luego apuntó a Hadda con su mano, como si fuera una flecha. De la nada, el poderoso Aura tomó forma de lanza y se dirigió a toda velocidad hacia ella. Se preparó para recibir el golpe, sabía que iba directo a su pecho, por lo que alejó todo su Aura de ese punto para que el sello se rompiera más fácilmente.
La flecha de Aura la atravesó fuertemente y no pudo evitar lanzar un fuerte que resonó en toda la habitación. Cayó de rodillas, agitada y con los ojos cerrados. Cuando los vio que Kaname y Yusei hablaban, pero no podía escuchar nada. Las cadenas habían lastimado un poco sus muñecas, aún así el sello solo había sufrido un leve rasguño, apenas se había agrietado.
- Es extraño, normalmente la flecha traspasa al portador.
- Si Yusei, pero parece que Hadda no exageraba cuando dijo que el sello era casi indestructible.
- ¡¡Shinji!!- la voz de Hadda ya tenía un tono demoníaco- Será mejor que te apures... ¡deja de hacer estupideces y destruye el sello de una vez!
- ¡Cállate Demonio Escurridiza!
- ¡Deja de hablar y comienza a actuar! No vez que esa flecha fue muy débil, apenas se agrietó... debiste buscar un reemplazo para Genji y Naiki... ¡una persona no puede darle a dos sellos la misma energía que a uno solo! ¡Por eso el sello sigue activo!
- ¡Cállate! ... Shusei, Kasuya, activen un sello a la vez y pásenme la energía.
Ambos obedecieron.
- Fuego- dijo el Heian, haciendo la posición del fuego.
- Agua- dijo Kasuya, rodeando sus brazos de Aura en forma de espiral, siguiendo los tatuajes del agua que tenía.
Los Auras de ambos los rodearon y fueron directo a Shinji.
- Demonios- Shusei hizo una posición de manos extraña, que solo había visto hacer a Genji, entrelazó sus dedos y luego levantó los dedos índice y anular de ambas manos.
- Oscuridad- Kasuya realizó la misma posición, solo que también levantó el meñique.
También se dirigieron hacia Shinji. El líder repitió la posición de manos y volvió decir:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Ruptura del Sello!
La flecha de Aura volvió a formarse, esta vez mucho más poderosa. El líder volvió a lanzarla directo al corazón. Hadda volvió a retirar todo su Aura de su corazón, para que el sello quedara al descubierto. La flecha volvió a atravesarla a una increíble velocidad, pero esta vez la traspasó: el sello se había quebrado.
La chica comenzó a gritar endemoniadamente, lanzando alaridos aturdidores, desgarradores. Comenzó a retorcerse, como si no tuviera huesos. Las cadenas que la ataban estaban tan tensas que comenzaron a lastimar sus muñecas terriblemente, haciéndolas sangrar. El Aura del demonio comenzó a rodearla, haciéndose cada vez más fuerte.
Todos quedaron anonadados, nunca ningún jinyuriki había reaccionado así ante la ruptura de su sello. Era evidente que el demonio la estaba poseyendo, estaba intentando salir del cuerpo de la chica, pero ella no se lo permitía, porque, como había dicho, era su alma la que mantenía controlado al demonio. Luego de unos minutos, Shusei salió de su sorpresa y le gritó a Shinji.
- ¡Rápido Shinji, hay que extraerlo o nos matará, no solo a Hadda, a todos!
- ¿He? ¡Oh, claro! ¡Extracción!
Todos los miembros de Caelum Sanguis comenzaron a hacer una serie de posiciones de manos muy extrañas. Cuando todos terminaron de hacer las tres series de seis posiciones, un majoringu[1] se dibujó en el piso, de modo que cada una de las columnas quedó en un punto central y Hadda quedó en el centro del círculo. Entonces Shinji tomó la herramienta del poder y la enredó en su brazo derecho.
- ¡Herramienta del Poder! ¡Extracción!
Su brazo se rodeó de la misma energía que había formado la flecha y entonces apuntó con su mano abierta a Hadda. De la nada una mano gigantesca, formada de ese Aura, salió del brazo del líder y se introdujo en el cuerpo de la chica, la cual comenzó a gritar aún más fuerte.
Todo permaneció unos minutos en completo silencio, hasta que Hadda volvió a gritar, tirando la cabeza hacia atrás y abriendo los ojos bruscamente. Sus ojos habían cambiado: estaban completamente rojos, de iris amarillo y pupilas también rojas: eran los ojos del demonio. Al instante, sus parpados, labios y nariz comenzaron a sangrar. Ella no paraba de gritar e Shusei serró los ojos y le dio la espalda al escenario, a la vez que se tapaba los oídos.
Mientras tanto, en la mente de Hadda se libraba una terrible batalla: ella y un ser espeluznante de tez rojiza y cabello negro profundo luchaban por ver quien controlaba a quien. Parecía que el demonio iba a ganar, cuando una extraña energía los interrumpió, interponiéndose.
- Pero que rayos...
- Estás acabado demonio, Shinji logró alcanzarte, ahora va a extraerte.
- Así que esta cosa es lo que me sacará de dentro tuyo- dijo el demonio tocando con un puntiagudo dedo a la energía, que estaba tomando forma.
- Si, al fin me libraré de ti...
El demonio observó atentamente como la energía tomaba forma humana- O yo de ti...
- ¿Qué...?
Entonces de la nada el demonio se abalanzó sobre Hadda, haciéndola caer de espaldas y él arriba. Comenzaron a forcejear, rodando por el piso, mientras la energía intentaba agarrar al demonio. En cierto momento Hadda quedó arriba y la energía la tomó de la capucha de la túnica y se la acercó.
- ¿Pero que haces? ¡Él es el demonio!
El ser lanzó una carcajada- Esa cosa no piensa, solo toma a un alma y la saca del cuerpo, es todo.
- ¡¿Qué?! No, no, suéltame, suéltame!!- Hadda comenzó a luchar por liberarse de la energía, pero era inútil- ¡Shusei-san! ¡¡Ayúdame!! ¡¡Shusei-san!!
..continuará...
[1] Majo: burja/o - Ringu: aro/circunferencia. Majoringu: circunferencia con iscripciones usadas en la magia.
Entraron. Era la primera vez que Hadda entraba en la misteriosa habitación, pero no sería la última. Era una enorme sala circular, muy oscura, apenas iluminada con dos antorchas enormes en la parte norte. En el centro había una especie de santuario que le recordó a Stonehenge, con diez columnas, las cuales rodeaban a unas cadenas sujetas al piso, las cuales, supuso, eran usadas para mantener quiero al jinyuriki capturado.
Sobre las columnas, cada uno de los miembros de Caelum Sanguis esperaba pacientemente a que los preparativos comenzaran. De la nada, Shinji apareció detrás de Hadda y la tomó de los hombros, luego la empujó bruscamente hacia las cadenas. Shusei bajó la mirada y cerró los ojos, no podía soportar que la maltrataran, pero esta vez tampoco podía impedirlo.
El Heian subió a la columna sin levantar la mirada. Shinji hizo arrodillar a Hadda y le ató los tobillos y las muñecas a las cadenas. Aunque sentía la necesidad de arrancarlas, no lo hizo, sabía que no debía, ya que si lo hacía todo por lo que había luchado se destruiría.
- Mas te vale que estas cosas sean resistentes Shinji- le dijo entre dientes y en tono de amenaza.
- Intenta zafarte y lo comprobarás.
Miró con atención las cadenas, eran muy gruesas y parecían bastante resistentes.
- No me tientes Shinji... sabes que soy capás de hacerlas añicos.
- Pero no lo harás- se le acercó hasta que la punta de sus narices se tocaron- porque si escapas, le dirás adiós a tu mejor amigo y a la Aldea del Fuego.
Resopló en forma de respuesta y luego giró la cabeza bruscamente, haciendo que su cabello golpeara a Shinji. El líder la tomó del mentón y la llevó hacia él repentinamente. Ambos activaron sus Técnica Oculares y se miraron fijo a los ojos. Entonces...
- ¡Shinji, deja de perder el tiempo y comencemos!- le gritó Yuriko.
Shinji soltó a Hadda y comenzó a caminar hacia su columna lentamente. Todos lo observaron en silencio. Cuando el líder se ubicó en su lugar, tomó el collar que tenía en el cuello y se lo sacó. Lo enredó en sus muñecas e hizo una extraña posición de manos que Hadda jamás había visto.
- ¡Herramienta del Poder!
El sellos que colgaba del collar, el cual tenía el kanji “unión”, comenzó a brillar. Entonces los demás miembros comenzaron a hacer las posiciones de manos de sus sellos: Shusei, fuego (Kyuubi no youko) y demonios (Yamata no orochi); Yusei tierra (Kaku); Yuriko rayo (Raijuu); Takuma ilución (Houkou); Hisao veneno (Sokou); Kasuya agua (Isonade) y oscuridad (Nekomata); y por último Kaname, viento (Shukaku). Todos los sellos comenzaron a brillar en el orden en que hicieron las posiciones y por último la herramienta del poder volvió a brillar con más intensidad.
Entonces cada uno comenzó a rodearse de un poderosísimo Aura, que poseía el poder del sello. Entonces Shinji volvió a decir:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Unión de Sellos!- los nueve Auras abandonaron a sus portadores y se dirigieron hacia Shinji, concentrándose en la herramienta del poder- ¡Ruptura del Sello!
Entonces toda la energía concentrada en la herramienta rodeó la mano derecha de Shinji, el cual hizo un movimiento brusco y luego apuntó a Hadda con su mano, como si fuera una flecha. De la nada, el poderoso Aura tomó forma de lanza y se dirigió a toda velocidad hacia ella. Se preparó para recibir el golpe, sabía que iba directo a su pecho, por lo que alejó todo su Aura de ese punto para que el sello se rompiera más fácilmente.
La flecha de Aura la atravesó fuertemente y no pudo evitar lanzar un fuerte que resonó en toda la habitación. Cayó de rodillas, agitada y con los ojos cerrados. Cuando los vio que Kaname y Yusei hablaban, pero no podía escuchar nada. Las cadenas habían lastimado un poco sus muñecas, aún así el sello solo había sufrido un leve rasguño, apenas se había agrietado.
- Es extraño, normalmente la flecha traspasa al portador.
- Si Yusei, pero parece que Hadda no exageraba cuando dijo que el sello era casi indestructible.
- ¡¡Shinji!!- la voz de Hadda ya tenía un tono demoníaco- Será mejor que te apures... ¡deja de hacer estupideces y destruye el sello de una vez!
- ¡Cállate Demonio Escurridiza!
- ¡Deja de hablar y comienza a actuar! No vez que esa flecha fue muy débil, apenas se agrietó... debiste buscar un reemplazo para Genji y Naiki... ¡una persona no puede darle a dos sellos la misma energía que a uno solo! ¡Por eso el sello sigue activo!
- ¡Cállate! ... Shusei, Kasuya, activen un sello a la vez y pásenme la energía.
Ambos obedecieron.
- Fuego- dijo el Heian, haciendo la posición del fuego.
- Agua- dijo Kasuya, rodeando sus brazos de Aura en forma de espiral, siguiendo los tatuajes del agua que tenía.
Los Auras de ambos los rodearon y fueron directo a Shinji.
- Demonios- Shusei hizo una posición de manos extraña, que solo había visto hacer a Genji, entrelazó sus dedos y luego levantó los dedos índice y anular de ambas manos.
- Oscuridad- Kasuya realizó la misma posición, solo que también levantó el meñique.
También se dirigieron hacia Shinji. El líder repitió la posición de manos y volvió decir:
- ¡Herramienta del Poder! ¡Ruptura del Sello!
La flecha de Aura volvió a formarse, esta vez mucho más poderosa. El líder volvió a lanzarla directo al corazón. Hadda volvió a retirar todo su Aura de su corazón, para que el sello quedara al descubierto. La flecha volvió a atravesarla a una increíble velocidad, pero esta vez la traspasó: el sello se había quebrado.
La chica comenzó a gritar endemoniadamente, lanzando alaridos aturdidores, desgarradores. Comenzó a retorcerse, como si no tuviera huesos. Las cadenas que la ataban estaban tan tensas que comenzaron a lastimar sus muñecas terriblemente, haciéndolas sangrar. El Aura del demonio comenzó a rodearla, haciéndose cada vez más fuerte.
Todos quedaron anonadados, nunca ningún jinyuriki había reaccionado así ante la ruptura de su sello. Era evidente que el demonio la estaba poseyendo, estaba intentando salir del cuerpo de la chica, pero ella no se lo permitía, porque, como había dicho, era su alma la que mantenía controlado al demonio. Luego de unos minutos, Shusei salió de su sorpresa y le gritó a Shinji.
- ¡Rápido Shinji, hay que extraerlo o nos matará, no solo a Hadda, a todos!
- ¿He? ¡Oh, claro! ¡Extracción!
Todos los miembros de Caelum Sanguis comenzaron a hacer una serie de posiciones de manos muy extrañas. Cuando todos terminaron de hacer las tres series de seis posiciones, un majoringu[1] se dibujó en el piso, de modo que cada una de las columnas quedó en un punto central y Hadda quedó en el centro del círculo. Entonces Shinji tomó la herramienta del poder y la enredó en su brazo derecho.
- ¡Herramienta del Poder! ¡Extracción!
Su brazo se rodeó de la misma energía que había formado la flecha y entonces apuntó con su mano abierta a Hadda. De la nada una mano gigantesca, formada de ese Aura, salió del brazo del líder y se introdujo en el cuerpo de la chica, la cual comenzó a gritar aún más fuerte.
Todo permaneció unos minutos en completo silencio, hasta que Hadda volvió a gritar, tirando la cabeza hacia atrás y abriendo los ojos bruscamente. Sus ojos habían cambiado: estaban completamente rojos, de iris amarillo y pupilas también rojas: eran los ojos del demonio. Al instante, sus parpados, labios y nariz comenzaron a sangrar. Ella no paraba de gritar e Shusei serró los ojos y le dio la espalda al escenario, a la vez que se tapaba los oídos.
Mientras tanto, en la mente de Hadda se libraba una terrible batalla: ella y un ser espeluznante de tez rojiza y cabello negro profundo luchaban por ver quien controlaba a quien. Parecía que el demonio iba a ganar, cuando una extraña energía los interrumpió, interponiéndose.
- Pero que rayos...
- Estás acabado demonio, Shinji logró alcanzarte, ahora va a extraerte.
- Así que esta cosa es lo que me sacará de dentro tuyo- dijo el demonio tocando con un puntiagudo dedo a la energía, que estaba tomando forma.
- Si, al fin me libraré de ti...
El demonio observó atentamente como la energía tomaba forma humana- O yo de ti...
- ¿Qué...?
Entonces de la nada el demonio se abalanzó sobre Hadda, haciéndola caer de espaldas y él arriba. Comenzaron a forcejear, rodando por el piso, mientras la energía intentaba agarrar al demonio. En cierto momento Hadda quedó arriba y la energía la tomó de la capucha de la túnica y se la acercó.
- ¿Pero que haces? ¡Él es el demonio!
El ser lanzó una carcajada- Esa cosa no piensa, solo toma a un alma y la saca del cuerpo, es todo.
- ¡¿Qué?! No, no, suéltame, suéltame!!- Hadda comenzó a luchar por liberarse de la energía, pero era inútil- ¡Shusei-san! ¡¡Ayúdame!! ¡¡Shusei-san!!
..continuará...
[1] Majo: burja/o - Ringu: aro/circunferencia. Majoringu: circunferencia con iscripciones usadas en la magia.
3 may 2009
Cronicas... cap 15: la preparacion ...
Cáp. 15: La preparación.
Estaba sentada en la infinita oscuridad de su mente, observando el desolador paisaje, esperando despertar, como miles de veces antes. Pero esta vez no era como las demás, esta vez su cuerpo estaba débil y su también, eran las circunstancias perfectas para que el demonio saliera y tomara el control.
Una ráfaga de viento rojizo pasó velozmente por su izquierda. La miró de reojo, él quería salir, pero no lo dejaría, hacía muchos años que le impedía salir. Antes, necesitaba de la ayuda de alguien más para mantener en equilibrio, pero desde que había cometido el peor de su vida, ella era su propio equilibrador.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la única puerta abierta. El viento rojizo comenzó a envolverla rápidamente; pero no se desesperó, simplemente tomó el picaporte de la puerta que se estaba volviendo roja y simplemente la cerró de un portazo. El viento se metió por la cerradura y el paisaje volvió a ser infinitamente negro.
Suspiró profundo y retrocedió unos pasos, pero se sobresaltó al sentir que chocaba con alguien. Se dio vuelta y se encontró cara a cara con Shusei. Suspiró aliviada, su primo le sonrió y le colocó una mano en el hombro: sus ojos mostraban preocupación.
- Ya estás en Caelum Sanguis, ya no hay vuelta atrás.
- Lo se, pero así es mejor... ahora Toki y todo la aldea están a salvo.
Unos meses después, en una remota caverna del País de la Garra, Kentaro e Ikkyo hablaban. El Heian estaba sentado en una delicada silla de madera revestida en terciopelo. Kentaro estaba parado en frente de él.
- ¿Estás seguro de que funcionará?
- Claro que estoy seguro Kentaro- sacó un mechón de cabello castaño claro- esto me guiará hacia Hadda y ella está con Shusei.
- Pero...
- No te atrevas a contradecirme gusano. Después de todo tu solo eres un peón, un pedazo de metal que sigue a un imán, solo porque ese imán tiene poder...
- No me refería a eso... yo... Ikkyo-sama, cómo estás tan seguro de que Hadda está con Shusei?
- ¿Crees que no los conozco? Ellos están juntos... te lo aseguro.
- ¿Juntos...? pero... en que sentido?
Lo miró como quien mira a una cucaracha muerta- En todos los sentidos que se te ocurran.
Kentaro se quedó un rato en silencio, esperando a que Ikkyo dijera o hiciera algo, no siempre entendía lo él decía o hacía, no era tan predecible ni tan fácil de complacer como Genji-sama.
- ¿Cuándo dices que harán el ritual?
Tardó un poco en comprender que le estaba hablando a él- Ham... está previsto para esta noche, porque es Luna nueva...
- ¿Y que tiene que ver la Luna nueva en todo esto?
- Ham... aparentemente el demonio interior de Hadda-hime se debilita en Luna nueva.
- Hum ya veo... entonces el mejor momento para atacar será mañana.
- No lo creo- Ikkyo lo miró, de seguro iba a decirle algo, pero él se apresuró a agregar- Incrementarán su seguridad por el ritual! Quizás sería mejor atacar pasado mañana o dentro de cinco o seis días...
- No, seis días es mucho tiempo, Hadda es una mujer inquieta, querrá entrenar apenas se despierte, y no pudo impedir que se acostumbre a sus nuevos poderes... atacaremos en tres días.
- De acuerdo, como digas...- hizo una reverenda y salió de la habitación de piedra lentamente.
“- Cuando Hadda esté débil no podrá defender a mi hermano y entonces nadie se interpondrá entre mi venganza y yo.”
Mientras tanto, en la Aldea del Fuego, Kaichi entra algo nervioso (muy inusual en él) a la oficina de la HiKokuo.
- Kaichi, cálmate, que te pasa?
- Kaori... aún no ha vuelto de la misión...
- Cálmate, Kaori es un buen Chimu, podrá llevar la misión con éxito.
- Pero... su equipo, dijiste que eran tres Deshis más, y es su primera misión de rango A como Chimu, no crees que necesitarán ayuda.
- Kaichi, escucha: Kaori es un buen líder, po algo fue ascendido a Chimu, y los tres Deshi son sus amigos, él los conoce, además no son Deshis cualquiera: Takeshi, el hijo del líder SSEG; Tsume, el genio del Clan Dobutsuchi y Soichi, el nieto del tercer HiKokuo, son Deshis de elite.
- Pero...
En ese momento Kazuo entró como si nada a la oficina, le dejó un papel a Keiichiro y se dispuso a salir de nuevo.
- ¡Kazuo espera!- el hombre la miró, sus ojos celestes habían perdido su brillo habitual- Acompaña a Kaichi al País de la Garra, a la aldea fronteriza y demuéstrale que su hijo está bien.
Asintió con la cabeza y salió, junto a Kaichi, de la habitación y luego de la aldea, tomando el camino del oeste.
Unos veinte minutos más tarde, unos kilómetros al sur de la triple frontera (el País del Fuego, el País del Desierto y el País de la Garra), en la entrada secreta a la guarida escondida de Caelum Sanguis, Takuma, el mitad planta, espera el regreso de los dos Heian. Luego de unos segundos, dos figuras comienzan a verse por el camino: ambas llevaban túnicas y la de la derecha es más petiza que la de la izquierda.
- Ya era hora...
-Hey, el País del Fuego es grande- dijo en forma de respuesta Hadda, entrando sin mirarlo al túnel.
- ¿Dos especialistas en persecución, secuestro y rescate, no pueden encontrar a un simple asesino en su país de origen?- preguntó, con un tono de burla y acusación.
La chica se detuvo en seco y lo miró penetrantemente con sus ojos cristalinos- Buscar un criminal en el País del Fuego es como buscar una aguja en un pajar.
- No creo que sea difícil para ustedes... conocen el país y poseen el Jigokume...
- Deja de quejarte Takuma- interrumpió bruscamente Shusei, interponiéndose entre ambos- trajimos diez mil... era la recompensa.
- ¡¡Diez mil!! Co...
Antes de que pudiera continuar hablando, Shusei empujó hacia adentro del túnel a Hadda y desaparecieron de la vista en un abrir y cerrar de ojos.
Comenzaron a caminar por el apenas iluminado pasillo hecho de piedra y pasados unos minutos Hadda tomó de la mano a Shusei, él la miró algo extrañado.
- ¿Crees que Shinji sospecha algo?
- No lo se... y si lo hace no me importa... sabes que haré lo que sea para hacerte feliz.
- Pero...
Le acarició el cabello demostrándole cariño- Kaichi te hace feliz y él está en la Aldea, por lo tanto tu eres feliz yendo a la Aldea... y me ocuparé de que nadie te impida llegar todas las semanas a tu felicidad...
Ella le sonrió tiernamente y le dijo en un susurro- Gracias Shusei-san.
Él estaba por decir algo, cuando Yusei y Kaname aparecieron.
- Hola chicas, ¿Cómo están?- saludó alegremente Yusei- ¿Te cortaste el cabello Hadda?
- Oh si... jeje creí que nadie aquí se daría cuenta.
- Hey, es fácil notar los cambios en alguien a quien aprecias... te queda muy lindo.
Hadda se ruborizó un poco por el comentario del chico- Jeje gracias...
- Oigan, tengan cuidado, Shinji está algo extraño con respecto a ustedes- les advirtió Kaname.
- ¿Extraño?
- Te lo dije Shusei-san, sospecha algo...
- Oigan cálmense... nosotros nos hicimos cargo de que no sospeche...
- Gracias Yusei-kun, pero...
- Hey, si trajeron recompensa no tienen de que preocuparse.
- Entonces no va a decirnos nada... porque trajimos bastante- Shusei hizo resonar unas monedas dentro de su túnica y sonaban a muchas.
- Cielos... espero que sean tantas como suenan...
- Lo son.
Se despidieron de sus amigos y siguieron caminando, al cabo de unos quince minutos se cruzaron con Yuriko.
- Me da gusto verte Shusei-kun... Shinji ya se estaba poniendo algo... especulativo.
- ¿Especulativo?- preguntó Hadda.
Ella asintió y comenzó a caminar junto a ellos- Está convencido de que ustedes dos esconden algo.
Los dos Heian se miraron de reojo, entonces Shusei dijo en forma de respuesta:
- Todos en Caelum Sanguis ocultan algo, como por ejemplo el porque de pertenecer a esta organización.
- Si... tienes razón... pero será mejor que tengan cuidado.
Siguieron caminando un rato más, el pasillo tenía cada tanto puertas que conducían a diferentes habitaciones, pero ellos debían llegar a la última puerta antes de la gran habitación circular, que era el lugar en donde siempre se encontraba el líder, cuando no estaba en su habitación.
Cuando por fin llegaron, Shusei llamó suavemente a la puerta y de dentro se escuchó la voz de Shinji decir:
- Entren.
Los tres jóvenes entraron a la oscura habitación, en la que no se distinguía ni una sola parte de pared porque había decenas de espejos de diferentes tamaños, formas y con diferentes efectos. El líder estaba en el centro de la habitación, de espaldas a la puerta y con los ojos cerrados.
- Ya era hora de que llegaran... hoy es el día...- abrió un ojo y miró fijo a Hadda- espero que estés lista.
Activó el Jigokume solo en su ojo izquierdo en forma de respuesta.
- Espero que por lo menos hayan traído recompensa, ya que tardaron tanto...
Shusei dibujó en su rostro una pequeña mueca de risa y lanzó una pequeña bolsa de cuero. Shinji la tomó en el aire como si nada, la abrió y sorprendido abrió el otro ojo.
- ¿Y esto es el diez por ciento?
- jaja lo vez Shinji, tengo pocas misiones, pero...
- El dinero no compensa nada Hadda- la interrumpió bruscamente. Prepárense, apenas se esconda el Sol comenzaremos con el ritual.
Shusei y Yuriko salieron de la habitación apenas terminó de hablar, pero ella no se movió, siguió con la mirada fija en Shinji, el cual volvió a cerrar los ojos.
- Mas te vale que cumplas tu promesa Shinji, o sino...
- ¡Ja! ¡O sino que! Para medianoche no serás más que una simple kunoichi desmayada.
- No te confíes tanto, que sea Luna nueva no quiere decir que te va a ser fácil...- le dio la espalda y comenzó a caminar hacia la puerta- tendrás que tomar parte de mi alma si quieres controlar su poder...
- Como digas...
En ese instante el reflejo de unos ojos rojos apareció en la puerta, pero ella hizo girar las aspas de su Jigokume -que seguía activado solo en el ojo izquierdo- y anuló la ilusión, luego simplemente salió de la habitación.
Horas más tarde, unos minutos después del atardecer, Hadda caminaba junto a Shusei por el largo pasillo hacia la gran habitación circular.
- De verdad, ten cuidado Shusei-san...
- Deberías preocuparte por ti, no por mi... tienes que ocuparte de resistir para no morir.
- No voy a morir... pero ustedes... ¡todos están en peligro!
- Cálmate... hemos hecho esto muchas veces, tomamos las precauciones necesarias para que nadie muera.
- Y sin embargo los jinyurikis siempre han muerto.
- Me refería a miembros de Caelum Sanguis.
- Si, pero esta vez va a ser diferente, porque esta vez no será un bijuu lo que van a extraer, va a ser un demonio mucho más poderoso.... ¡incluso es posible que deban crear un sello contenedor!
Se pararon frente a la puerta. Shusei la tomó de los hombros y la miró fijo a los ojos como nunca antes lo había hecho.
- ¿Confías en mi?- le preguntó, con una voz muy atractiva. Ella asintió despacio con la cabeza. Él le tomó la cara muy suavemente y se la acercó hasta que sus narices se tocaron- entonces no tienes de que preocuparte. Yo siempre te voy a proteger- y entonces la besó lentamente.
Pero Hadda, aunque respondió a ese dulce beso, sabía lo que su primo quería transmitirle; era un gesto de cariño, para decirle que siempre estaría con ella, que la protegería y que era una promesa, una promesa sellada con un beso que pareció eterno, un beso entre dos primos que se amaban y sabían que aunque nada ni nadie los podría separar, nunca podrían estar juntos.
Cuando se separaron, volvieron a mirarse a los ojos, pero esta vez por un segundo, y luego entraron a la enorme sala, sabiendo lo que les esperaba.
Cáp. 16: Rompiendo el sello.
Estaba sentada en la infinita oscuridad de su mente, observando el desolador paisaje, esperando despertar, como miles de veces antes. Pero esta vez no era como las demás, esta vez su cuerpo estaba débil y su también, eran las circunstancias perfectas para que el demonio saliera y tomara el control.
Una ráfaga de viento rojizo pasó velozmente por su izquierda. La miró de reojo, él quería salir, pero no lo dejaría, hacía muchos años que le impedía salir. Antes, necesitaba de la ayuda de alguien más para mantener en equilibrio, pero desde que había cometido el peor de su vida, ella era su propio equilibrador.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la única puerta abierta. El viento rojizo comenzó a envolverla rápidamente; pero no se desesperó, simplemente tomó el picaporte de la puerta que se estaba volviendo roja y simplemente la cerró de un portazo. El viento se metió por la cerradura y el paisaje volvió a ser infinitamente negro.
Suspiró profundo y retrocedió unos pasos, pero se sobresaltó al sentir que chocaba con alguien. Se dio vuelta y se encontró cara a cara con Shusei. Suspiró aliviada, su primo le sonrió y le colocó una mano en el hombro: sus ojos mostraban preocupación.
- Ya estás en Caelum Sanguis, ya no hay vuelta atrás.
- Lo se, pero así es mejor... ahora Toki y todo la aldea están a salvo.
Unos meses después, en una remota caverna del País de la Garra, Kentaro e Ikkyo hablaban. El Heian estaba sentado en una delicada silla de madera revestida en terciopelo. Kentaro estaba parado en frente de él.
- ¿Estás seguro de que funcionará?
- Claro que estoy seguro Kentaro- sacó un mechón de cabello castaño claro- esto me guiará hacia Hadda y ella está con Shusei.
- Pero...
- No te atrevas a contradecirme gusano. Después de todo tu solo eres un peón, un pedazo de metal que sigue a un imán, solo porque ese imán tiene poder...
- No me refería a eso... yo... Ikkyo-sama, cómo estás tan seguro de que Hadda está con Shusei?
- ¿Crees que no los conozco? Ellos están juntos... te lo aseguro.
- ¿Juntos...? pero... en que sentido?
Lo miró como quien mira a una cucaracha muerta- En todos los sentidos que se te ocurran.
Kentaro se quedó un rato en silencio, esperando a que Ikkyo dijera o hiciera algo, no siempre entendía lo él decía o hacía, no era tan predecible ni tan fácil de complacer como Genji-sama.
- ¿Cuándo dices que harán el ritual?
Tardó un poco en comprender que le estaba hablando a él- Ham... está previsto para esta noche, porque es Luna nueva...
- ¿Y que tiene que ver la Luna nueva en todo esto?
- Ham... aparentemente el demonio interior de Hadda-hime se debilita en Luna nueva.
- Hum ya veo... entonces el mejor momento para atacar será mañana.
- No lo creo- Ikkyo lo miró, de seguro iba a decirle algo, pero él se apresuró a agregar- Incrementarán su seguridad por el ritual! Quizás sería mejor atacar pasado mañana o dentro de cinco o seis días...
- No, seis días es mucho tiempo, Hadda es una mujer inquieta, querrá entrenar apenas se despierte, y no pudo impedir que se acostumbre a sus nuevos poderes... atacaremos en tres días.
- De acuerdo, como digas...- hizo una reverenda y salió de la habitación de piedra lentamente.
“- Cuando Hadda esté débil no podrá defender a mi hermano y entonces nadie se interpondrá entre mi venganza y yo.”
Mientras tanto, en la Aldea del Fuego, Kaichi entra algo nervioso (muy inusual en él) a la oficina de la HiKokuo.
- Kaichi, cálmate, que te pasa?
- Kaori... aún no ha vuelto de la misión...
- Cálmate, Kaori es un buen Chimu, podrá llevar la misión con éxito.
- Pero... su equipo, dijiste que eran tres Deshis más, y es su primera misión de rango A como Chimu, no crees que necesitarán ayuda.
- Kaichi, escucha: Kaori es un buen líder, po algo fue ascendido a Chimu, y los tres Deshi son sus amigos, él los conoce, además no son Deshis cualquiera: Takeshi, el hijo del líder SSEG; Tsume, el genio del Clan Dobutsuchi y Soichi, el nieto del tercer HiKokuo, son Deshis de elite.
- Pero...
En ese momento Kazuo entró como si nada a la oficina, le dejó un papel a Keiichiro y se dispuso a salir de nuevo.
- ¡Kazuo espera!- el hombre la miró, sus ojos celestes habían perdido su brillo habitual- Acompaña a Kaichi al País de la Garra, a la aldea fronteriza y demuéstrale que su hijo está bien.
Asintió con la cabeza y salió, junto a Kaichi, de la habitación y luego de la aldea, tomando el camino del oeste.
Unos veinte minutos más tarde, unos kilómetros al sur de la triple frontera (el País del Fuego, el País del Desierto y el País de la Garra), en la entrada secreta a la guarida escondida de Caelum Sanguis, Takuma, el mitad planta, espera el regreso de los dos Heian. Luego de unos segundos, dos figuras comienzan a verse por el camino: ambas llevaban túnicas y la de la derecha es más petiza que la de la izquierda.
- Ya era hora...
-Hey, el País del Fuego es grande- dijo en forma de respuesta Hadda, entrando sin mirarlo al túnel.
- ¿Dos especialistas en persecución, secuestro y rescate, no pueden encontrar a un simple asesino en su país de origen?- preguntó, con un tono de burla y acusación.
La chica se detuvo en seco y lo miró penetrantemente con sus ojos cristalinos- Buscar un criminal en el País del Fuego es como buscar una aguja en un pajar.
- No creo que sea difícil para ustedes... conocen el país y poseen el Jigokume...
- Deja de quejarte Takuma- interrumpió bruscamente Shusei, interponiéndose entre ambos- trajimos diez mil... era la recompensa.
- ¡¡Diez mil!! Co...
Antes de que pudiera continuar hablando, Shusei empujó hacia adentro del túnel a Hadda y desaparecieron de la vista en un abrir y cerrar de ojos.
Comenzaron a caminar por el apenas iluminado pasillo hecho de piedra y pasados unos minutos Hadda tomó de la mano a Shusei, él la miró algo extrañado.
- ¿Crees que Shinji sospecha algo?
- No lo se... y si lo hace no me importa... sabes que haré lo que sea para hacerte feliz.
- Pero...
Le acarició el cabello demostrándole cariño- Kaichi te hace feliz y él está en la Aldea, por lo tanto tu eres feliz yendo a la Aldea... y me ocuparé de que nadie te impida llegar todas las semanas a tu felicidad...
Ella le sonrió tiernamente y le dijo en un susurro- Gracias Shusei-san.
Él estaba por decir algo, cuando Yusei y Kaname aparecieron.
- Hola chicas, ¿Cómo están?- saludó alegremente Yusei- ¿Te cortaste el cabello Hadda?
- Oh si... jeje creí que nadie aquí se daría cuenta.
- Hey, es fácil notar los cambios en alguien a quien aprecias... te queda muy lindo.
Hadda se ruborizó un poco por el comentario del chico- Jeje gracias...
- Oigan, tengan cuidado, Shinji está algo extraño con respecto a ustedes- les advirtió Kaname.
- ¿Extraño?
- Te lo dije Shusei-san, sospecha algo...
- Oigan cálmense... nosotros nos hicimos cargo de que no sospeche...
- Gracias Yusei-kun, pero...
- Hey, si trajeron recompensa no tienen de que preocuparse.
- Entonces no va a decirnos nada... porque trajimos bastante- Shusei hizo resonar unas monedas dentro de su túnica y sonaban a muchas.
- Cielos... espero que sean tantas como suenan...
- Lo son.
Se despidieron de sus amigos y siguieron caminando, al cabo de unos quince minutos se cruzaron con Yuriko.
- Me da gusto verte Shusei-kun... Shinji ya se estaba poniendo algo... especulativo.
- ¿Especulativo?- preguntó Hadda.
Ella asintió y comenzó a caminar junto a ellos- Está convencido de que ustedes dos esconden algo.
Los dos Heian se miraron de reojo, entonces Shusei dijo en forma de respuesta:
- Todos en Caelum Sanguis ocultan algo, como por ejemplo el porque de pertenecer a esta organización.
- Si... tienes razón... pero será mejor que tengan cuidado.
Siguieron caminando un rato más, el pasillo tenía cada tanto puertas que conducían a diferentes habitaciones, pero ellos debían llegar a la última puerta antes de la gran habitación circular, que era el lugar en donde siempre se encontraba el líder, cuando no estaba en su habitación.
Cuando por fin llegaron, Shusei llamó suavemente a la puerta y de dentro se escuchó la voz de Shinji decir:
- Entren.
Los tres jóvenes entraron a la oscura habitación, en la que no se distinguía ni una sola parte de pared porque había decenas de espejos de diferentes tamaños, formas y con diferentes efectos. El líder estaba en el centro de la habitación, de espaldas a la puerta y con los ojos cerrados.
- Ya era hora de que llegaran... hoy es el día...- abrió un ojo y miró fijo a Hadda- espero que estés lista.
Activó el Jigokume solo en su ojo izquierdo en forma de respuesta.
- Espero que por lo menos hayan traído recompensa, ya que tardaron tanto...
Shusei dibujó en su rostro una pequeña mueca de risa y lanzó una pequeña bolsa de cuero. Shinji la tomó en el aire como si nada, la abrió y sorprendido abrió el otro ojo.
- ¿Y esto es el diez por ciento?
- jaja lo vez Shinji, tengo pocas misiones, pero...
- El dinero no compensa nada Hadda- la interrumpió bruscamente. Prepárense, apenas se esconda el Sol comenzaremos con el ritual.
Shusei y Yuriko salieron de la habitación apenas terminó de hablar, pero ella no se movió, siguió con la mirada fija en Shinji, el cual volvió a cerrar los ojos.
- Mas te vale que cumplas tu promesa Shinji, o sino...
- ¡Ja! ¡O sino que! Para medianoche no serás más que una simple kunoichi desmayada.
- No te confíes tanto, que sea Luna nueva no quiere decir que te va a ser fácil...- le dio la espalda y comenzó a caminar hacia la puerta- tendrás que tomar parte de mi alma si quieres controlar su poder...
- Como digas...
En ese instante el reflejo de unos ojos rojos apareció en la puerta, pero ella hizo girar las aspas de su Jigokume -que seguía activado solo en el ojo izquierdo- y anuló la ilusión, luego simplemente salió de la habitación.
Horas más tarde, unos minutos después del atardecer, Hadda caminaba junto a Shusei por el largo pasillo hacia la gran habitación circular.
- De verdad, ten cuidado Shusei-san...
- Deberías preocuparte por ti, no por mi... tienes que ocuparte de resistir para no morir.
- No voy a morir... pero ustedes... ¡todos están en peligro!
- Cálmate... hemos hecho esto muchas veces, tomamos las precauciones necesarias para que nadie muera.
- Y sin embargo los jinyurikis siempre han muerto.
- Me refería a miembros de Caelum Sanguis.
- Si, pero esta vez va a ser diferente, porque esta vez no será un bijuu lo que van a extraer, va a ser un demonio mucho más poderoso.... ¡incluso es posible que deban crear un sello contenedor!
Se pararon frente a la puerta. Shusei la tomó de los hombros y la miró fijo a los ojos como nunca antes lo había hecho.
- ¿Confías en mi?- le preguntó, con una voz muy atractiva. Ella asintió despacio con la cabeza. Él le tomó la cara muy suavemente y se la acercó hasta que sus narices se tocaron- entonces no tienes de que preocuparte. Yo siempre te voy a proteger- y entonces la besó lentamente.
Pero Hadda, aunque respondió a ese dulce beso, sabía lo que su primo quería transmitirle; era un gesto de cariño, para decirle que siempre estaría con ella, que la protegería y que era una promesa, una promesa sellada con un beso que pareció eterno, un beso entre dos primos que se amaban y sabían que aunque nada ni nadie los podría separar, nunca podrían estar juntos.
Cuando se separaron, volvieron a mirarse a los ojos, pero esta vez por un segundo, y luego entraron a la enorme sala, sabiendo lo que les esperaba.
Cáp. 16: Rompiendo el sello.
2 may 2009
Cronicas... cap 14, parte 2
cap anterior:
- Ichi, Ni, Sam, Shi, Go...- luego lo terminó con una fuerte patada en el costado- ¡Jigoku Rendan!
La patada lateral mandó a volar a Toki, el cual, cuando cayó al suelo, siguió raspando y cayó al río. Hadda se paró enfrente de él y, dirigiéndose a la serpiente dijo:
- ¡Desaparece!
- Muy bien...- respondió el animal- pero tu vendrás conmigo, sapo.
Y en un abrir y cerrar de ojos desaparecieron, dejando una nube de homo en su lugar. La chica bajó hacia el río, su amigo seguía bajo el agua. Fingiendo despreocupación se acercó al agua, no alcanzaba a verlo, por lo que comenzó a caminar por la superficie del río. Todo estaba extrañamente tranquilo, solo se escuchaba el sonido del agua al correr y el suave cantar de los pájaros. Centró su mirada en sus pies, los cuales flotaban sobre el agua como si estuvieran sobre la tierra, y sin quererlo su mente se transportó años atrás, al día en que aprendió a caminar sobre el agua...
- Ichi, Ni, Sam, Shi, Go...- luego lo terminó con una fuerte patada en el costado- ¡Jigoku Rendan!
La patada lateral mandó a volar a Toki, el cual, cuando cayó al suelo, siguió raspando y cayó al río. Hadda se paró enfrente de él y, dirigiéndose a la serpiente dijo:
- ¡Desaparece!
- Muy bien...- respondió el animal- pero tu vendrás conmigo, sapo.
Y en un abrir y cerrar de ojos desaparecieron, dejando una nube de homo en su lugar. La chica bajó hacia el río, su amigo seguía bajo el agua. Fingiendo despreocupación se acercó al agua, no alcanzaba a verlo, por lo que comenzó a caminar por la superficie del río. Todo estaba extrañamente tranquilo, solo se escuchaba el sonido del agua al correr y el suave cantar de los pájaros. Centró su mirada en sus pies, los cuales flotaban sobre el agua como si estuvieran sobre la tierra, y sin quererlo su mente se transportó años atrás, al día en que aprendió a caminar sobre el agua...
- ¿En verdad puedes caminar sobre el agua Toki?
- ¡Ja! Claro que si, todos los ninjas geniales como yo pueden hacerlo Hadda- presumió el chico.
- Mmm... Bien, muéstramelo- lo desafió ella, creyendo que no lo lograría.
- De acuerdo- contestó él, con total confianza.
Toki se acercó al río como si nada, levantó un pie, lo apoyó en superficie del agua y, en lugar del fuerte chapuzón que esperaba, Hadda vio a su amigo flotando como si nada sobre la inconstante superficie del río.
La chica se quedó entre sorprendida y emocionada. Si Toki podía hacerlo, y todos los demás ninjas también, entonces ella debía aprender.
- Bien, es mi turno!
- Si, si, pero tranquila, a mi me llevó bastante poder aprenderlo.
- ¡Bien, entonces enséñame Toki!
- Bueno, lo primero que debes hacer es concentrar Aura en tus pies y luego caminas.
- ¿Solo eso? ¡Es fácil!
- Eso es lo que parece, pero no. Debes ir variando la cantidad de Aura a causa de la inconstancia de a superficie del agua.
- Oh... bien, voy a intentarlo.
Entonces concentró Aura en sus pies y caminó hacia el río. Era una cantidad pequeña, pero sabía que debía incrementarla si el agua se agitaba demasiado. Se acercó al río, colocó un pie y apenas levantó el otro cayó al agua.
- jeje te lo dije.
Salió del río- Supongo que debo mandar más...- volvió a hacerlo y esta vez logró mantenerse en la superficie, pero debía mantener el equilibrio con sus brazos- ¡lo estoy logrando!
- Si... eso parece...
Con solo un intento más logró dominar la técnica para caminar sobre el agua...
- ¡Ja! Claro que si, todos los ninjas geniales como yo pueden hacerlo Hadda- presumió el chico.
- Mmm... Bien, muéstramelo- lo desafió ella, creyendo que no lo lograría.
- De acuerdo- contestó él, con total confianza.
Toki se acercó al río como si nada, levantó un pie, lo apoyó en superficie del agua y, en lugar del fuerte chapuzón que esperaba, Hadda vio a su amigo flotando como si nada sobre la inconstante superficie del río.
La chica se quedó entre sorprendida y emocionada. Si Toki podía hacerlo, y todos los demás ninjas también, entonces ella debía aprender.
- Bien, es mi turno!
- Si, si, pero tranquila, a mi me llevó bastante poder aprenderlo.
- ¡Bien, entonces enséñame Toki!
- Bueno, lo primero que debes hacer es concentrar Aura en tus pies y luego caminas.
- ¿Solo eso? ¡Es fácil!
- Eso es lo que parece, pero no. Debes ir variando la cantidad de Aura a causa de la inconstancia de a superficie del agua.
- Oh... bien, voy a intentarlo.
Entonces concentró Aura en sus pies y caminó hacia el río. Era una cantidad pequeña, pero sabía que debía incrementarla si el agua se agitaba demasiado. Se acercó al río, colocó un pie y apenas levantó el otro cayó al agua.
- jeje te lo dije.
Salió del río- Supongo que debo mandar más...- volvió a hacerlo y esta vez logró mantenerse en la superficie, pero debía mantener el equilibrio con sus brazos- ¡lo estoy logrando!
- Si... eso parece...
Con solo un intento más logró dominar la técnica para caminar sobre el agua...
Sus pensamientos volvieron al presente, siempre le había sido fácil aprender técnicas que involucraran control y uso de Aura, ya que poseía un gran control de éste, pero en lo referente a combate cuerpo a cuerpo y con armas, no era muy buena, por lo que necesitaba entrenar duro.
Alejó sus pensamientos del pasado y se centró en encontrar a Toki. No lo veía por ningún lado, no lo sentía ni oía... solo había una opción.
- ¡Jigokume!- sus ojos celestes se volvieron rojos una vez más y las cuatro aspas salieron de sus pupilas. Comenzó a observar el entorno y lo encontró, se había mimetizado con viento.
Antes de que Hadda pudiera hacer algo, Toki comenzó a atacarla y como ahora él era el viento, ella solo pudo esquivar algunos de sus ataques, ya que la velocidad de su cuerpo no alcanzaba a la velocidad de sus ojos y cerebro. Era demasiado lenta para evadir los ataques del Viento. Era obvio que Toki había estado entrenando muy duro y, por primera vez desde que se conocían, él hizo que Hadda cayera de rodillas al suelo.
Los ataques cesaron. Hadda tenía cortaduras por todo el cuerpo, especialmente en sus brazos. Un fino hilo se sangre cayó de su parpado superior derecho: su amigo había intentado hacer que desactive su Jigokume, pero ella se había protegido los ojos lo suficiente para recibir solo esa pequeña herida.
- Creí que ibas a protegerte mejor...
- Y yo que creí que tus ataques iban a ser más débiles- dijo, poniéndose de pie- por eso hice la armadura tan fina.
- ¿Segura...? creí que era porque te quedaba poco Aura.
Hadda soltó un suspiro de risa, Toki se había vuelto muy observador; su Aura fluía lento a causa del bloqueo que le había producido Kaori, por eso había hecho la armadura de arena tan fina. Pero no volvería a cometer un mismo error dos veces, nunca lo hacía, no caía en el mismo truco más de una vez. Hizo un brusco movimiento con el brazo y la fina capa de arena que la cubría se deshizo y cayó al suelo. Su piel estaba intacta, a excepción de su parpado, que tenía una pequeñísima cortadura. Hizo la posición del viento y luego la de la arena. Estiró los brazos y mucha más arena que la que había caído comenzó a girar a su alrededor.
- ¡Armadura de Arena!- toda la arena se solidificó y se pegó a su cuerpo, formando una armadura irrompible.
- Todavía no entiendo como puedes dominar las técnicas de arena.
- Fácil...- hizo la posición del viento- soy ascendente géminis, un signo de viento, desarrollé el control del elemento ascendente- y entonces ella y la armadura que la cubría se fueron convirtiendo en viento, desde los pies hasta el último de sus cabellos- ¡Mimetización con el Viento!
- ¡Pero que rayos hacen!
- Ahora ambos son el viento... de ahora en más será una batalla silenciosa, invisible y peligrosa...
No todos los ninjas pueden controlar su elemento ascendente, pero Hadda era una de los que si y había aprendido de su primo Shusei cuyo elemento secundario era el viento.
La batalla era intensa, Toki atacaba sin piedad y Hadda intentaba defenderse lo más posible para no hacerle daño, pero era imposible no atacarlo si quería que parase. El chico utilizaba una técnica de viento cortante para atacarla, por lo que su única defensa era la armadura de arena.
De la nada, la chica solidificó parte de su armadura, por lo que pudo detener a Toki, entonces, se le acercó y dijo:
- ¡Anulación de Aura!
Ambos quedaron suspendidos en el aire unos segundos: estaban a unos 100 metros del suelo y cabeza abajo, Toki estaba tomando a Hadda de los brazos, mientras que la chica mantenía las piernas de su amigo inmóviles con la arena. Estaban tan cerca el uno del otro que las puntas de sus narices se tocaban.
Comenzaron a caer en picada, ambos estaban trabados, no podían hacer ninguna técnica ninja. Pero Hadda tenía activado su Jigokume po lo que comenzó a hacer girar sus aspas. Toki cerró inmediatamente los ojos, bloqueando su ilusión.
Seguía cayendo, no podían moverse, y Toki no iba a soltarla para que no se escapara. Su muerte estaba asegurada, hasta que Hadda hizo un esfuerzo y envió una gran cantidad de Aura al cuerpo de Toki y, más precisamente, a la arena que cubría sus piernas. La arena se descompactó y comenzó a rodearlos.
- Toki, debes soltarme para que haga un colchón de arena.
- ¡No te dejaré ir! No importa si debo morir...
- ¡Estás loco! ¡No digas estupideces! ¡Tu vida vale más que mi honor!!
- No es tu honor... ¡si te les unes, Hadda va a morir!
- ¡De que hablas! ¡No voy a morir...!
- ¡¡Pero la Hadda que conozco si!! ¡Y no quiero que eso pase!- soltó unas pequeñas lágrimas.
- No... Toki... yo no...- serró los ojos con fuerza, debía hacer que Toki la suelte y solo se le ocurrió algo... “...lo siento Kaichi...” De la nada besó a Toki.
El chico quedó helado ante la acción de Hadda, pero pasados unos segundos su cuerpo se aflojó, entonces ella pudo soltarse, se separaron e hizo la posición de la arena:
- ¡Colchón de Arena!
Y apenas a un metro del suelo, la arena se compacto y formó un colchón que amortiguó su caída. Cayeron al piso suavemente y Hadda se apresuró a levantarse y salir de entre la arena, pero tropezó. Cuando intentó levantarse descubrió que Toki la agarraba fuertemente del tobillo:
- ¡To- Toki suéltame!
Pero él no iba a soltarla: el Aura del kyuubi lo rodeaba y lo hacía muy fuerte, por lo que lastimaba su tobillo.
- No me importa lo que tenga que hacer... ¡No voy a permitir que te vayas!
- ¡Que....!
Hadda intentó soltarse por todos los medios, ya que su amigo estaba juntando Aura de viento y Aura del kyuubi en su mano izquierda: se estaba preparando para usar su técnica original. Comenzó a desesperarse: la armadura de arena se había roto con la anulación de Aura y no podía formar otra, no le quedaban suficientes reservas... entonces solo tuvo una opción; usaría todo el Aura que le quedaba para esa técnica, su técnica.
Tomó un puñado de tierra con la mano izquierda y comenzó a hacer girar Aura de fuego en la derecha. Mezcló la tierra con Aura y lo hizo girar. La esfera de tierra y la esfera de fuego giraban a la velocidad de un tornado y en direcciones opuestas en sus manos, entonces unió ambas esferas con un rápido giro de sus brazos y la enorme esfera combinada continuó girando en su mano izquierda.
- Toki... si te detienes, yo también lo haré... pero si continuamos... quién sabe cómo terminará...
- Ya no hay vuelta atrás... amiga.
Y dicho esto dirigió su técnica contra Hadda; ella hizo lo mismo y ambas esferas chocaron, al tiempo que ambos gritaban:
- ¡Esfera Tornado Combinada!
- ¡Mini Huracán del Kyuubi!
Los ataques chocaron con una gran potencia y se produjo una terrible explosión. Ambos salieron disparados en direcciones opuestas: Hadda hacia el río, Toki hacia el bosque. La chica, inconsciente (por la explosión y por la falta de Aura) estaba a punto de caer al agua cuando Shusei la atrapó entre sus brazos. El chico, también inconsciente, iba a chocar contra la copa de un árbol, pero Kazuo lo atajó a tiempo.
Los dos ex miembros de SSEG del Fuego se miraron fijo. Tanto los cristalinos ojos celestes de Kazuo como los profundos ojos negros de Shusei reflejaban preocupación, pero ninguno de los dos dijo nada, simplemente se miraron por unos minutos hasta que Kaichi llegó, cargando a Kaori en la espalda y Shinji bajó del árbol.
- Ha-Hadda... que...?
- Ella vendrá con nosotros- dijo Shinji- ya no hay vuelta atrás.
Nadie dijo nada, simplemente dejaron que los dos Caelum Sanguis se fueran, con su nueva miembro en los hombros de su primo.
Cáp. 15: La preparación.
Alejó sus pensamientos del pasado y se centró en encontrar a Toki. No lo veía por ningún lado, no lo sentía ni oía... solo había una opción.
- ¡Jigokume!- sus ojos celestes se volvieron rojos una vez más y las cuatro aspas salieron de sus pupilas. Comenzó a observar el entorno y lo encontró, se había mimetizado con viento.
Antes de que Hadda pudiera hacer algo, Toki comenzó a atacarla y como ahora él era el viento, ella solo pudo esquivar algunos de sus ataques, ya que la velocidad de su cuerpo no alcanzaba a la velocidad de sus ojos y cerebro. Era demasiado lenta para evadir los ataques del Viento. Era obvio que Toki había estado entrenando muy duro y, por primera vez desde que se conocían, él hizo que Hadda cayera de rodillas al suelo.
Los ataques cesaron. Hadda tenía cortaduras por todo el cuerpo, especialmente en sus brazos. Un fino hilo se sangre cayó de su parpado superior derecho: su amigo había intentado hacer que desactive su Jigokume, pero ella se había protegido los ojos lo suficiente para recibir solo esa pequeña herida.
- Creí que ibas a protegerte mejor...
- Y yo que creí que tus ataques iban a ser más débiles- dijo, poniéndose de pie- por eso hice la armadura tan fina.
- ¿Segura...? creí que era porque te quedaba poco Aura.
Hadda soltó un suspiro de risa, Toki se había vuelto muy observador; su Aura fluía lento a causa del bloqueo que le había producido Kaori, por eso había hecho la armadura de arena tan fina. Pero no volvería a cometer un mismo error dos veces, nunca lo hacía, no caía en el mismo truco más de una vez. Hizo un brusco movimiento con el brazo y la fina capa de arena que la cubría se deshizo y cayó al suelo. Su piel estaba intacta, a excepción de su parpado, que tenía una pequeñísima cortadura. Hizo la posición del viento y luego la de la arena. Estiró los brazos y mucha más arena que la que había caído comenzó a girar a su alrededor.
- ¡Armadura de Arena!- toda la arena se solidificó y se pegó a su cuerpo, formando una armadura irrompible.
- Todavía no entiendo como puedes dominar las técnicas de arena.
- Fácil...- hizo la posición del viento- soy ascendente géminis, un signo de viento, desarrollé el control del elemento ascendente- y entonces ella y la armadura que la cubría se fueron convirtiendo en viento, desde los pies hasta el último de sus cabellos- ¡Mimetización con el Viento!
- ¡Pero que rayos hacen!
- Ahora ambos son el viento... de ahora en más será una batalla silenciosa, invisible y peligrosa...
No todos los ninjas pueden controlar su elemento ascendente, pero Hadda era una de los que si y había aprendido de su primo Shusei cuyo elemento secundario era el viento.
La batalla era intensa, Toki atacaba sin piedad y Hadda intentaba defenderse lo más posible para no hacerle daño, pero era imposible no atacarlo si quería que parase. El chico utilizaba una técnica de viento cortante para atacarla, por lo que su única defensa era la armadura de arena.
De la nada, la chica solidificó parte de su armadura, por lo que pudo detener a Toki, entonces, se le acercó y dijo:
- ¡Anulación de Aura!
Ambos quedaron suspendidos en el aire unos segundos: estaban a unos 100 metros del suelo y cabeza abajo, Toki estaba tomando a Hadda de los brazos, mientras que la chica mantenía las piernas de su amigo inmóviles con la arena. Estaban tan cerca el uno del otro que las puntas de sus narices se tocaban.
Comenzaron a caer en picada, ambos estaban trabados, no podían hacer ninguna técnica ninja. Pero Hadda tenía activado su Jigokume po lo que comenzó a hacer girar sus aspas. Toki cerró inmediatamente los ojos, bloqueando su ilusión.
Seguía cayendo, no podían moverse, y Toki no iba a soltarla para que no se escapara. Su muerte estaba asegurada, hasta que Hadda hizo un esfuerzo y envió una gran cantidad de Aura al cuerpo de Toki y, más precisamente, a la arena que cubría sus piernas. La arena se descompactó y comenzó a rodearlos.
- Toki, debes soltarme para que haga un colchón de arena.
- ¡No te dejaré ir! No importa si debo morir...
- ¡Estás loco! ¡No digas estupideces! ¡Tu vida vale más que mi honor!!
- No es tu honor... ¡si te les unes, Hadda va a morir!
- ¡De que hablas! ¡No voy a morir...!
- ¡¡Pero la Hadda que conozco si!! ¡Y no quiero que eso pase!- soltó unas pequeñas lágrimas.
- No... Toki... yo no...- serró los ojos con fuerza, debía hacer que Toki la suelte y solo se le ocurrió algo... “...lo siento Kaichi...” De la nada besó a Toki.
El chico quedó helado ante la acción de Hadda, pero pasados unos segundos su cuerpo se aflojó, entonces ella pudo soltarse, se separaron e hizo la posición de la arena:
- ¡Colchón de Arena!
Y apenas a un metro del suelo, la arena se compacto y formó un colchón que amortiguó su caída. Cayeron al piso suavemente y Hadda se apresuró a levantarse y salir de entre la arena, pero tropezó. Cuando intentó levantarse descubrió que Toki la agarraba fuertemente del tobillo:
- ¡To- Toki suéltame!
Pero él no iba a soltarla: el Aura del kyuubi lo rodeaba y lo hacía muy fuerte, por lo que lastimaba su tobillo.
- No me importa lo que tenga que hacer... ¡No voy a permitir que te vayas!
- ¡Que....!
Hadda intentó soltarse por todos los medios, ya que su amigo estaba juntando Aura de viento y Aura del kyuubi en su mano izquierda: se estaba preparando para usar su técnica original. Comenzó a desesperarse: la armadura de arena se había roto con la anulación de Aura y no podía formar otra, no le quedaban suficientes reservas... entonces solo tuvo una opción; usaría todo el Aura que le quedaba para esa técnica, su técnica.
Tomó un puñado de tierra con la mano izquierda y comenzó a hacer girar Aura de fuego en la derecha. Mezcló la tierra con Aura y lo hizo girar. La esfera de tierra y la esfera de fuego giraban a la velocidad de un tornado y en direcciones opuestas en sus manos, entonces unió ambas esferas con un rápido giro de sus brazos y la enorme esfera combinada continuó girando en su mano izquierda.
- Toki... si te detienes, yo también lo haré... pero si continuamos... quién sabe cómo terminará...
- Ya no hay vuelta atrás... amiga.
Y dicho esto dirigió su técnica contra Hadda; ella hizo lo mismo y ambas esferas chocaron, al tiempo que ambos gritaban:
- ¡Esfera Tornado Combinada!
- ¡Mini Huracán del Kyuubi!
Los ataques chocaron con una gran potencia y se produjo una terrible explosión. Ambos salieron disparados en direcciones opuestas: Hadda hacia el río, Toki hacia el bosque. La chica, inconsciente (por la explosión y por la falta de Aura) estaba a punto de caer al agua cuando Shusei la atrapó entre sus brazos. El chico, también inconsciente, iba a chocar contra la copa de un árbol, pero Kazuo lo atajó a tiempo.
Los dos ex miembros de SSEG del Fuego se miraron fijo. Tanto los cristalinos ojos celestes de Kazuo como los profundos ojos negros de Shusei reflejaban preocupación, pero ninguno de los dos dijo nada, simplemente se miraron por unos minutos hasta que Kaichi llegó, cargando a Kaori en la espalda y Shinji bajó del árbol.
- Ha-Hadda... que...?
- Ella vendrá con nosotros- dijo Shinji- ya no hay vuelta atrás.
Nadie dijo nada, simplemente dejaron que los dos Caelum Sanguis se fueran, con su nueva miembro en los hombros de su primo.
Cáp. 15: La preparación.
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