10 feb 2009

Un misterio faraónico. escenas 9 y 10

Escena 9

En una oficina cuadrada llena de mapas colgados en las paredes y una pequeña ventana que da al sur, Jonn y Satinne analizan algunos archivos que sacaron de la biblioteca del museo. En una mesa esta el objeto de oro, en otra hay una pila de libros que Satinne lee y en otra, una pila de archivos sobre objetos extraños llegados de África entre el siglo XVIII y XIX. Ambos están concentrados cuando de repente Jonn pega un grito.

Jonn: - ¡Lo encontré! Aquí esta, (lee el archivo) - “una mini pirámide echa por completo de oro, con jeroglíficos y símbolos egipcios, se sospecha por sus marcas y porque le falta un pedazo que es un rompecabezas, pero no ha sido posible desarmarlo”...
Satinne: -¿Un rompecabezas? (toma la pequeña pirámide) - ¡Es verdad!, le falta un pedazo... bueno, más que un pedazo, una pieza... no cabe duda: es un rompecabezas de oro macizo.
Jonn: - ¿Los egipcios hacían rompecabezas con frecuencia?
Satinne: - No, solo lo hacían para los Faraones muy importantes, o muy peligrosos. Ellos creían que si colocaban un rompecabezas en forma de pirámide colgado en el cuello del Faraón momificado, parte de su alma quedaba sellada por un determinado tiempo en el rompecabezas...
Jonn: - ¿Y crees que este estuvo alguna vez colgado del cuello de algún Faraón?
Satinne: - Totalmente. Y es más, sospecho, mejor dicho, estoy casi segura de que el cadáver en el que encontraron esto es el de un descendiente del mismísimo Faraón.
Jonn: - ¿Pero no crees que podría ser un simple profanador de tumbas?
Satinne: - No, es imposible. Solo un descendiente del Faraón podría saber esta simbología...
Jonn: (al ver que Satinne había clavado la mirada en el libro) - ¿Que sucede? ¿Acaso estás pensando en ir a Egipto...?
Satinne: (sonriendo levemente) - Me sacaste las palabras de la boca. Escucha esto: “a principios del Imperio Nuevo un Faraón cambió varias de las leyes ancestrales y muchos miembros de su realeza no estaban de acuerdo. Tiempo después, la Reina apareció muerta en su habitación y poco después el Faraón murió de una extraña enfermedad. Al morir sus padres, los dos príncipes fueron traicionados y desterrados”...
Jonn: - ¿Crees que esos hijos se llevaron el rompecabezas de su padre y lo fueron pasando por generaciones hasta llegar hasta aquí?

Satinne asintió con la cabeza, luego tomó el rompecabezas y lo guardó en su cartera. Serró el libro y lo apiló como los otros.

Satinne: - Mañana nos iremos a Egipto, (mira su reloj) - Llamaré ahora mismo por nuestros pasajes (tona su celular).
Jonn: - Espera, ¿no crees que deberíamos ir primero por el brazalete de Japón?
Satinne: (piensa un rato con el teléfono en la oreja) - Creo que tienes razón, entonces iremos a Japón... (Llama).
Mujer: - Buenos días, ¿En que puedo ayudarla?
Satinne: - Necesito reservar dos pasajes a Japón.
Mujer: - Si, como no. El único disponible es dentro de dos horas.
Satinne: - ¡¿Dos horas?!
Mujer: - Si, o sino el miércoles a las 19:45.
Satinne: - ¿Miércoles? Hoy es lunes... hem..., espere un minuto. (Se dirige a Jonn) - Solo hay un vuelo dentro de dos horas.
Jonn: - (mira su reloj) - No hay problema, lo mas rápido mejor.
Satinne: (se dirige a la mujer del otro lado del teléfono) - Bien, quiero los dos pasajes para el vuelo de dentro de dos horas.
Mujer: - Muy bien, nombre por favor.
Satinne : - Jonn McKallan, Satinne Grandevied.
Mujer: - Muy bien, serán € 150 por cada uno.
Satinne: - Bien, gracias, adiós. (Cuelga el teléfono) - Si queremos llegar va a ser mejor que nos apuremos.

Jonn asiente y ambos comienzan a acomodar la habitación.
Del otro lado de la puerta, un hombre de traje negro, despega la oreja derecha de la misma, toma su teléfono celular y disca.

Hombre: - X, necesito que saques pasajes de avión para Japón para el vuelo que sale dentro de dos horas, ¿Entendido?
X: - Bien H, pero... ¿A nombre de quién sacaré los pasajes?
H: - A nombre tuyo, de Morfin y de Richard Kilsmin.
X: - De acuerdo... ¿Algo más H?
H: - Nos vemos en el aeropuerto dentro de una hora y media.
X: - Entendido, nos vemos...

H corta el teléfono y se aleja sigilosamente justo cuando Jonn abre la puerta para salir.


Escena 10

En la sala del hechicero, el aprendiz espera tranquilamente cuando es sobresaltado por su maestro, que entra en la habitación acompañado del príncipe Ajmotep.

Hechicero: - ¿Está seguro de esto príncipe?
Ajmotep: - Totalmente, mi tío pagará por lo que me hizo...

En ese momento entra en la habitación un hombre más joven que el Faraón, el príncipe Amenjet, hermano del Faraón y padre de Ajmotep.

Amenjet: - Que está pasando aquí, ¿hijo, por qué me mandaste a llamar?
Ajmotep: - El Faraón sabe que soy tu hijo y por eso nombró como sucesor a el pequeño Amenhotep.
Amenjet: - Si, lo se, pero jamás me imaginé que era porque había descubierto nuestro plan.
Hechicero: - Señores, ¿están seguro de querer hacer esto?
Ajmotep y Amenjet: - Completamente.
Amenjet: - Ya es hora que mi hermano pague por todo lo que me hizo... desde quitarme el trono hasta quitarme a la mujer que amo.
Ajmotep: - La familia real debe pagar por todos sus errores...

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