en el cap anterior:
Pasada la medianoche de la segunda noche en el hospital, con insomnio, recordó que Kaori no le había dado la banda de Caelum Sanguis y entonces la vacilación volvió a su mente. ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía elegir? ¿Qué era más importante para un ninja? ¿Honor o amistad?
Cáp. 12: Corazón vs deber.
Kaori salía del hospital con paso tranquilo, con las manos en los bolsillos y con la mirada perdida en el diseño de los mosaicos del piso. No le habían permitido ver a Hadda, aunque él sabía que ya estaba recuperada, le habían puesto excusas tontas, pero eso no bastaba para él, necesitaba hablar con ella, debía continuar con su entrenamiento y debía preguntarle algo sobre lo que había pasado hacía ya cuatro días.
De repente sintió una chillona voz de chica que lo llamaba y lo distrajo de sus pensamientos:
- ¡Kaori-kun! ¡Kaori-kun!
El chico levantó la vista: era Akiko, una vez más se dirigía a él como una avalancha de emoción. Él la miró con su peor cara, pero ella no se percató de nada e intentó abrazarlo. Esta vez, Kaori usó la sustitución y se reemplazó con una almohada.
- Déjame en paz Akiko, no estoy de humor.
- ¿He? Pero Kaori-kun yo...
- ¡Ya déjame en paz! ¡No te das cuenta que lo único que haces con esas actitudes estúpidas es empeorar mi humor!- la chica intentó hablar, pero él no la dejó- Vete a entrenar con Mei, lo necesitas, más que todos, ¿no te das cuenta de que lo único que haces en las misiones es mirarme embobada? ¡Deja de mirarme por un rato y concéntrate en lo que importa! ¡Puedes ser inteligente, pero no es lo único que cuenta! ¡Eso es lo que menos cuenta! ¡Si no tienes valor, si no tienes habilidades, la inteligencia no te sirve de nada, porque sin valor y habilidad estás muerta! ¡MUERTA AKIKO! ¡ENTIENDES! ¡¡El lindo peinado y la ropa bonita no te sirven si estás muerta!!
La chica abrió los ojos de par en par, los tenía llorosos- Kao...
- ¡Llorar tampoco sirve!- le gritó y se fue.
Cerca del anochecer, Kaori estaba sentado en el techo de una de las torres de observación del volcán, la brisa soplaba suavemente y las luces de la aldea estaban prendiéndose. Tenía la bandana de Caelum Sanguis en la mano y la miraba, preocupado e intrigado.
- ¿Buena vista, no crees?
Se sobresaltó y miró hacia atrás, su sensei lo miraba con una sonrisa. Se sentó a su lado, él escondió la banda y le preguntó:
- ¿Cómo supiste que estaba aquí?
- Porque somos parecidos Kaori y yo siempre vengo acá cuando tengo que pensar.
- ¿Aquí?
- je, si aquí... ¿no es una hermosa vista?
- Si, lo es... de aquí la aldea se ve pequeña... se ve...
- Indefensa- terminó ella, el asintió- me encantaría poder protegerlos, a todos.
- ¿Proteger a la aldea? ¿Quieres ser Hikokuo?
Ella lo miró- Me gustaría, pero ser Hikokuo no es para mí.
- ¿Por qué dices eso? Eres la mejor ninja que conozco.
- je, aún te faltan muchos ninjas por conocer Kaori- él estaba por hablar, pero ella continuó- ser Hikokuo no es mi sueño, es el de otros y no voy a robarles ese sueño. Solo estoy diciendo que me gustaría ser Hikokuo, como me gustaría hacer muchas otras cosas.
- Entonces... ¿Cuál es tu sueño?
- Yo ya no tengo un sueño Kaori, lo cumplí hace tiempo y desde entonces solo quiero algo: vivir en paz.
- ¿Y cual fue ese sueño, el que cumpliste?
- Es difícil de explicar Kaori. Verás, desde que tenía tu edad hasta cuatro meses antes de cumplir dieciocho tuve un objetivo fijo, un sueño; quería alcanzar ese sueña porque estaba inmersa en una pasadilla y logré alcanzarlo, cumplí mi objetivo, la pesadilla se convirtió en un sueño, pero no fue tan bueno como creí... por suerte aún me quedaban mis amigos... entre ellos tu padre.
- Mi padre... él y tu...- ella lo miró, pero él sacudió su cabeza- no, nada.
- Sabes, cada vez que yo desaparecía cerca del atardecer tu padre me encontraba aquí.
- ¿De verdad?
- Si, él sabía que me gustaba pensar viendo el atardecer desde aquí y siempre venía.
- ¿Venía y se sentaba a tu lado, como tu hiciste hoy?
- Si, se sentaba a mi lada y hablábamos, incluso a veces nos quedábamos hasta tarde para ver las estrellas.
- Ya veo...- se quedaron un largo rato en silencio, las primeras estrellas comenzaban a aparecer- Hadda, ¿puedo hacerte una pregunta?
- Claro Kaori, lo que quieras.
- Bueno yo... quería saber si... mmm...- dudó un poco, no sabía con exactitud como formular la pregunta- ¿Puedo conocer la historia que hubo entre tu y mi padre?- dijo al fin, esperando un NO como respuesta.
- Kaori...- ella le colocó una mano en la cabeza, despeinándolo- No “puedes” saber esa historia, “tienes” que saberla, es parte de tu pasado- el chico sonrió y escuchó atento-. Verás, cuando yo tenía nueve años como tu, conocí a una ninja y jamás me imaginé que yo también sería una. Yo me críe en un país muy lejos de las Tierras Ninjas-Samuráis, en un país en donde se creía que los ninjas y samuráis había quedado en el pasado. Bien, la cosa fue que para llegar a ese sueño que te dije que tenía vine a parar aquí, a la Aldea Ninja del Fuego. En ese momento tenía dieciséis amos, casi diecisiete y tu padre hacía solo un mes que había cumplido los dieciséis.
- Era agosto.
- Así es. La cosa era que yo debía aprender las habilidades ninjas básicas en un año, por lo que Keiichiro-sama me nombró Deshi.
- Por eso nos dijiste que nunca habías ido a la academia ninja.
- Exacto. La cosa es que conocí a tu padre en una especie de torneo que había ese año en la aldea. Keiichiro me metió en el torneo y llegué, para sorpresa de todos, llegué a la final y gané; antes tuve que pasar sobre Kaichi Kamakura y apenas lo vi... bueno...- se ruborizó un poco- Kaichi era muy lindo en esa época, y no es que ahora no lo sea, y yo era muy enamoradiza en esos días, y nos que no lo siga siendo. En fin, tu padre me gustó desde el momento en que lo vi- hizo una pausa y tomó aire-. Pasaron unos meses y yo iba aprendiendo un poco de cada Kyosho y por lo tanto entrené con tu padre: él me enseñó a ver y golpear los estanques y puntos de Aura con mi Jigokume.
- ¿Te enseñó el estilo Kamakura?
- Si, algo así... como sea, nos hicimos muy bueno amigos- y dejó de hablar, como si hubiera terminado.
- ¿Solo eso? ¿Fueron buenos amigos? ¿Nada más? Yo creí que habían tenido OTRO tipo de relación.
- Jeje- Hadda comenzó a reírse y volvió a despeinarlo- Caíste Kaori. La historia o termina ahí... un día yo desaparecí de la nada, y fue tu padre el que me encontró.
- ¿Estabas aquí?
Ella asintió- Y al igual que yo lo hice hoy, él se sentó a mi lado y comenzamos a hablar y... bueno... ham...
- ¿Qué pasó? ¡¿Se besaron, verdad?!
Hadda estaba roja como un tomate, miró al chico a los ojos y vio en ellos emoción y curiosidad.
- Si Kaori, nos besamos- el chico esbozó una dulce sonrisa.
- Entonces... ¿Por cuánto tiempo fueron novios?
- ¿He? Nunca fuimos novios Kaori, solo...
- ¿Qué? ¿Fue solo un beso?
- No, no fue solo uno... pero no fuimos novios...
- Los dos se quería, se besaban, pero no eran novios? Y entonces que eran?
- Ham... no lo se... la cosa es que yo, como siempre, tuve que arruinar la relación.
- ¿Por qué, que hiciste, que pasó?
- No es lo que haya pasado o lo que hayamos hecho, yo venía del futuro Kaori, no pertenecía al presente que tu padre vivía y como viajera del tiempo no puedo intervenir en el pasado.
- ¿Y cuando volviste al presente...?
- Cuando volví al presente tu ya habías nacido Kaori y por lo tanto ya era tarde para mi, tu padre había elegido a alguien más, alguien que realmente lo hizo feliz, no como yo, que jamás habría podido.
- Te equivocas- contradijo el chico- mi papá no quiere a mi mamá, solo se casó con ella po mi, porque él quería tener un hijo pero no quería casarse, pero mis abuelos maternos los obligaron, aunque ellos no querían...- Hadda se quedó atónita ante lo que el chico le dijo-. Es verdad, créeme. Mis padres estuvieron dos años y medio de novios y querían tener un hijo, pero sin casarse.
- Pero entonces...
- Me padre no quiere a mi madre, por eso se separaron, ¡él te quiere a ti! ¡Estoy seguro!
- Pero Kaori...
- Estoy seguro de que si tú le hubieras dicho a mi padre que volvieras al presente lo buscarías, él también te hubiera buscado y...
- ¡No! Kaori no entiendes, yo no podía decirle nada a Kaichi, porque si lo hacía tú no ibas a nacer y la historia dice que tú tenías que nacer. Yo no puedo intervenir en el pasado, por más que quiera.
El chico la miró a los ojos- Tu querías seguir con mi padre, ¿verdad?- ella asintió- ¡¡¿Y por qué no lo hiciste?!!
- Porque tengo la mala costumbre de hacer lo que debo y no lo que quiero... siempre fui así. Respeto las leyes y las reglas, aunque no lo sienta así.
- ¿Estás diciendo que nunca hiciste lo que tu corazón quería?
- Así es Kaori... ese es el camino de un guerrero, el camino ninja: hacer lo que se debe, no lo que se quiere.
El chico no dijo nada. Tenía razón: el código ninja decía que se debía priorizar una misión ante los sentimientos, pero aún así él sabía que Kaichi quería mucho a Hadda y no la hubiera dejado ir si ella le hubiera dicho la verdadera razón por la cual lo suyo no funcionaría. Pero entonces Kaori recordó lo que había dicho el líder de Caelum Sanguis: “únetenos o tus amigos no vivirán mucho más”... “te nos unes o las personas que más quieres sufren las consecuencias”.
- Entonces... ¿Qué harás con Caelum Sanguis?
- ¿He? ¿A que te refieres?
- ¿Te les unirás o no?- ella lo miró, como buscando una explicación- ¿Vas a hacer lo que tienes que hacer o lo que quieres hacer?
- En ese caso Kaori, la cosa no es “tener-querer”, es deber y corazón... lo que dicta el código y lo que dicta mi corazón.
- ¿Y que vas a elegir? ¿El deber o el corazón?
Ella lo miró y se perdió en sus ojos verdes- No lo se...
..continuará...
Quién necesita armas cuando tenemos palabras? Las palabras son las mejores armas del mundo, el mejor transporte, las que pueden hacer los sueños realidad... Las palabras quedan gravadas, penetran, crean... Las palabras son como el fuego, aliméntalas de forma adecuada y perdurarán, olvídalas, y aún así dejarán cenizas...
31 mar 2009
25 mar 2009
Cronicas... cap 11: la invitacion
Cáp. 11: La invitación.
Hadda tenía los ojos cerrados y estaba a punto de dejarse desmayar, cuando escuchó la voz de Kaori.
- ¡Hadda-sensei!
Abrió los ojos, los ocho ninjas intentaban incorporarse. Miró hacia los árboles, Kaori estaba escondido entre los arbustos y le hablaba:
- ¡Vamos, debemos irnos mientras no nos vean, vamos!
- Pero...
- Muy bien, Demonio Escurridiza- dijo Shinji, levantándose- haz usado todas las técnicas de tu madre, has llegado al límite de tu Jigokume, ya casi no te queda Aura y es probable que tu aprendiz no salga muy bien de la ilusión de Shusei.... ¿Qué te queda ahora?
Hadda frunció el seño y apretó los puños- Me... aún me quedan fuerzas...- comenzó a levantarse- para seguir peleando...- se paró firme y miró a Shinji a los ojos- porque cuando tienes alguien a quien proteger te haces más fuerte...
- ¡ja! ¿Alguien a quien proteger?
- ¡Estoy protegiendo a mi aldea! ¡A mi aldea y a mi mejor amigo!
- ¿Tu mataste a tu mejor amigo y ahora me dices que lo estás protegiendo?
- La que mató... la que mató a Iwaku era otra Hadda, una Hadda que ya no existe...
- No te mientas a ti misma muchacha, sabes que no es así.
- ¡Si es así! ¡El demonio en mi está sellado, muy bien sellado!
- ¿Si está sellado porque puedes usar su poder?
- ¿De que hablas?
- En este momento estás usando Aura de ese demonio, de otra forma ya estarías muerta.
- ¡Claro que no! ¡Mi demonio está sellado! ¡Está bajo control!
- Deja de mentirte...- Shinji se le acercó y pegó una cachetada que la hizo tambalearse-. Idiota. Si sigues permaneciendo de pie vamos a matarte- volvió a pegarle, y aunque ella retrocedió un poco a causa del golpe, no dejó de mirarlo fijamente-. Vas a morir... y no creo que puedas proteger a tu amigo si estás muerta- volvió a pegarle y esta vez le salió sangre de la nariz.
Ella no se limpió la sangre, solo miró a Shinji- El único que puede seguir luchando aquí es Kasuya, y no creo que quiera pelear solo.
- ¿Solo? ¿Quieres decir que ya no pelearás?
- Solo digo que no voy a rendirme ante ustedes, eso no quiere decir que siga peleando.
- ¿A que te refieres?
Hadda serró los ojos, retrocedió unos pasos, se limpió la sangre con el pulgar de su mano derecha y sonrió levemente.
- Tal vez los Técnicas de mi madre no funciones, pero quizás los de Genji-sama si.
Desparramó su sangre desde la punta de su dedo mayor hasta su muñeca de la mano izquierda, luego hizo la posición del fuego y la de la tierra y llevó ambas manos al piso diciendo:
- ¡Invocación!- una gran nube de humo cubrió a Hadda completamente y cuando desapareció la chica estaba sobre la plana cabeza de una enorme serpiente. Se puso de pie y miró desde la altura a Shinji- No pasarán sobre La Reina de las Serpientes, jamás llegarán a la Aldea.
La enorme serpiente era de diez metros de altura, sus escamas eran verdosas, sus ojos amarillos de pupilas rojas en forma de rendija, y sus colmillos eran del tamaño de Kaori. El chico, mientras tanto, miraba asombrado la monstruosa invocación de su sensei y comprendió que dentro de poco ese animal también estaría de su lado, ya que aprendería a invocarlo. Observó perplejo la escena, no podía esperar a ver a Caelum Sanguis yéndose por donde había venido.
- Ha... Así que las técnicas de serpientes no murieron con Genji- dijo Shinji.
- No, no lo hicieron, y te aseguro Shinji, tampoco morirán conmigo.
- Suena a que piensas sobrevivir esta batalla.
- ¿Cómo lo adivinaste?- respondió irónicamente ella, luego hizo la posición del fuego y le habló a la serpiente- ¿Estás lista?
- Claro que si Hadda- respondió el animal, con voz aguda y siseante- hora de que estos ninjas paguen por lo hicieron...
Entonces la serpiente lanzó algo por la boca, era una sustancia oscura y aceitosa, entonces hada lanzó su bocanada de fuego hacia el líquido y la bocanada de la chica se convirtió en una poderosa llamarada abrasadora. Los ninjas intentaron esquivarla, pero aún así recibieron parte del ataque. Kasuya, que aún tenía mucho Aura, dejó que su espada se quemase y se dirigió hacia Hadda. Entre el humo producido y las llamas, la chica y el espadachín comenzaron a pelear; la serpiente no se quedó atrás e intentó hacer caer al shinobi, a la vez que le lanzaba coletazos a los que estaban en el piso.
Kaori temblaba, estaba nervioso, no podía ver claramente a Hadda, solo podía ver la silueta de Aura a través del humo gracias a su Aoime, pero no estaba seguro de lo que pasaba. Su sensei luchaba contra alguien alto, robusto y con muchísimo Aura.
De la nada, alguien salió despedido por el aire y estaba casi inconsciente: era Hadda. Kaori no resistió el impulso y salió de entre los árboles, saltó y tomó a la kunoichi entre sus brazos. Cayó fuertemente de rodillas, pero aunque se lastimó, logró amortiguar la caída con su Aura. En ese momento la serpiente desapareció diciendo:
- Bien hecho chico, ahora debo irme.
Kaori moró a la serpiente mientras se desvanecía, luego miró a su sensei- Hadda-sensei, despierta, por favor.
Hadda se quejó y abrió los ojos- No te preocupes Kaori, estoy despierta- se sentó, miró y el colocó una mano en la cabeza tiernamente- muchas gracias Kaori, lo hiciste bien.
El chico bajó la mirada y vio una herida- Hadda-sensei esa herida... es muy profunda.
- ¿He? No te preocupes, estoy bien.
- Pero es cerca de los riñones...
- Kaori, soy ninja médico.
- ¡No, no lo es! Solo sabes algunas técnicas de curación...
Hadda lo miró seria, él tenía razón, aunque ella no quería admitirlo. Kasuya la había sorprendido con una neblina parcial y luego le había hecho una técnica de escamas cortantes, que no logró esquivar bien; las filosas escamas la habían penetrado justo a la altura de los riñones, como Kaori había dicho, y habían alcanzado a rozarle peligrosamente el izquierdo, tenía una hemorragia y debía detenerla, pero le quedaba muy poco Aura y no podía usar otras poderes mientras Caelum Sanguis siguiera ahí.
Shinji se les acercó, seguido de los otros- ¿Ves a donde pueden llevar las cosas? No seas estúpida, únetenos y no morirás.
- ¡Hadda-sensei jamás se les unirá, ella es una kunoichi honorable!
- ¡Ja! Parece que no conoces muy bien a tu sensei niño.
- Cállate Shinji- dijo con dificultad ella- no me importa morir, no necesito de ustedes para...
- ¡Pero si te importa la vida de tus amigos!- la interrumpió.
- ¿Y que...?
- Únetenos o tus amigos no vivirán mucho más.
Kaori quedó helado ante las palabras del sannin, ¿Por qué querían que Hadda se les uniese? Miró a su sensei, que miraba a Shinji con furia, pero se notaba que estaba en medio de un dilema emocional. Volvió a mirar al líder de Caelum Sanguis, el cual buscaba algo dentro de su túnica. Luego de unos segundos sacó una banda ninja negra con el símbolo de una nube y la tiró a los pies de Hadda.
- Tu decides Hadda, te nos unes o las personas que más quieres sufren las consecuencias- se dio vuelta y comenzó a caminar lentamente.
Kaori no lo resistió y le gritó- ¡Hadda jamás se les unirá! ¡¡Jamás!!
- No pongas palabras en la boca de tu sensei niño, no sabes de lo que ella es capaz- dijo en forma de respuesta él, mirándolo por encima del hombro.
Kaori se quedó mirando como los ocho se alejaban. Shusei se dio vuelta y miró a Hadda a los ojos para que ella abriera su mente a él.
“- Avisé a Kazuo-san, está en camino.”
Y dicho esto siguió caminando con los demás, perdiéndose en el atardecer. Entonces Kaori se levantó, tomó la banda que Shinji había tirado a los pies de su sensei e intentó tirarla a la cascada.
- ¡No! No lo hagas Kaori.
El chico se detuvo en seco- ¿Qué? ¿Acaso piensas unírteles?
- No la arrojes al río, dámela.
- No, no te la daré, no hasta que me niegues rotundamente que te les unirás.
- No es que me vaya a unir a ellos Kaori, pero sólo imagina lo que harán si encuentran la banda en este río.
El chico miró la bandana un momento- Es verdad.
- Bien, dámela.
Él la miró y estaba a punto de hablar cuando Kazuo y Tayuri aparecieron al lado de Hadda.
- Al fin. Shusei me dijo que estaban en problemas.
- ¡Papá!- Hadda intentó ocultar su herida- Curen a Kaori, está herido.
Tayuri se acercó al chico, pero este le apartó el brazo, enojado- Cúrala a ella, tiene una hemorragia a la altura del riñón izquierdo!
- ¡Que!- Tayuri se arrodilló y le apartó la mano a Hadda- ¡Ha! esto es... tienes un corte en... cielos, ¿quién te hizo esto?
- ¡hay, me duele! Fue Kasuya.
- ¿Te atravesó con Tsurugi?- preguntó muy preocupado su padre.
- No, utilizó una técnica de escamas cuchillas o algo así.
- Hadda deja de hablar, voy a curar el corte, aunque parece más un raspón... ¿tu paraste la hemorragia?
- Si, pero no pude hacer más... casi no me queda Aura.
- Bien, cálmate...
- ¡Estoy calmada!
La joven la miró, reprochándola- Respira tranquilamente y no hables o te dolerá más.
- ¿Más?- dijo con sufrimiento la chica.
Tayuri no le hizo caso, la hizo recostarse, realizó la posición del fuego, luego la del viento y la de la curación, rodeó sus manos de Aura y las acercó a la herida; era tan profunda que podía ver los órganos internos de la chica.
Kaori aprovechó que Hadda había cerrado los ojos por el dolor para guardar la bandana de Caelum Sanguis en su porta pergaminos, no se la daría por nada del mundo, ni siquiera si le jurara no unírseles. No estaba seguro, pero sentía por Hadda más afecto que por su madre, la sentía más cercana, más cariñosa, sentía que ella lo entendía, cuidaba, protegía y enseñaba más que su madre, la cual nunca había esbozado una dulce sonrisa ante sus logros como ninja. Además sentía que su padre también quería mucho a Hadda, en ocasiones le daba la sensación de que quería más a su amiga que a su esposa; aún así él nunca se había atrevido a preguntar cual había sido la relación que su padre y su sensei habían tenido cuando ambos eran adolescentes.
- Bien, ya no puedo hacer nada- dijo Tayuri y lo alejó de sus pensamientos- cuando lleguemos a la aldea te daré una píldora para que disminuya el dolor y cuando recuperes tu Aura deberás usar la regeneración, no tienes otra opción.
- ¿La... la regeneración...? ¿Estás segura... Tayuri?
- Si, la herida es demasiado profunda como para ser curada por otro, quizás con algunos cicatrizantes puedas reducirla un poco, pero aún así deberás hacerla.
- Pero la regeneración reducirá la cantidad de células de su cuerpo- dijo preocupado Kazuo.
- ¿Qué es la regeneración?
- Es una técnica médica Kaori, una técnica que los ninjas médicos solo debemos usar en caso de extrema necesidad, sólo ultima opción.
- ¿Por qué, qué hace?
- Acelera la mitosis de las células de los tejidos que están dañados. Sabes que es la mitosis, ¿verdad?- el chico asintió- Bien, entonces sabrás que las células no pueden dividirse infinitamente, hay un límite y con la regeneración el cuerpo se acerca más a ese límite, es por eso que debe usarse la menos cantidad de veces posible.
- Entiendo, ¿y tu usaste alguna vez esa técnica?- le preguntó el chico a Hadda.
- Solo una vez... en la batalla contra HaddaYang.
Tayuri se puso de pie- Tu tienes la decisión, no yo. Úsala si quieres, no puedo obligarte- hizo una pausa, miró a Kaori y luego Kazuo- ¿Vamos?
- Si, yo llevaré a Hadda, tú lleva a Kaori.
- ¡Yo puedo ir solo!
- No Kaori- contradijo Hadda-, no puedes, casi no tienes Aura, estás de pie por la adrenalina que corre por tu cuerpo.
- ¿Adrenalina?- preguntó Tayuri, miró a Kaori y vio las manchas de sangre en la ropa, los brazos y la bandana del niño- ¿Qué te pasó, porque...?
- ¿Tanta sangre?- terminó el chico- Yo también peleé contra ellos... yo... yo...- se miró las manos, que comenzaban a temblarle- yo maté a la chica de la Aldea del Agua.
- ¡Que! Tu... tu mataste a una ninja asesina de Rango A?
Kaori asintió, entonces Kazuo dijo.
- Kaori es el Deshi número uno de este año, hijo Kaichi el genio del Kamakura heredero del gran poder de su Clan Tayuri, ¿qué te sorprende?
La mujer lo miró- Bueno, pero... tiene nueve y...
- Yo me convertí en Chimu a esa edad, ¿qué problema hay?
Tayuri quiso poner excusas, pero encontró ninguna, por lo que cerró la boca. Kaori aceptó ser llevado por la mujer al comprobar que no podía moverse más de unos pasos, por lo que poco tiempo ya estaban en el hospital.
Kaori recibió la asistencia necesaria y pudo salir a las pocas horas; Hadda, en cambio, tuvo que quedarse dos noches: una para su Aura y mantener la herida desinfectada y otra para realizar la regeneración lo más lento posible y con la asistencia medicinal.
Pasada la medianoche de la segunda noche en el hospital, con insomnio, recordó que Kaori no le había dado la banda de Caelum Sanguis y entonces la vacilación volvió a su mente. ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía elegir? ¿Qué era más importante para un ninja? ¿Honor o amistad?
Cáp. 12: Corazón vs deber.
Hadda tenía los ojos cerrados y estaba a punto de dejarse desmayar, cuando escuchó la voz de Kaori.
- ¡Hadda-sensei!
Abrió los ojos, los ocho ninjas intentaban incorporarse. Miró hacia los árboles, Kaori estaba escondido entre los arbustos y le hablaba:
- ¡Vamos, debemos irnos mientras no nos vean, vamos!
- Pero...
- Muy bien, Demonio Escurridiza- dijo Shinji, levantándose- haz usado todas las técnicas de tu madre, has llegado al límite de tu Jigokume, ya casi no te queda Aura y es probable que tu aprendiz no salga muy bien de la ilusión de Shusei.... ¿Qué te queda ahora?
Hadda frunció el seño y apretó los puños- Me... aún me quedan fuerzas...- comenzó a levantarse- para seguir peleando...- se paró firme y miró a Shinji a los ojos- porque cuando tienes alguien a quien proteger te haces más fuerte...
- ¡ja! ¿Alguien a quien proteger?
- ¡Estoy protegiendo a mi aldea! ¡A mi aldea y a mi mejor amigo!
- ¿Tu mataste a tu mejor amigo y ahora me dices que lo estás protegiendo?
- La que mató... la que mató a Iwaku era otra Hadda, una Hadda que ya no existe...
- No te mientas a ti misma muchacha, sabes que no es así.
- ¡Si es así! ¡El demonio en mi está sellado, muy bien sellado!
- ¿Si está sellado porque puedes usar su poder?
- ¿De que hablas?
- En este momento estás usando Aura de ese demonio, de otra forma ya estarías muerta.
- ¡Claro que no! ¡Mi demonio está sellado! ¡Está bajo control!
- Deja de mentirte...- Shinji se le acercó y pegó una cachetada que la hizo tambalearse-. Idiota. Si sigues permaneciendo de pie vamos a matarte- volvió a pegarle, y aunque ella retrocedió un poco a causa del golpe, no dejó de mirarlo fijamente-. Vas a morir... y no creo que puedas proteger a tu amigo si estás muerta- volvió a pegarle y esta vez le salió sangre de la nariz.
Ella no se limpió la sangre, solo miró a Shinji- El único que puede seguir luchando aquí es Kasuya, y no creo que quiera pelear solo.
- ¿Solo? ¿Quieres decir que ya no pelearás?
- Solo digo que no voy a rendirme ante ustedes, eso no quiere decir que siga peleando.
- ¿A que te refieres?
Hadda serró los ojos, retrocedió unos pasos, se limpió la sangre con el pulgar de su mano derecha y sonrió levemente.
- Tal vez los Técnicas de mi madre no funciones, pero quizás los de Genji-sama si.
Desparramó su sangre desde la punta de su dedo mayor hasta su muñeca de la mano izquierda, luego hizo la posición del fuego y la de la tierra y llevó ambas manos al piso diciendo:
- ¡Invocación!- una gran nube de humo cubrió a Hadda completamente y cuando desapareció la chica estaba sobre la plana cabeza de una enorme serpiente. Se puso de pie y miró desde la altura a Shinji- No pasarán sobre La Reina de las Serpientes, jamás llegarán a la Aldea.
La enorme serpiente era de diez metros de altura, sus escamas eran verdosas, sus ojos amarillos de pupilas rojas en forma de rendija, y sus colmillos eran del tamaño de Kaori. El chico, mientras tanto, miraba asombrado la monstruosa invocación de su sensei y comprendió que dentro de poco ese animal también estaría de su lado, ya que aprendería a invocarlo. Observó perplejo la escena, no podía esperar a ver a Caelum Sanguis yéndose por donde había venido.
- Ha... Así que las técnicas de serpientes no murieron con Genji- dijo Shinji.
- No, no lo hicieron, y te aseguro Shinji, tampoco morirán conmigo.
- Suena a que piensas sobrevivir esta batalla.
- ¿Cómo lo adivinaste?- respondió irónicamente ella, luego hizo la posición del fuego y le habló a la serpiente- ¿Estás lista?
- Claro que si Hadda- respondió el animal, con voz aguda y siseante- hora de que estos ninjas paguen por lo hicieron...
Entonces la serpiente lanzó algo por la boca, era una sustancia oscura y aceitosa, entonces hada lanzó su bocanada de fuego hacia el líquido y la bocanada de la chica se convirtió en una poderosa llamarada abrasadora. Los ninjas intentaron esquivarla, pero aún así recibieron parte del ataque. Kasuya, que aún tenía mucho Aura, dejó que su espada se quemase y se dirigió hacia Hadda. Entre el humo producido y las llamas, la chica y el espadachín comenzaron a pelear; la serpiente no se quedó atrás e intentó hacer caer al shinobi, a la vez que le lanzaba coletazos a los que estaban en el piso.
Kaori temblaba, estaba nervioso, no podía ver claramente a Hadda, solo podía ver la silueta de Aura a través del humo gracias a su Aoime, pero no estaba seguro de lo que pasaba. Su sensei luchaba contra alguien alto, robusto y con muchísimo Aura.
De la nada, alguien salió despedido por el aire y estaba casi inconsciente: era Hadda. Kaori no resistió el impulso y salió de entre los árboles, saltó y tomó a la kunoichi entre sus brazos. Cayó fuertemente de rodillas, pero aunque se lastimó, logró amortiguar la caída con su Aura. En ese momento la serpiente desapareció diciendo:
- Bien hecho chico, ahora debo irme.
Kaori moró a la serpiente mientras se desvanecía, luego miró a su sensei- Hadda-sensei, despierta, por favor.
Hadda se quejó y abrió los ojos- No te preocupes Kaori, estoy despierta- se sentó, miró y el colocó una mano en la cabeza tiernamente- muchas gracias Kaori, lo hiciste bien.
El chico bajó la mirada y vio una herida- Hadda-sensei esa herida... es muy profunda.
- ¿He? No te preocupes, estoy bien.
- Pero es cerca de los riñones...
- Kaori, soy ninja médico.
- ¡No, no lo es! Solo sabes algunas técnicas de curación...
Hadda lo miró seria, él tenía razón, aunque ella no quería admitirlo. Kasuya la había sorprendido con una neblina parcial y luego le había hecho una técnica de escamas cortantes, que no logró esquivar bien; las filosas escamas la habían penetrado justo a la altura de los riñones, como Kaori había dicho, y habían alcanzado a rozarle peligrosamente el izquierdo, tenía una hemorragia y debía detenerla, pero le quedaba muy poco Aura y no podía usar otras poderes mientras Caelum Sanguis siguiera ahí.
Shinji se les acercó, seguido de los otros- ¿Ves a donde pueden llevar las cosas? No seas estúpida, únetenos y no morirás.
- ¡Hadda-sensei jamás se les unirá, ella es una kunoichi honorable!
- ¡Ja! Parece que no conoces muy bien a tu sensei niño.
- Cállate Shinji- dijo con dificultad ella- no me importa morir, no necesito de ustedes para...
- ¡Pero si te importa la vida de tus amigos!- la interrumpió.
- ¿Y que...?
- Únetenos o tus amigos no vivirán mucho más.
Kaori quedó helado ante las palabras del sannin, ¿Por qué querían que Hadda se les uniese? Miró a su sensei, que miraba a Shinji con furia, pero se notaba que estaba en medio de un dilema emocional. Volvió a mirar al líder de Caelum Sanguis, el cual buscaba algo dentro de su túnica. Luego de unos segundos sacó una banda ninja negra con el símbolo de una nube y la tiró a los pies de Hadda.
- Tu decides Hadda, te nos unes o las personas que más quieres sufren las consecuencias- se dio vuelta y comenzó a caminar lentamente.
Kaori no lo resistió y le gritó- ¡Hadda jamás se les unirá! ¡¡Jamás!!
- No pongas palabras en la boca de tu sensei niño, no sabes de lo que ella es capaz- dijo en forma de respuesta él, mirándolo por encima del hombro.
Kaori se quedó mirando como los ocho se alejaban. Shusei se dio vuelta y miró a Hadda a los ojos para que ella abriera su mente a él.
“- Avisé a Kazuo-san, está en camino.”
Y dicho esto siguió caminando con los demás, perdiéndose en el atardecer. Entonces Kaori se levantó, tomó la banda que Shinji había tirado a los pies de su sensei e intentó tirarla a la cascada.
- ¡No! No lo hagas Kaori.
El chico se detuvo en seco- ¿Qué? ¿Acaso piensas unírteles?
- No la arrojes al río, dámela.
- No, no te la daré, no hasta que me niegues rotundamente que te les unirás.
- No es que me vaya a unir a ellos Kaori, pero sólo imagina lo que harán si encuentran la banda en este río.
El chico miró la bandana un momento- Es verdad.
- Bien, dámela.
Él la miró y estaba a punto de hablar cuando Kazuo y Tayuri aparecieron al lado de Hadda.
- Al fin. Shusei me dijo que estaban en problemas.
- ¡Papá!- Hadda intentó ocultar su herida- Curen a Kaori, está herido.
Tayuri se acercó al chico, pero este le apartó el brazo, enojado- Cúrala a ella, tiene una hemorragia a la altura del riñón izquierdo!
- ¡Que!- Tayuri se arrodilló y le apartó la mano a Hadda- ¡Ha! esto es... tienes un corte en... cielos, ¿quién te hizo esto?
- ¡hay, me duele! Fue Kasuya.
- ¿Te atravesó con Tsurugi?- preguntó muy preocupado su padre.
- No, utilizó una técnica de escamas cuchillas o algo así.
- Hadda deja de hablar, voy a curar el corte, aunque parece más un raspón... ¿tu paraste la hemorragia?
- Si, pero no pude hacer más... casi no me queda Aura.
- Bien, cálmate...
- ¡Estoy calmada!
La joven la miró, reprochándola- Respira tranquilamente y no hables o te dolerá más.
- ¿Más?- dijo con sufrimiento la chica.
Tayuri no le hizo caso, la hizo recostarse, realizó la posición del fuego, luego la del viento y la de la curación, rodeó sus manos de Aura y las acercó a la herida; era tan profunda que podía ver los órganos internos de la chica.
Kaori aprovechó que Hadda había cerrado los ojos por el dolor para guardar la bandana de Caelum Sanguis en su porta pergaminos, no se la daría por nada del mundo, ni siquiera si le jurara no unírseles. No estaba seguro, pero sentía por Hadda más afecto que por su madre, la sentía más cercana, más cariñosa, sentía que ella lo entendía, cuidaba, protegía y enseñaba más que su madre, la cual nunca había esbozado una dulce sonrisa ante sus logros como ninja. Además sentía que su padre también quería mucho a Hadda, en ocasiones le daba la sensación de que quería más a su amiga que a su esposa; aún así él nunca se había atrevido a preguntar cual había sido la relación que su padre y su sensei habían tenido cuando ambos eran adolescentes.
- Bien, ya no puedo hacer nada- dijo Tayuri y lo alejó de sus pensamientos- cuando lleguemos a la aldea te daré una píldora para que disminuya el dolor y cuando recuperes tu Aura deberás usar la regeneración, no tienes otra opción.
- ¿La... la regeneración...? ¿Estás segura... Tayuri?
- Si, la herida es demasiado profunda como para ser curada por otro, quizás con algunos cicatrizantes puedas reducirla un poco, pero aún así deberás hacerla.
- Pero la regeneración reducirá la cantidad de células de su cuerpo- dijo preocupado Kazuo.
- ¿Qué es la regeneración?
- Es una técnica médica Kaori, una técnica que los ninjas médicos solo debemos usar en caso de extrema necesidad, sólo ultima opción.
- ¿Por qué, qué hace?
- Acelera la mitosis de las células de los tejidos que están dañados. Sabes que es la mitosis, ¿verdad?- el chico asintió- Bien, entonces sabrás que las células no pueden dividirse infinitamente, hay un límite y con la regeneración el cuerpo se acerca más a ese límite, es por eso que debe usarse la menos cantidad de veces posible.
- Entiendo, ¿y tu usaste alguna vez esa técnica?- le preguntó el chico a Hadda.
- Solo una vez... en la batalla contra HaddaYang.
Tayuri se puso de pie- Tu tienes la decisión, no yo. Úsala si quieres, no puedo obligarte- hizo una pausa, miró a Kaori y luego Kazuo- ¿Vamos?
- Si, yo llevaré a Hadda, tú lleva a Kaori.
- ¡Yo puedo ir solo!
- No Kaori- contradijo Hadda-, no puedes, casi no tienes Aura, estás de pie por la adrenalina que corre por tu cuerpo.
- ¿Adrenalina?- preguntó Tayuri, miró a Kaori y vio las manchas de sangre en la ropa, los brazos y la bandana del niño- ¿Qué te pasó, porque...?
- ¿Tanta sangre?- terminó el chico- Yo también peleé contra ellos... yo... yo...- se miró las manos, que comenzaban a temblarle- yo maté a la chica de la Aldea del Agua.
- ¡Que! Tu... tu mataste a una ninja asesina de Rango A?
Kaori asintió, entonces Kazuo dijo.
- Kaori es el Deshi número uno de este año, hijo Kaichi el genio del Kamakura heredero del gran poder de su Clan Tayuri, ¿qué te sorprende?
La mujer lo miró- Bueno, pero... tiene nueve y...
- Yo me convertí en Chimu a esa edad, ¿qué problema hay?
Tayuri quiso poner excusas, pero encontró ninguna, por lo que cerró la boca. Kaori aceptó ser llevado por la mujer al comprobar que no podía moverse más de unos pasos, por lo que poco tiempo ya estaban en el hospital.
Kaori recibió la asistencia necesaria y pudo salir a las pocas horas; Hadda, en cambio, tuvo que quedarse dos noches: una para su Aura y mantener la herida desinfectada y otra para realizar la regeneración lo más lento posible y con la asistencia medicinal.
Pasada la medianoche de la segunda noche en el hospital, con insomnio, recordó que Kaori no le había dado la banda de Caelum Sanguis y entonces la vacilación volvió a su mente. ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía elegir? ¿Qué era más importante para un ninja? ¿Honor o amistad?
Cáp. 12: Corazón vs deber.
22 mar 2009
Cronicas... cap 10
cap anterior:
Antes de llegar, serró suavemente los ojos, sentía que todo se oscurecía y se silenciaba. Entonces unas manos lo tomaron, sintió un extraño aroma, parecido al de su padre y luego una voz gruesa le hablaba, abrió los ojos y vio a Shusei hablándole:
- No grites, te estoy ayudando.
- Si... lo se... Shusei... sama...
- Escucha, no te queda Aura, vas a desmayarte en cualquier momento, pero debes gritar fuerte, grita lo más fuerte que puedas y podré ayudar a Hadda.
Kaori asintió. Shusei lo apoyó suavemente contra el tronco de un árbol y comenzó a salir de entre los árboles.
- Gracias... Shusei-sama...- entonces tomó aire y gritó fuerte, muy fuerte- ¡¡Haaaaa!!- luego se desmayó.
Cáp. 10: Las técnicas del pergamino.
Mientras tanto, Hadda luchaba contra los demás ninjas. En cuanto Takuma la separó de Kaori, fue atacada por una especie de cadena hecha de acero y madera con una gran punta venenosa: era Kaname, el ninja marionetista. La esquivó sin esfuerzo, pero esa cadena venenosa no estaba sola, la siguieron más cadenas que Hadda tuvo que esquivar, incluso en el aire. Al esquivar una, logró pararse sobre otra, entonces activó su Jigokume y realizó la posición del fuego:
- ¡Águila de Fuego!- tomó aire y colocó sus labios como su fuera a soplar, pero de su boca no salió aire, sino fuego.
La poderosa llamarada se convirtió en una gran águila, la cual siguió la dirección de la cadena, hasta llegar a Kaname y su cuerpo de madera, el cual comenzó a quemarse. Hadda comenzó a dibujar una maliciosa sonrisa en su cara, pero de la nada, la cadena en la que estaba parada se convirtió en arena y cayó al piso.
- Rayos, un clon- pero no tuvo mucho tiempo para pensar algo más, ya que unas pequeñas palomas blancas venían hacia ella- ¡hay no! ¡Las Palomas de Yusei!
Salió corriendo en dirección opuesta, sabía que era imposible detener esas palomas, solo se podían anular con el mismo Técnica con que se habían activado. Siguió corriendo, pero Shinji la detuvo, interponiéndose en su camino. Entonces ella intentó golpearlo, él se defendió y ella logró tomarle el brazo, inmovilizándolo y usándolo como escudo. Shinji, entonces, solo tuvo una opción, hacer brillar el sello que tenía colgado del cuello, el cual dejó inútiles a las palomas. Inmediatamente después, el shinobi hizo un extraño movimiento, con el cual se soltó de Hadda y le pegó una fuerte patada. Pero la chica no había perdido tiempo: había dejado un clon de humo en su lugar.
La verdadera Hadda estaba luchando contra Kasuya y su espada, o mejor dicho, estaba esquivando los ataques que el ninja le lanzaba. Mientras esquivaba los ataques con gran facilidad gracias a su Jigokume, pensaba:
“- Ya utilicé el primer Técnica de mi madre, no puedo desperdiciar los demás. Gastan demasiado Aura y solo podré usarlos una vez cada uno, lo que significa que no puedo fallar. Aunque es muy difícil no fallar cuando te enfrentas a cinco de los más poderosos ninjas del mundo.”
- ¿Qué acure Haddita, tienes miedo de gastar tu Aura?- se burló Kasuya.
- ¡No me llames así! ¡No soy una niña!
- ¡Ja!- el ninja estaba por hablar, cuando los sobresaltó un estruendo. Cuatro enormes dragones de agua se vieron salir del río- Veo que Yuriko y Naiki le están dando una buena paliza a tu aprendiz...
- No, Kaori...
- ¡Ja, que se siente! ¿Que se siente saber que tu aprendiz te necesita y no puedes ir, he? Eso es lo que yo sentí cuando casi matas a Naiki, ¡ahora siéntelo tú!
- No...- salió corriendo en dirección a los dragones, pero entonces una neblina le nubló la vista- ¿Qué...? La Técnica de Ocultamiento en la Neblina...- miró hacia atrás, aún con su Jigokume apenas veía sombras. Kasuya, al ser el compañero de Shusei, sabía anular el Jigokume- Maldito...
- ¿Te volviste ciega Hadda?- se burló una voz de mujer.
“- No, es Yuriko, ¿significa que Kaori...?”
- ¡Que hacen aquí! ¡Y el chico!- gritó Shinji.
- Naiki se está encargando, ya no le queda Aura, va a derrotarlo fácilmente... Oye, que te pasó Hadda, ¿ya no puedes ver?- siguió burlándose la chica.
- Je, por lo que se yo no soy la única aquí que posee una Técnica Ocular, ¿no lo recuerdas Yuriko?
- ¿Qué? Oh, cierto, lo había olvidado, Shinji y Shusei...
- ¡Ya cállate idiota!- le gritó Kaname- No te das cuenta que te provoca para saber donde estás?!
- ¿He? Hay, es verdad...- y entonces no volvió a abrir la boca, pero Hadda ya había identificado en donde estaban ella, Shinji, Kaname, Kasuya y, por supuesto, Shusei.
Entonces sintió la voz de Kasuya- ¡Dragón de Agua!
Hadda no lo pensó dos veces, se enfrentó al lugar donde Kasuya estaba, hizo la pose del fuego y lanzó una llamarada por la boca diciendo:
- ¡Dragones de Fuego!
La llamarada se dividió para formar dos enormes dragones, que se enfrentaron al dragón de agua. Los dos ataques se anularon el uno con el otro, rodeándolos de vapor. Fue entonces cuando Hadda buscó a Shusei mentalmente.
“- Shusei por favor ayuda a Kaori.”
“- No te preocupes, estará bien” - y el shinobi se alejó del banco de niebla, en busca del niño.
“- Debo dispersar la niebla, pero como”- Hadda observó unos minutos el lugar, sabía que si enviaba a sus perros de casa sobre Kasuya la niebla desaparecería, pero debía dejar un rastro de su sangre para que eso funcionara, así que lo descartó- “Bien, solo tengo una opción, quizás me cueste mucho Aura, pero bueno, debo arriesgarme”- activó su Oniroku Jigokume y luego hizo la posición del fuego, la del viento (puños serrados y cruzados a la altura del pecho) y luego once[1] posiciones mas- ¡Tempestad de Fuego!
- ¿¡Que dijo!?
Un poderoso viento comenzó a soplar cada vez más y más fuerte, a medida que las aspas de su Oniroku Jigokume giraban más y más rápido, entonces soltó una bocanada de fuego, el cual se combinó con el viento y formó un enorme ciclón de fuego. Cuando el viento cesó y el fuego desapareció, la niebla estaba despejada y los siete ninjas se estaban reincorporando. Entonces escuchó un desgarrador grito: era su aprendiz.
- ¡Kaori!
Entonces Shusei salió de entre los árboles; al verlo Shinji le preguntó:
- ¿En donde estabas?
- Naiki está muerta, yo me encargué del chico.
Hadda respiró aliviada, sabía que Kaori estaba a salvo. ¿Pero Naiki había muerto a manos de su aprendiz o de su primo?
- ¡¡Que Naiki que!!- gritó Kasuya- ¡Explícate Shusei!
- El chico la mató, yo lo vi, él la mató con su propia katana.
- ¡¿Ese niño mató a Naiki con la katana que yo mismo hice para ella?! ¡Eso es imposible!
- ¡Ja! Por supuesto que no lo es... Kaori es un Kamakura, hijo del genio del Clan, hijo de Kaichi Kamakura. Kaori es el Deshi más poderoso que ha visto la Aldea del Fuego desde Ikkyo.
- Mmmm... Interesante... y dime, quienes fueron los otros Deshis más poderosos?- dijo Shinji.
- Hasta lo que se: Kaori Kamakura, Ikkyo Heian, Kaichi Kamakura, Shusei Heian, Kazuo Gintama, Genji.
Todos los miembros de Caelum Sanguis abrieron los ojos de par en par, excepto Shusei.
- Vaya, vaya, así que ese niño será tan poderoso como Shusei, Genji y Kazuo, tres leyendas del fuego...
- Así es... porque crees que me lo asignaron... una futura leyenda ninja del fuego debe ser entrenado por otra leyenda ninja del fuego...
- Leyenda ninja del Fuego... bien, bien... ahora que ya no debes preocuparte por ese niño tonto, porque no nos muestras tu verdadero poder, Demonio Escurridiza.
- Jaja será un placer...- Hadda hizo la posición del fuego una vez más- ¡Clones de Fuego!- siete clones aparecieron y fueron a luchar uno con cada ninja.
La pelea era duro y los clones, aunque no se destruían, gastaban mucho Aura; además cada clon hizo un Técnica secreto distinto: contra Yusei usó el Picotazo de Cuervo, una esfera de fuego negro, que se hace hacia arriba, atacando la garganta. Contra Kasuya, usó la Técnica Ilusoria Campo Infernal, lo que lo transportó mentalmente a un río de lava derretida, donde lo torturó con los reflejos de personas muertas y queridas por él. Contra Takuma usó la Furia de Fuego Shuriken, para cortar las enormes lianas, rodeando varias shurikens de fuego; y las Palomas de Fuego, pequeñas llamas que se convierten en palomas. Con Hisao usó el Tornado de Fuego, un poderoso tornado que anuló sus venenos. Luego atacó a Shusei con su Puñetazo y su Patada de Ardientes. Contra Yuriko usó la Punta de Rayo, una kunai envuelta en electricidad lanzada a una velocidad increíble. Contra Kaname usó el Mini Meteorito, versión compacta del Meteoro Gigante -por por eso menos poderosa-. Por último reservó dos Técnicas para Shinji: el Sello del Clan, un elaborado sello que anula el kekkei genkai por un determinado tiempo y el Meteoro Gigante.
Pero fue prácticamente inútil, aunque recibieron los ataques, todos hicieron lago para impedirlo y por lo tanto no recibieron el daño total. Los clones desaparecieron. Los ocho ninjas renegados la rodearon, todos había perdido mucho Aura, la batalla no dudaría mucho más, sin importar el resultado. Hadda respiró profundo, comenzó a rodear sus brazos de Aura y dijo:
- Aún no me vencen, aún me queda Aura para el Técnica más poderoso de mi madre...- colocó sus brazos cruzados enfrente de su pecho y convirtió su Aura en fuego- ¡Kaji no ude![2]
Agrandó las llamas, incrementó el poder y comenzó a girar velozmente. Ninguno pudo esquivar el ataque y cayeron unos metros atrás. Cuando terminó el ataque, Hadda cayó de rodillas, respirado agitadamente. La batalla, a su entender, había terminado.
Cáp. 11: La invitación.
[1] Once: resultado de 8 + 3, siendo 83 el número de la tormenta.
[2] Del japonés. Brazos de fuego.
Antes de llegar, serró suavemente los ojos, sentía que todo se oscurecía y se silenciaba. Entonces unas manos lo tomaron, sintió un extraño aroma, parecido al de su padre y luego una voz gruesa le hablaba, abrió los ojos y vio a Shusei hablándole:
- No grites, te estoy ayudando.
- Si... lo se... Shusei... sama...
- Escucha, no te queda Aura, vas a desmayarte en cualquier momento, pero debes gritar fuerte, grita lo más fuerte que puedas y podré ayudar a Hadda.
Kaori asintió. Shusei lo apoyó suavemente contra el tronco de un árbol y comenzó a salir de entre los árboles.
- Gracias... Shusei-sama...- entonces tomó aire y gritó fuerte, muy fuerte- ¡¡Haaaaa!!- luego se desmayó.
Cáp. 10: Las técnicas del pergamino.
Mientras tanto, Hadda luchaba contra los demás ninjas. En cuanto Takuma la separó de Kaori, fue atacada por una especie de cadena hecha de acero y madera con una gran punta venenosa: era Kaname, el ninja marionetista. La esquivó sin esfuerzo, pero esa cadena venenosa no estaba sola, la siguieron más cadenas que Hadda tuvo que esquivar, incluso en el aire. Al esquivar una, logró pararse sobre otra, entonces activó su Jigokume y realizó la posición del fuego:
- ¡Águila de Fuego!- tomó aire y colocó sus labios como su fuera a soplar, pero de su boca no salió aire, sino fuego.
La poderosa llamarada se convirtió en una gran águila, la cual siguió la dirección de la cadena, hasta llegar a Kaname y su cuerpo de madera, el cual comenzó a quemarse. Hadda comenzó a dibujar una maliciosa sonrisa en su cara, pero de la nada, la cadena en la que estaba parada se convirtió en arena y cayó al piso.
- Rayos, un clon- pero no tuvo mucho tiempo para pensar algo más, ya que unas pequeñas palomas blancas venían hacia ella- ¡hay no! ¡Las Palomas de Yusei!
Salió corriendo en dirección opuesta, sabía que era imposible detener esas palomas, solo se podían anular con el mismo Técnica con que se habían activado. Siguió corriendo, pero Shinji la detuvo, interponiéndose en su camino. Entonces ella intentó golpearlo, él se defendió y ella logró tomarle el brazo, inmovilizándolo y usándolo como escudo. Shinji, entonces, solo tuvo una opción, hacer brillar el sello que tenía colgado del cuello, el cual dejó inútiles a las palomas. Inmediatamente después, el shinobi hizo un extraño movimiento, con el cual se soltó de Hadda y le pegó una fuerte patada. Pero la chica no había perdido tiempo: había dejado un clon de humo en su lugar.
La verdadera Hadda estaba luchando contra Kasuya y su espada, o mejor dicho, estaba esquivando los ataques que el ninja le lanzaba. Mientras esquivaba los ataques con gran facilidad gracias a su Jigokume, pensaba:
“- Ya utilicé el primer Técnica de mi madre, no puedo desperdiciar los demás. Gastan demasiado Aura y solo podré usarlos una vez cada uno, lo que significa que no puedo fallar. Aunque es muy difícil no fallar cuando te enfrentas a cinco de los más poderosos ninjas del mundo.”
- ¿Qué acure Haddita, tienes miedo de gastar tu Aura?- se burló Kasuya.
- ¡No me llames así! ¡No soy una niña!
- ¡Ja!- el ninja estaba por hablar, cuando los sobresaltó un estruendo. Cuatro enormes dragones de agua se vieron salir del río- Veo que Yuriko y Naiki le están dando una buena paliza a tu aprendiz...
- No, Kaori...
- ¡Ja, que se siente! ¿Que se siente saber que tu aprendiz te necesita y no puedes ir, he? Eso es lo que yo sentí cuando casi matas a Naiki, ¡ahora siéntelo tú!
- No...- salió corriendo en dirección a los dragones, pero entonces una neblina le nubló la vista- ¿Qué...? La Técnica de Ocultamiento en la Neblina...- miró hacia atrás, aún con su Jigokume apenas veía sombras. Kasuya, al ser el compañero de Shusei, sabía anular el Jigokume- Maldito...
- ¿Te volviste ciega Hadda?- se burló una voz de mujer.
“- No, es Yuriko, ¿significa que Kaori...?”
- ¡Que hacen aquí! ¡Y el chico!- gritó Shinji.
- Naiki se está encargando, ya no le queda Aura, va a derrotarlo fácilmente... Oye, que te pasó Hadda, ¿ya no puedes ver?- siguió burlándose la chica.
- Je, por lo que se yo no soy la única aquí que posee una Técnica Ocular, ¿no lo recuerdas Yuriko?
- ¿Qué? Oh, cierto, lo había olvidado, Shinji y Shusei...
- ¡Ya cállate idiota!- le gritó Kaname- No te das cuenta que te provoca para saber donde estás?!
- ¿He? Hay, es verdad...- y entonces no volvió a abrir la boca, pero Hadda ya había identificado en donde estaban ella, Shinji, Kaname, Kasuya y, por supuesto, Shusei.
Entonces sintió la voz de Kasuya- ¡Dragón de Agua!
Hadda no lo pensó dos veces, se enfrentó al lugar donde Kasuya estaba, hizo la pose del fuego y lanzó una llamarada por la boca diciendo:
- ¡Dragones de Fuego!
La llamarada se dividió para formar dos enormes dragones, que se enfrentaron al dragón de agua. Los dos ataques se anularon el uno con el otro, rodeándolos de vapor. Fue entonces cuando Hadda buscó a Shusei mentalmente.
“- Shusei por favor ayuda a Kaori.”
“- No te preocupes, estará bien” - y el shinobi se alejó del banco de niebla, en busca del niño.
“- Debo dispersar la niebla, pero como”- Hadda observó unos minutos el lugar, sabía que si enviaba a sus perros de casa sobre Kasuya la niebla desaparecería, pero debía dejar un rastro de su sangre para que eso funcionara, así que lo descartó- “Bien, solo tengo una opción, quizás me cueste mucho Aura, pero bueno, debo arriesgarme”- activó su Oniroku Jigokume y luego hizo la posición del fuego, la del viento (puños serrados y cruzados a la altura del pecho) y luego once[1] posiciones mas- ¡Tempestad de Fuego!
- ¿¡Que dijo!?
Un poderoso viento comenzó a soplar cada vez más y más fuerte, a medida que las aspas de su Oniroku Jigokume giraban más y más rápido, entonces soltó una bocanada de fuego, el cual se combinó con el viento y formó un enorme ciclón de fuego. Cuando el viento cesó y el fuego desapareció, la niebla estaba despejada y los siete ninjas se estaban reincorporando. Entonces escuchó un desgarrador grito: era su aprendiz.
- ¡Kaori!
Entonces Shusei salió de entre los árboles; al verlo Shinji le preguntó:
- ¿En donde estabas?
- Naiki está muerta, yo me encargué del chico.
Hadda respiró aliviada, sabía que Kaori estaba a salvo. ¿Pero Naiki había muerto a manos de su aprendiz o de su primo?
- ¡¡Que Naiki que!!- gritó Kasuya- ¡Explícate Shusei!
- El chico la mató, yo lo vi, él la mató con su propia katana.
- ¡¿Ese niño mató a Naiki con la katana que yo mismo hice para ella?! ¡Eso es imposible!
- ¡Ja! Por supuesto que no lo es... Kaori es un Kamakura, hijo del genio del Clan, hijo de Kaichi Kamakura. Kaori es el Deshi más poderoso que ha visto la Aldea del Fuego desde Ikkyo.
- Mmmm... Interesante... y dime, quienes fueron los otros Deshis más poderosos?- dijo Shinji.
- Hasta lo que se: Kaori Kamakura, Ikkyo Heian, Kaichi Kamakura, Shusei Heian, Kazuo Gintama, Genji.
Todos los miembros de Caelum Sanguis abrieron los ojos de par en par, excepto Shusei.
- Vaya, vaya, así que ese niño será tan poderoso como Shusei, Genji y Kazuo, tres leyendas del fuego...
- Así es... porque crees que me lo asignaron... una futura leyenda ninja del fuego debe ser entrenado por otra leyenda ninja del fuego...
- Leyenda ninja del Fuego... bien, bien... ahora que ya no debes preocuparte por ese niño tonto, porque no nos muestras tu verdadero poder, Demonio Escurridiza.
- Jaja será un placer...- Hadda hizo la posición del fuego una vez más- ¡Clones de Fuego!- siete clones aparecieron y fueron a luchar uno con cada ninja.
La pelea era duro y los clones, aunque no se destruían, gastaban mucho Aura; además cada clon hizo un Técnica secreto distinto: contra Yusei usó el Picotazo de Cuervo, una esfera de fuego negro, que se hace hacia arriba, atacando la garganta. Contra Kasuya, usó la Técnica Ilusoria Campo Infernal, lo que lo transportó mentalmente a un río de lava derretida, donde lo torturó con los reflejos de personas muertas y queridas por él. Contra Takuma usó la Furia de Fuego Shuriken, para cortar las enormes lianas, rodeando varias shurikens de fuego; y las Palomas de Fuego, pequeñas llamas que se convierten en palomas. Con Hisao usó el Tornado de Fuego, un poderoso tornado que anuló sus venenos. Luego atacó a Shusei con su Puñetazo y su Patada de Ardientes. Contra Yuriko usó la Punta de Rayo, una kunai envuelta en electricidad lanzada a una velocidad increíble. Contra Kaname usó el Mini Meteorito, versión compacta del Meteoro Gigante -por por eso menos poderosa-. Por último reservó dos Técnicas para Shinji: el Sello del Clan, un elaborado sello que anula el kekkei genkai por un determinado tiempo y el Meteoro Gigante.
Pero fue prácticamente inútil, aunque recibieron los ataques, todos hicieron lago para impedirlo y por lo tanto no recibieron el daño total. Los clones desaparecieron. Los ocho ninjas renegados la rodearon, todos había perdido mucho Aura, la batalla no dudaría mucho más, sin importar el resultado. Hadda respiró profundo, comenzó a rodear sus brazos de Aura y dijo:
- Aún no me vencen, aún me queda Aura para el Técnica más poderoso de mi madre...- colocó sus brazos cruzados enfrente de su pecho y convirtió su Aura en fuego- ¡Kaji no ude![2]
Agrandó las llamas, incrementó el poder y comenzó a girar velozmente. Ninguno pudo esquivar el ataque y cayeron unos metros atrás. Cuando terminó el ataque, Hadda cayó de rodillas, respirado agitadamente. La batalla, a su entender, había terminado.
Cáp. 11: La invitación.
[1] Once: resultado de 8 + 3, siendo 83 el número de la tormenta.
[2] Del japonés. Brazos de fuego.
16 mar 2009
Cáp. 9: La futura leyenda.
- Bien, bien... Shusei, Kasuya, Kaname, Yusei ataquen a Hadda, los demás al niño.
- Que hay de ti, Shinji- preguntó Yuriko.
- Yo también lucharé contra Hadda.
- Kaori escucha, defiéndete de todos, es lo primordial, ataca primero a la pelirroja, atácala al cuello, es la más débil de los cuatro.
- De acuerdo.
Takuma comenzó por superar al aprendiz de su sensei con una enorme raíz, luego intentó inmovilizar al chico, pero este fue más rápido esta vez y esquivó todas las lianas. Naiki desenvainó su espada y atacó a la cabeza de Kaori, pero él la detuvo con una kunai. Yuriko rodeó su brazo de Aura en forma de espiral y apuntando a Kaori con sus uñas dijo:
- ¡Agujas de Hielo!- de la punta de sus dedos salieron decenas de afiladas agujas hechas de cristalino hielo, que se dirigieron directo al chico.
Pero Kaori, que había activado el Aoime en cuanto detuvo la espada, había previsto ese movimiento y las agujas golpearon a un clon de humo que se desvaneció en el acto.
- ¡Aléjense del suelo, rápido!- gritó Takuma, en cuanto el clon se desvaneció- ¡Sabe usar técnicas de tierra!
Todos saltaron al instante, para dirigirse a los árboles, a la estatua o al agua, pero Kaori no estaba bajo tierra, estaba entre los árboles, por lo que detuvo a Naiki antes de que llegara a alguna rama.
- ¡Estilo Kamakura, Golpe a Mano Abierta!- Kaori rodeó la palma de su mano y golpeó fuertemente a la chica en el pecho, automáticamente ella escupió un poco de sangre y manchó la ropa del chico.
- ¡Sables Liana!- gritó Takuma.
Apenas tocó el suelo, Kaori tuvo que volver a saltar, ya que tres afiladas lianas comenzaron a atacarlo. Intentó esquivarlas y detenerlas con una kunai.
- ¡Nube de Veneno!- gritó Hisao, desde los árboles.
Una enorme nube de humo violeta salió de entre los árboles, lo que obligó a Kaori a acercarse al río. Entonces Yuriko y Naiki rodearon sus manos de Aura y tocaron el agua con ella, entonces Yuriko dijo:
- ¡Dragones de Agua!
Cuatro enromes dragones de agua salieron del río y se dirigieron directo al chico, el cual hizo la posición de manos del Clan Kamakura y luego la de la tierra y dijo:
- ¡Hiaoi[1]! ¡Muro de Lodo!- golpeó fuertemente el piso con el pié y el tatuaje de su tobillo brilló, haciendo que se elevara un enorme muro de de lodo que lo protegió de los dragones; luego giró y, enfrentándose a las lianas, lanzó una bocanada de fuego, pero no fue un fuego normal, fue fuego azul, la primera de las tres Técnicas Ninjas del Clan Kamakura. La llamarada azul hizo cenizas las lianas- Cielos, son muy rápidos- dijo agitadamente- Debo atacar a esa chica, pero cómo.
- ¡Lluvia de Agujas! ¡Espinas Venenosas! ¡Aguijones Mortales!- las voces de Yuriko, Takuma y Hisao, respec, retumbaron en todos lados.
Kaori miró hacia arriba y vio miles de agujas, enormes espinas y peligrosos aguijones que se dirigían directo hacia él, por lo que respiró profundo y en menos de un segundo liberó Aura de todo su cuerpo y girando a gran velocidad hizo que se solidificase para formar un poderoso escudo, por lo que se protegió de todos los ataques. Pero el escudo le quitó casi todo su Aura por lo que intentó escapar hacia el bosque, pero Naiki lo detuvo.
El chico la miró a los ojos, ella le dedicó una maliciosa sonrisa y luego miró a sus compañeros y les hizo un gesto para que la dejaran sola contra él. Los otros tres ninjas asintieron y fueron a luchar contra Hadda. Mientras, Kaori volvió a activar su Aoime.
- Fue un gran error quedarte a luchar sola contra mi- le dijo el chico a Naiki, luego retrocedió el pie izquierdo, hasta que quedara en línea recta con el otro; estiró su brazo derecho con la mano bien abierta y recta, apuntando al pecho de la chica y dejó el izquierdo flexionado con la mano a la altura de su pecho, apuntando como una flecha a la chica- Se que tu Aura es débil, por lo tanto debes ser del tipo de combate cuerpo a cuerpo... bien, luchemos cuerpo a cuerpo.
La chica lo miró seria, pero asintió y tomó una kunai con su mano derecha, luego cruzó sus brazos a la altura del pecho, adelantó un poco el pie izquierdo y comenzó el combate: ella atacaba principalmente al pecho y los brazos con su kunai, pero Kaori lograba detener o esquivar sus ataques; el chico quería golpear su corazón o su cuello, pero ella no lo dejaba. E cierto momento ella lanzó un gran puñetazo, él lo esquivó, pero aprovechó la oportunidad y le clavó la kunai en el brazo derecho cerca del hombro. El Deshi retrocedió un poco, pero aprovechó para golpear con su Aura el brazo de la chica, por lo que concentró Aura en la punta de sus dedos y le pegó fuertemente el codo. Su Aura penetró como una navaja en el brazo de la chica y cortó el flujo de Aura a su mano; como Naiki no se movió por unos segundos, Kaori aprovechó y la volvió a golpear con Aura, esta vez en el hombro.
La chica soltó al pequeño y retrocedió, tomándose la extremidad: el flujo de Aura hacia el miembro estaba completamente detenido, Naiki ya no podía usar su brazo derecho.
- ¿Ahora que vas a hacer? Eres diestra y solo te queda tu brazo izquierdo.
La chica gruñó, luego gritó y se abalanzó sobre él con una poderosa patada, pero Kaori la paró con las dos manos, ahora era él el que estaba inmovilizado. La Chimu renegada intentó pegarle un puñetazo, pero Kaori la soltó, se agachó para esquivarla y le pegó una patada en la rodilla, lo que la hizo perder el equilibrio. Entonces él se levantó rápidamente y le pegó en el pecho con la mano abierta y llena de Aura, asiéndola golpear de espaldas contra un árbol.
Naiki abrió lentamente los ojos y se encontró con que Kaori tenía en su mano la banda rojo y le apuntaba amenazadoramente al cuello con sus dedos rodeados de Aura.
- Ahora veo porque no puedes hablar, mi sensei te hizo esa cicatriz, ¿verdad? Es enorme, debe haberte cortado todas las cuerdas vocales.
La chica comenzó a gruñir como un perro y, de la nada, se abalanzó sobre Kaori, tirándolo al piso y con ambas manos apretándole el cuello.
- ¡Ha! ¡Suéltame! ¡Deja... déjame! Haaaa...- Kaori luchaba por liberarse, pero ella le apretaba el cuello cada vez más.
Entonces el chico vio cerca suyo la espada de la chica, por lo que estiró su brazo hasta alcanzarla. Justo cuando comenzaba a no poder respirar, tomó el mango de la katana y con todas sus fuerzas y serrando los ojos por el dolor (la tomó con su brazo herido) levantó la espada y se la clavó de costado a la chica. Al instante las manos que apretaban su cuello se aflojaron, sintió que algo húmedo le caía en la cara y en la ropa, y por último sintió un peso muerto sobre él. Abrió los ojos, estaba siendo aplastado por el cadáver de naiki, la cual tenía los ojos abiertos; su mano aún aferraba el mango de la katana, que estaba clavada justo debajo de la axila: le había cortado el corazón a la mitad.
Con mucho esfuerzo sacó la espada del cuerpo y se sacó el cadáver de encima. Respiraba agitadamente. Miró sus manos, temblorosas, que estaban llenas de la sangre de la joven. Era la primera vez que mataba a alguien, se sentía muy débil y con algo de miedo, pero no sentía culpa, supuso que era porque había matado a una traidora, a una asesina, había hecho un bien. Intentó levantarse, sus piernas temblaban, todo su cuerpo temblaba. Desactivó su Aoime y miró el cadáver: era una sensación extraña, sentía temor y alegría, temblaba de miedo y de emoción, sentía que había hecho mal, pero a la vez sentía que había hecho bien. Se acercó al cadáver y le serró los ojos, luego se dirigió al lugar donde su sensei estaba luchando.
Antes de llegar, serró suavemente los ojos, sentía que todo se oscurecía y se silenciaba. Entonces unas manos lo tomaron, sintió un extraño aroma, parecido al de su padre y luego una voz gruesa le hablaba, abrió los ojos y vio a Shusei hablándole:
- No grites, te estoy ayudando.
- Si... lo se... Shusei... sama...
- Escucha, no te queda Aura, vas a desmayarte en cualquier momento, pero debes gritar fuerte, grita lo más fuerte que puedas y podré ayudar a Hadda.
Kaori asintió. Shusei lo apoyó suavemente contra el tronco de un árbol y comenzó a salir de entre los árboles.
- Gracias... Shusei-sama...- entonces tomó aire y gritó fuerte, muy fuerte- ¡¡Haaaaa!!- luego se desmayó.
[1] Hi: fuego - Aoi: azul.
Cáp. 10: Las técnicas del pergamino.
- Bien, bien... Shusei, Kasuya, Kaname, Yusei ataquen a Hadda, los demás al niño.
- Que hay de ti, Shinji- preguntó Yuriko.
- Yo también lucharé contra Hadda.
- Kaori escucha, defiéndete de todos, es lo primordial, ataca primero a la pelirroja, atácala al cuello, es la más débil de los cuatro.
- De acuerdo.
Takuma comenzó por superar al aprendiz de su sensei con una enorme raíz, luego intentó inmovilizar al chico, pero este fue más rápido esta vez y esquivó todas las lianas. Naiki desenvainó su espada y atacó a la cabeza de Kaori, pero él la detuvo con una kunai. Yuriko rodeó su brazo de Aura en forma de espiral y apuntando a Kaori con sus uñas dijo:
- ¡Agujas de Hielo!- de la punta de sus dedos salieron decenas de afiladas agujas hechas de cristalino hielo, que se dirigieron directo al chico.
Pero Kaori, que había activado el Aoime en cuanto detuvo la espada, había previsto ese movimiento y las agujas golpearon a un clon de humo que se desvaneció en el acto.
- ¡Aléjense del suelo, rápido!- gritó Takuma, en cuanto el clon se desvaneció- ¡Sabe usar técnicas de tierra!
Todos saltaron al instante, para dirigirse a los árboles, a la estatua o al agua, pero Kaori no estaba bajo tierra, estaba entre los árboles, por lo que detuvo a Naiki antes de que llegara a alguna rama.
- ¡Estilo Kamakura, Golpe a Mano Abierta!- Kaori rodeó la palma de su mano y golpeó fuertemente a la chica en el pecho, automáticamente ella escupió un poco de sangre y manchó la ropa del chico.
- ¡Sables Liana!- gritó Takuma.
Apenas tocó el suelo, Kaori tuvo que volver a saltar, ya que tres afiladas lianas comenzaron a atacarlo. Intentó esquivarlas y detenerlas con una kunai.
- ¡Nube de Veneno!- gritó Hisao, desde los árboles.
Una enorme nube de humo violeta salió de entre los árboles, lo que obligó a Kaori a acercarse al río. Entonces Yuriko y Naiki rodearon sus manos de Aura y tocaron el agua con ella, entonces Yuriko dijo:
- ¡Dragones de Agua!
Cuatro enromes dragones de agua salieron del río y se dirigieron directo al chico, el cual hizo la posición de manos del Clan Kamakura y luego la de la tierra y dijo:
- ¡Hiaoi[1]! ¡Muro de Lodo!- golpeó fuertemente el piso con el pié y el tatuaje de su tobillo brilló, haciendo que se elevara un enorme muro de de lodo que lo protegió de los dragones; luego giró y, enfrentándose a las lianas, lanzó una bocanada de fuego, pero no fue un fuego normal, fue fuego azul, la primera de las tres Técnicas Ninjas del Clan Kamakura. La llamarada azul hizo cenizas las lianas- Cielos, son muy rápidos- dijo agitadamente- Debo atacar a esa chica, pero cómo.
- ¡Lluvia de Agujas! ¡Espinas Venenosas! ¡Aguijones Mortales!- las voces de Yuriko, Takuma y Hisao, respec, retumbaron en todos lados.
Kaori miró hacia arriba y vio miles de agujas, enormes espinas y peligrosos aguijones que se dirigían directo hacia él, por lo que respiró profundo y en menos de un segundo liberó Aura de todo su cuerpo y girando a gran velocidad hizo que se solidificase para formar un poderoso escudo, por lo que se protegió de todos los ataques. Pero el escudo le quitó casi todo su Aura por lo que intentó escapar hacia el bosque, pero Naiki lo detuvo.
El chico la miró a los ojos, ella le dedicó una maliciosa sonrisa y luego miró a sus compañeros y les hizo un gesto para que la dejaran sola contra él. Los otros tres ninjas asintieron y fueron a luchar contra Hadda. Mientras, Kaori volvió a activar su Aoime.
- Fue un gran error quedarte a luchar sola contra mi- le dijo el chico a Naiki, luego retrocedió el pie izquierdo, hasta que quedara en línea recta con el otro; estiró su brazo derecho con la mano bien abierta y recta, apuntando al pecho de la chica y dejó el izquierdo flexionado con la mano a la altura de su pecho, apuntando como una flecha a la chica- Se que tu Aura es débil, por lo tanto debes ser del tipo de combate cuerpo a cuerpo... bien, luchemos cuerpo a cuerpo.
La chica lo miró seria, pero asintió y tomó una kunai con su mano derecha, luego cruzó sus brazos a la altura del pecho, adelantó un poco el pie izquierdo y comenzó el combate: ella atacaba principalmente al pecho y los brazos con su kunai, pero Kaori lograba detener o esquivar sus ataques; el chico quería golpear su corazón o su cuello, pero ella no lo dejaba. E cierto momento ella lanzó un gran puñetazo, él lo esquivó, pero aprovechó la oportunidad y le clavó la kunai en el brazo derecho cerca del hombro. El Deshi retrocedió un poco, pero aprovechó para golpear con su Aura el brazo de la chica, por lo que concentró Aura en la punta de sus dedos y le pegó fuertemente el codo. Su Aura penetró como una navaja en el brazo de la chica y cortó el flujo de Aura a su mano; como Naiki no se movió por unos segundos, Kaori aprovechó y la volvió a golpear con Aura, esta vez en el hombro.
La chica soltó al pequeño y retrocedió, tomándose la extremidad: el flujo de Aura hacia el miembro estaba completamente detenido, Naiki ya no podía usar su brazo derecho.
- ¿Ahora que vas a hacer? Eres diestra y solo te queda tu brazo izquierdo.
La chica gruñó, luego gritó y se abalanzó sobre él con una poderosa patada, pero Kaori la paró con las dos manos, ahora era él el que estaba inmovilizado. La Chimu renegada intentó pegarle un puñetazo, pero Kaori la soltó, se agachó para esquivarla y le pegó una patada en la rodilla, lo que la hizo perder el equilibrio. Entonces él se levantó rápidamente y le pegó en el pecho con la mano abierta y llena de Aura, asiéndola golpear de espaldas contra un árbol.
Naiki abrió lentamente los ojos y se encontró con que Kaori tenía en su mano la banda rojo y le apuntaba amenazadoramente al cuello con sus dedos rodeados de Aura.
- Ahora veo porque no puedes hablar, mi sensei te hizo esa cicatriz, ¿verdad? Es enorme, debe haberte cortado todas las cuerdas vocales.
La chica comenzó a gruñir como un perro y, de la nada, se abalanzó sobre Kaori, tirándolo al piso y con ambas manos apretándole el cuello.
- ¡Ha! ¡Suéltame! ¡Deja... déjame! Haaaa...- Kaori luchaba por liberarse, pero ella le apretaba el cuello cada vez más.
Entonces el chico vio cerca suyo la espada de la chica, por lo que estiró su brazo hasta alcanzarla. Justo cuando comenzaba a no poder respirar, tomó el mango de la katana y con todas sus fuerzas y serrando los ojos por el dolor (la tomó con su brazo herido) levantó la espada y se la clavó de costado a la chica. Al instante las manos que apretaban su cuello se aflojaron, sintió que algo húmedo le caía en la cara y en la ropa, y por último sintió un peso muerto sobre él. Abrió los ojos, estaba siendo aplastado por el cadáver de naiki, la cual tenía los ojos abiertos; su mano aún aferraba el mango de la katana, que estaba clavada justo debajo de la axila: le había cortado el corazón a la mitad.
Con mucho esfuerzo sacó la espada del cuerpo y se sacó el cadáver de encima. Respiraba agitadamente. Miró sus manos, temblorosas, que estaban llenas de la sangre de la joven. Era la primera vez que mataba a alguien, se sentía muy débil y con algo de miedo, pero no sentía culpa, supuso que era porque había matado a una traidora, a una asesina, había hecho un bien. Intentó levantarse, sus piernas temblaban, todo su cuerpo temblaba. Desactivó su Aoime y miró el cadáver: era una sensación extraña, sentía temor y alegría, temblaba de miedo y de emoción, sentía que había hecho mal, pero a la vez sentía que había hecho bien. Se acercó al cadáver y le serró los ojos, luego se dirigió al lugar donde su sensei estaba luchando.
Antes de llegar, serró suavemente los ojos, sentía que todo se oscurecía y se silenciaba. Entonces unas manos lo tomaron, sintió un extraño aroma, parecido al de su padre y luego una voz gruesa le hablaba, abrió los ojos y vio a Shusei hablándole:
- No grites, te estoy ayudando.
- Si... lo se... Shusei... sama...
- Escucha, no te queda Aura, vas a desmayarte en cualquier momento, pero debes gritar fuerte, grita lo más fuerte que puedas y podré ayudar a Hadda.
Kaori asintió. Shusei lo apoyó suavemente contra el tronco de un árbol y comenzó a salir de entre los árboles.
- Gracias... Shusei-sama...- entonces tomó aire y gritó fuerte, muy fuerte- ¡¡Haaaaa!!- luego se desmayó.
[1] Hi: fuego - Aoi: azul.
Cáp. 10: Las técnicas del pergamino.
15 mar 2009
La guerra de los plomisos (^.^)
La guerra de los plomisos.
“Las consecuencias fueron terribles” “Esto es lo que hemos causado” “Así se ve lo que alguna vez nos vio crecer”.
Eso era lo que escuchaba cada vez que encendía el televisor y sintonizaba el satélite informativo. Le causaba una tremenda desesperación ver las imágenes de un inmenso desierto por donde alguna vez habían pasado las aguas del Amazonas, ese río que él tanto había amado cuando su especie vivía allí.
Él era un joven humano, viviendo como todos los demás humanos en un planeta diferente al suyo, a él le había tocado vivir en el planeta más tormentoso: Júpiter. Su nombre era John, había nacido en el planeta Tierra en plena revolución informática, había luchado por los derechos ambientales toda su adolescencia y amaba la Tierra; pero cuando él tenía tan solo 19 años se produjo un desastre, un gran desastre, tan grande que ni los humanos ni los demás animales pudieron detener.
Entonces hubo una migración interplanetaria: los pocos humanos sobrevivientes tuvieron que huir a diferentes planetas del Sistema Solar, pero se encontraron con una gran sorpresa: Marte, Neptuno y Venus tenían una superpoblación por ser, después de la Tierra, los planetas más aptos para la vida.
John, junto a su anciana madre, habían tenido que ir de planeta en planeta hasta encontrar un “hogar” en Júpiter. Desde allí, John observaba como su amada Tierra se desvanecía y él seguía ahí sin poder hacer nada. Bueno, en realidad, no hacía nada directamente, porque él había creado unos seres gigantescos, capases de sobrevivir a las cambiantes condiciones terrestres: los plomisos.
Los plomisos habían sido enviados a vagar por el planeta Tierra en busca de alguna esperanza para que los humanos puedan volver a su verdadero hogar; pero éstos, tal vez por alguna falla en sus circuitos o por alguna otra extraña razón, se habían revelado contra sus creadores y habían tomado a la Tierra como propia. Esto entristecía aún más a John, que lo único que quería era volver a su planeta.
Pero un día una noticia inesperada obligó a los jupiterianos a dejar marchar a John; la noticia de que en un remoto lugar de la Tierra un plomizo había encontrado algo muy extraño. Así que John no dudó ni un minuto y se transportó como pudo a su planeta.
Al llegar allí se entristeció mucho, todo era peor de lo que se mostraba por la televisión: los plomisos recorrían la devastada superficie de lo que alguna vez había sido un planeta vivo y combatían en lugar de los hombres contra unos seres extraños de color verdoso, con extremidades excesivamente delgadas, cabezas enormes y pequeñísimos ojos color violeta.
Todo lo que John y los demás humanos sabían era una total y completa mentira, los plomisos no se habían revelado contra ellos, ni habían tomado el control del planeta; ellos simplemente estaban defendiendo a la Tierra de los jupiterianos.
John estaba atónito, los seres que le habían brindado protección solo estaban tendiéndoles una trampa, para así quedarse ellos con la Tierra y dejarles Júpiter a los humanos, que como tontos creerían que vivirían mejor allí.
Pero el engaño no duró mucho más. John y los plomisos combatieron y expulsaron a los jupiterianos, así, los humanos pudieron volver a la Tierra y abastecerse con los nuevos recursos que los plomisos habían descubierto; por los menos hasta que los humanos vuelvan a actuar como humanos y vuelvan a causar el desastre ambiental una vez más y la historia se repita infinitamente...
“Las consecuencias fueron terribles” “Esto es lo que hemos causado” “Así se ve lo que alguna vez nos vio crecer”.
Eso era lo que escuchaba cada vez que encendía el televisor y sintonizaba el satélite informativo. Le causaba una tremenda desesperación ver las imágenes de un inmenso desierto por donde alguna vez habían pasado las aguas del Amazonas, ese río que él tanto había amado cuando su especie vivía allí.
Él era un joven humano, viviendo como todos los demás humanos en un planeta diferente al suyo, a él le había tocado vivir en el planeta más tormentoso: Júpiter. Su nombre era John, había nacido en el planeta Tierra en plena revolución informática, había luchado por los derechos ambientales toda su adolescencia y amaba la Tierra; pero cuando él tenía tan solo 19 años se produjo un desastre, un gran desastre, tan grande que ni los humanos ni los demás animales pudieron detener.
Entonces hubo una migración interplanetaria: los pocos humanos sobrevivientes tuvieron que huir a diferentes planetas del Sistema Solar, pero se encontraron con una gran sorpresa: Marte, Neptuno y Venus tenían una superpoblación por ser, después de la Tierra, los planetas más aptos para la vida.
John, junto a su anciana madre, habían tenido que ir de planeta en planeta hasta encontrar un “hogar” en Júpiter. Desde allí, John observaba como su amada Tierra se desvanecía y él seguía ahí sin poder hacer nada. Bueno, en realidad, no hacía nada directamente, porque él había creado unos seres gigantescos, capases de sobrevivir a las cambiantes condiciones terrestres: los plomisos.
Los plomisos habían sido enviados a vagar por el planeta Tierra en busca de alguna esperanza para que los humanos puedan volver a su verdadero hogar; pero éstos, tal vez por alguna falla en sus circuitos o por alguna otra extraña razón, se habían revelado contra sus creadores y habían tomado a la Tierra como propia. Esto entristecía aún más a John, que lo único que quería era volver a su planeta.
Pero un día una noticia inesperada obligó a los jupiterianos a dejar marchar a John; la noticia de que en un remoto lugar de la Tierra un plomizo había encontrado algo muy extraño. Así que John no dudó ni un minuto y se transportó como pudo a su planeta.
Al llegar allí se entristeció mucho, todo era peor de lo que se mostraba por la televisión: los plomisos recorrían la devastada superficie de lo que alguna vez había sido un planeta vivo y combatían en lugar de los hombres contra unos seres extraños de color verdoso, con extremidades excesivamente delgadas, cabezas enormes y pequeñísimos ojos color violeta.
Todo lo que John y los demás humanos sabían era una total y completa mentira, los plomisos no se habían revelado contra ellos, ni habían tomado el control del planeta; ellos simplemente estaban defendiendo a la Tierra de los jupiterianos.
John estaba atónito, los seres que le habían brindado protección solo estaban tendiéndoles una trampa, para así quedarse ellos con la Tierra y dejarles Júpiter a los humanos, que como tontos creerían que vivirían mejor allí.
Pero el engaño no duró mucho más. John y los plomisos combatieron y expulsaron a los jupiterianos, así, los humanos pudieron volver a la Tierra y abastecerse con los nuevos recursos que los plomisos habían descubierto; por los menos hasta que los humanos vuelvan a actuar como humanos y vuelvan a causar el desastre ambiental una vez más y la historia se repita infinitamente...
Cronicas... cap 8 parte 2: El cielo teñido de sangre...
en el cap anterir:
- ¡Rayos!- Takuma vio como el chico que tenía delante se convertía en un tronco de árbol- se sustituyó con un tronco que transformó en él... veo que eres listo jovencito, pero olvidas algo... ¡yo utilizo el poder de las plantes para pelear!
Mientras tanto, Hadda había bajado del árbol en cuanto Kaori había salido en dirección a la Aldea y estaba frente a los otros ocho ninjas: Shusei, que escondía su mirada bajo la sombra de la capucha de la túnica, pero era más que obvio que tenía los ojos fijos en su prima; a su lado, su escamoso compañero Kasuya, de tez azulada y escamosa, con la banda negra de la Aldea del Agua y su espada colgando de la espalda; le seguía Kaname, el cual tenía la apariencia externa de una marioneta, con la banda roja de la Aldea del Viento; Yusei, rubio de ojos celestes, con la banda negra de la Aldea de la Tierra; Shinji, el líder, de cabello grisáceo, mirada demoníaca y ojos rojos a causa de su técnica ocular, llevaba la banda verde de la Aldea del Rayo; Yuriko, de cabello violeta atado en una cola de caballo y ojos azules, llevaba su banda negra de la Aldea de la Lluvia en el brazo derecho, ya que le faltaba el izquierdo; Hisao, de cabello azulado y ojos negros, con la banda negra de la antigua Aldea del Veneno y Naiki, pelirroja de ojos azules, que llevaba su banda roja de la Aldea del Agua en el cuello para la terrible cicatriz que Hadda le había hecho en su primer y -para Naiki- casi mortal encuentro, la miraba con todo su odio su odio, ya que la había dejado muda de por vida.
- Hola Naiki, tanto tiempo sin vernos... veo que aún recuerdas el Picotazo de Cuervo- dijo en tono burlón Hadda. La chica le gruñó- ¿Por qué no dices nada? Oh, casi lo olvido, yo destruí tus cuerdas vocales con la técnica de mi madre.
- Te sugiero que no la hagas enojar Gintama- le dijo Hisao, amenazante.
- Ja, no tengo miedo, casi la mato una vez, no me costaría nada terminar el trabajo ahora, tanto tiempo después.
Hisao estaba a punto de hablar, pero Shinji lo detuvo con la mirada, luego le dijo a Hadda:
- Deja de provocarlos, no lograrás nada con eso.
- Ja ¿Tu me hablas de provocaciones Shinji, justamente tu? Responde, ¿qué hacen aquí?
- ¿Acaso tu y tu aldea no le prestaron atención a nuestras amenazas?
- ¿Te refieres a la nota y a la invasión con las Serpientes? ¿Cómo olvidarlo? ¿Cómo olvidar que perdimos a nuestros mejores ninjas por culpa de un capricho, de una simple amenaza? Esas cosas no se olvidan Shinji.
- Me alegro que sea así entonces. Si no lo olvidaste entonces supongo que te entregarás.
- Jamás.
- Bien, entonces destruiremos tu aldea.
- Sobre mi cadáver.
- Será un placer.
Shinji estaba a punto de atacar cuando se escuchó el grito de Kaori a espaldas de Hadda.
- ¡Kaori!- se dio vuelta y vio que Takuma estaba estrangulando al chico con lianas muy gruesas- ¡Kaori sustitúyete!
- No... No puedo...
La chica corrió a ayudarlo, pero Kasuya se le cruzó con su enorme espada.
- No podrás ayudar a ese niñito.
- ¡Apártate, pescado podrido!- la chica intentó esquivarlo, pero uno por uno todos los miembros de la organización se le interponían, hasta llegar a Shusei, el cual la tomó suavemente del cuello- Suéltame Shusei-san, debo...
- “Cállate- le dijo mentalmente su primo- haz un Clon de Fuego ahora”.
- “Pero...”
- “Solo hazlo y rescata al chico”.
La chica asintió y ambos disimularon un pequeño combate, en el cual la chica dejó a su clon en batalla y fue a rescatar a su aprendiz sin que nadie se diera cuenta.
- ¡Gran Bocanada de Fuego!- Hadda lanzó una gran llamarada de su boca directo a Takuma.
Shusei protegió a su compañero con otra llamarada. Aún así las lianas que ataban a Kaori aflojaron y el chico empezó a caer, sin poder soltarse. Hadda salió de entre los árboles y lo rescató, cortando las ramas.
- Kaori, ¿te encuentras bien?
El chico tosió un poco- Si, ¿que hacemos ahora sensei?
- Lo único que podemos hacer Kaori, pelear.
- ¿Pelear? ¿Nosotros solos, contra ellos nueve?
- Son ocho Kaori- bajó la voz hasta hacerla un susurro- Shusei-san está de nuestro lado, recuerda.
- Lo se, pero... ¿podremos detenerlos?
- No lo se, pero debemos intentarlo, debemos detenerlos lo más posible, porque...
- No podemos permitir que lleguen a Toki, lo se.
- Exacto. No podemos permitir que se acerquen más a la Aldea- miró por encima de su hombro, los nueve ninjas los rodeaban- ¿Estás listo Kaori?- el chico sintió- Confío en ti amigo, siempre lo haré.
- Yo también confío en ti Hadda-sensei.
Ella asintió y ambos se levantaron. Era hora de comenzar la verdadera batalla, y ella estaba dispuesta a todo, incluso a utilizar las técnicas secretas de su madre.
Cáp. 9: La futura leyenda.
- ¡Rayos!- Takuma vio como el chico que tenía delante se convertía en un tronco de árbol- se sustituyó con un tronco que transformó en él... veo que eres listo jovencito, pero olvidas algo... ¡yo utilizo el poder de las plantes para pelear!
Mientras tanto, Hadda había bajado del árbol en cuanto Kaori había salido en dirección a la Aldea y estaba frente a los otros ocho ninjas: Shusei, que escondía su mirada bajo la sombra de la capucha de la túnica, pero era más que obvio que tenía los ojos fijos en su prima; a su lado, su escamoso compañero Kasuya, de tez azulada y escamosa, con la banda negra de la Aldea del Agua y su espada colgando de la espalda; le seguía Kaname, el cual tenía la apariencia externa de una marioneta, con la banda roja de la Aldea del Viento; Yusei, rubio de ojos celestes, con la banda negra de la Aldea de la Tierra; Shinji, el líder, de cabello grisáceo, mirada demoníaca y ojos rojos a causa de su técnica ocular, llevaba la banda verde de la Aldea del Rayo; Yuriko, de cabello violeta atado en una cola de caballo y ojos azules, llevaba su banda negra de la Aldea de la Lluvia en el brazo derecho, ya que le faltaba el izquierdo; Hisao, de cabello azulado y ojos negros, con la banda negra de la antigua Aldea del Veneno y Naiki, pelirroja de ojos azules, que llevaba su banda roja de la Aldea del Agua en el cuello para la terrible cicatriz que Hadda le había hecho en su primer y -para Naiki- casi mortal encuentro, la miraba con todo su odio su odio, ya que la había dejado muda de por vida.
- Hola Naiki, tanto tiempo sin vernos... veo que aún recuerdas el Picotazo de Cuervo- dijo en tono burlón Hadda. La chica le gruñó- ¿Por qué no dices nada? Oh, casi lo olvido, yo destruí tus cuerdas vocales con la técnica de mi madre.
- Te sugiero que no la hagas enojar Gintama- le dijo Hisao, amenazante.
- Ja, no tengo miedo, casi la mato una vez, no me costaría nada terminar el trabajo ahora, tanto tiempo después.
Hisao estaba a punto de hablar, pero Shinji lo detuvo con la mirada, luego le dijo a Hadda:
- Deja de provocarlos, no lograrás nada con eso.
- Ja ¿Tu me hablas de provocaciones Shinji, justamente tu? Responde, ¿qué hacen aquí?
- ¿Acaso tu y tu aldea no le prestaron atención a nuestras amenazas?
- ¿Te refieres a la nota y a la invasión con las Serpientes? ¿Cómo olvidarlo? ¿Cómo olvidar que perdimos a nuestros mejores ninjas por culpa de un capricho, de una simple amenaza? Esas cosas no se olvidan Shinji.
- Me alegro que sea así entonces. Si no lo olvidaste entonces supongo que te entregarás.
- Jamás.
- Bien, entonces destruiremos tu aldea.
- Sobre mi cadáver.
- Será un placer.
Shinji estaba a punto de atacar cuando se escuchó el grito de Kaori a espaldas de Hadda.
- ¡Kaori!- se dio vuelta y vio que Takuma estaba estrangulando al chico con lianas muy gruesas- ¡Kaori sustitúyete!
- No... No puedo...
La chica corrió a ayudarlo, pero Kasuya se le cruzó con su enorme espada.
- No podrás ayudar a ese niñito.
- ¡Apártate, pescado podrido!- la chica intentó esquivarlo, pero uno por uno todos los miembros de la organización se le interponían, hasta llegar a Shusei, el cual la tomó suavemente del cuello- Suéltame Shusei-san, debo...
- “Cállate- le dijo mentalmente su primo- haz un Clon de Fuego ahora”.
- “Pero...”
- “Solo hazlo y rescata al chico”.
La chica asintió y ambos disimularon un pequeño combate, en el cual la chica dejó a su clon en batalla y fue a rescatar a su aprendiz sin que nadie se diera cuenta.
- ¡Gran Bocanada de Fuego!- Hadda lanzó una gran llamarada de su boca directo a Takuma.
Shusei protegió a su compañero con otra llamarada. Aún así las lianas que ataban a Kaori aflojaron y el chico empezó a caer, sin poder soltarse. Hadda salió de entre los árboles y lo rescató, cortando las ramas.
- Kaori, ¿te encuentras bien?
El chico tosió un poco- Si, ¿que hacemos ahora sensei?
- Lo único que podemos hacer Kaori, pelear.
- ¿Pelear? ¿Nosotros solos, contra ellos nueve?
- Son ocho Kaori- bajó la voz hasta hacerla un susurro- Shusei-san está de nuestro lado, recuerda.
- Lo se, pero... ¿podremos detenerlos?
- No lo se, pero debemos intentarlo, debemos detenerlos lo más posible, porque...
- No podemos permitir que lleguen a Toki, lo se.
- Exacto. No podemos permitir que se acerquen más a la Aldea- miró por encima de su hombro, los nueve ninjas los rodeaban- ¿Estás listo Kaori?- el chico sintió- Confío en ti amigo, siempre lo haré.
- Yo también confío en ti Hadda-sensei.
Ella asintió y ambos se levantaron. Era hora de comenzar la verdadera batalla, y ella estaba dispuesta a todo, incluso a utilizar las técnicas secretas de su madre.
Cáp. 9: La futura leyenda.
8 mar 2009
Cronicas... cap 8 parte 1
en el cap anterior:
Los cuatro se la quedaron mirando. Por más peros que quisieran poner, ella tenía razón. Shusei estaba protegiendo a la Aldea e Ikkyo estaba segado por la venganza. Los papales habían cambiado: Shusei era el amigo y Ikkyo, el enemigo.
Cáp. 8: El cielo teñido de sangre.
Unos meses después, Takeshi, Akiko y Kaori esperaban aburridos a su sensei, que después de tanto tiempo iba a volver a entrenarlos, o al menos eso era lo que los chicos esperaban. Aún después de tres meses sin verlos, parecía que Hadda no había abandonado su hábito de llegar tarde, ya que hacía casi dos horas que la estaban esperando. Takeshi ya estaba por comenzar a gritar cuando una nube de humo apareció delante de los tres y dio lugar a la joven kunoichi.
- ¡¡Hadda-sensei!!- Takeshi ya kilo se abalanzaron sobre ella, olvidando que iban a reprocharle su tardanza, y la abrazaron.
- Me da gusto verlos.
- ¡Ya era hora de que volviera Hadda-sensei!- le dijo Akiko.
- Si, ya estaba extrañándola- agregó Takeshi- ¡Especialmente el ramen después de terminar una misión!
- Jeje yo también los extrañé... y es por eso que les traigo una sorpresa, mis pequeños Deshis.
Los tres sonrieron. Cada vez que Hadda los llamaba así era porque tenía una buena noticia. La chica esperó unos segundos, quería disfrutar de las sonrisas de sus tres aprendices. Luego de unos minutos finalmente dijo:
- Acabo de recomendarlos para el examen Chimu.
- ¡¡Que!!- gritaron, para su sorpresa, los tres.
- Jeje si, ¿no les...?
- ¡Genial!- la interrumpieron los tres chicos.
Takeshi se abalanzó sobre ella tan fuerte que la tiró al piso.
- ¡Cuando, cuando, cuando! ¡¡¿Cuándo es?!!
- ¡Calma Takeshi! Déjame pararme- se puso de pie-. Es dentro de un mes; escuchen bien: ustedes serán los únicos novatos del examen, se enfrentarán a ninjas más grandes, fuertes y con más experiencia que ustedes; habrá Deshis del País del Desierto, del Océano, De las Tormentas, de la Estrella, del Bosque y por supuesto del Fuego, será difícil, muy difícil. Pero confía en ustedes, por eso los encomendé y por eso tendrán un entrenamiento especial este mes. Cada uno entrenará por separado sus habilidades ninjas con un sensei distinto y la última semana entrenaremos como equipo una vez más. Solo entonces decidirán si se inscriben al examen o no- Takeshi estaba por hablar, por lo que Hadda se apresuró a decir- no se abalancen, muchos han muerto en este examen, otros ni siquiera lo han hecho y la mayoría no lo pasa.
- ¡Con razón hay escasez de Chimus!
- Bien, ahora escuchen: Akiko, tu tienes un excelente control de Aura, entrenarás con Mei Okasaki; Takeshi, tu punto fuerte es el combate cuerpo a cuerpo, entrenarás con kiba inuzuka y Kaori, tu entrenarás con migo- al escuchar esto último Takeshi abrió la boca para reprochar, pero Hadda no lo dejó, ya que continuó hablando- ya que debo encontrar la forma de deshacer tu sello y además tu punto fuerte recae un las técnicas ninja, como yo. Así que bien, eso es todo, mañana mismo comenzarán el entrenamiento- miró el reloj-. Ya casi es medio día, que tal si vamos a comer ramen y me cuentan como les fue estos tres mese con hinata como sensei.
- ¡¡Si!!- contestaron emocionados los tres chicos y en menos de diez minutos ya estaban comiendo y riendo.
Al día siguiente, Kaori esperaba a Hadda en la Cascada del Desafío, sobre la estatua de Nou Heian. Tenía la mirada fija en la otra estatua, la del primer Hikokuo. No entendía porque su sensei había elegido ese lugar para su primer día de entrenamiento; aún así él no cuestionó nada, y allí estaba, contemplando las miradas de odio en las estatuas de quienes algunas vez se habían mirado con cariño, contemplaba el escenario de la eterna batalla entre dos amigos, dos enemigos, la eterna batalla entre el bien y el mal. Tan sumiso estaba en sus pensamientos, que se sobresaltó al sentir una mano que le tomaba el hombre. Se dio vuelta y vio a Hadda.
- Veo que estabas contemplando la Cascada muy concentrado.
- Si, no me di cuenta de que habías llegado.
Ella sonrió y también miró la estatua- ¿Estabas mirando al primer Hikokuo?- el chico asintió- ¿Sabías que era abuelo de Keiichiro-sama?
- No, no lo sabía- volvió a mirar la expresión en el rostro del Hikokuo- ¿Por qué me hiciste venir aquí?
- Porque esta cascada ha sido testigo de las batallas más espectaculares y tristes de la Aldea. Esta cascada, la Cascada del Desafío, marcó el fin de dos grandes amistades, y es uno de los tantos monumentos a la eterna batalla entre el bien y el mal...
- ¿Y cómo saber quien es el bien y quien el mal?
- No me dejaste terminar la frase Kaori.
- Lo siento, continúa.
- Decía que era uno de los tantos monumentos a la eterna batalla entre el bien y el mal aunque ambos protagonistas sean solo una ilusión.
- Oh, te refieres a que tanto el bien como el mal son cosas que las personas inventaron, no existen en verdad.
- Exacto, porque para cada persona hay cosas diferentes que están dentro de lo bueno y de lo malo. ¿Entiendes?
- Si, quizás hay algo que yo considero malo, pero que tú consideras bueno, ¿es eso verdad?
- Así es. Pero no habrá diferencias entre nosotros, porque ambos fuimos criados con los mismos ideales sobre lo que está bien y lo que está mal. Aquellos que comparten ideales están bajo la misma denominación: bien o mal.
- Entiendo... ¿Pero que tiene que ver esto con mi entrenamiento?
- Algo esencial, porque voy a enseñarte una técnica que yo aprendí de alguien a quien englobaron dentro del mal- Kaori la miró, esperando el nombre de esa persona-. Te enseñaré una técnica que me enseñó Genji-sama.
- ¡Genji!
- Si, y luego te enseñaré la versión de mi padre.
- ¿De Kazuo-sama?- el chico pensó un rato y luego dijo- ¡Me enseñarás la invocación!
- Exacto, eres muy inteligente Kaori. Pero primero, voy a tratar de romper tu sello.
- ¿Qué? ¿Acaso encontraste la forma?
- Creo que sí. Y si no lo destruyo, lo debilitaré, estoy segura. Quítate la banda de la frente.
- De acuerdo- el chico se quitó la banda azul con la insignia del fuego y su flequillo cayó sobre su frente dejando al descubierto una pequeña marca, en forma de espiral con una X en sima, que brillaba tenuemente.
Hadda activó su Jigokume y comenzó a girar sus cuatro aspas fuertemente, luego hizo la posición del fuego, la de la tierra -palma con palma-, la del viento -puños serrados y brazos cruzados sobre el pecho, formando una equis- y la del rayo -ambas muñecas unidas, de forma que su mano derecha se aferró del brazo izquierdo y viceversa- y dijo:
- ¡Invocación de los Cuatro Elementos!- comenzó a rodeare de su Aura y luego lo concentró todo en la yema de los dedos índice y mayor de su mano izquierda. Se acercó a Kaori y apoyó sus dedos sobre la marca, luego dijo- ¡Destrucción del Sello de Sangre!
Su Aura penetró la marca como una flecha y lanzó a Kaori hacia atrás.
- ¡Kaori!
Se acercó corriendo hacia el chico y lo ayudó a ponerse de pie, la marca seguía en su lugar, pero brillaba con mucha menos intensidad. Cuando Kaori abrió los ojos, sus ojos verdes se había tornado completamente azules, no se distinguían sus pupilas ni sus iris, solo se veían pequeñas venas de Aura que llegaban al centro del ojo, donde el Aura se concentraba formando un pequeño circulo blanco; las venas de Aura que llegaban a sus ojos estaban hinchadas: el sello había cedido y el Aoime estaba activado en todo su esplendor.
- Ha... ¡Hadda-sensei, puedo ver tu Aura corriendo por todo tu cuerpo! Excepto en tu brazo derecho... que... ¡Activé el Aoime verdad!
Hadda sonrió alegremente- Si Kaori, tu Aoime funciona a la perfección- abrazó fuertemente al chico- tu sello no se rompió pero se debilitó mucho, ahora puedes hacer todo lo que un Kamakura puede hacer.
- Muchas gracias sensei.
Se separaron y Hadda se puso de pie, luego le colocó la mano en la cabeza y alegremente le dijo:
- Comenzaremos con tu entrenamiento Kaori.
El chico asintió y se colocó su banda, pero antes de que pudieran comenzar con el entrenamiento, una kunai con un sello explosivo en ella se clavó en el suelo entre ambos.
- ¿Qué....?
- ¡Kaori salta, nos atacan!
Ambos saltaron a los árboles cercanos, justo cuando el sello hizo explosión. Hadda miró en la dirección de donde venía la kunai. Nueve figuras se acercaban en dirección a la Aldea, al parecer llevaban túnicas largas.
- No...- murmuró Hadda- Caelum Sanguis.
- Hadda-sensei, ¿qué ocurre? ¿Quiénes son?- le preguntó Kaori, que estaba en otra rama del árbol y no la había escuchado.
- Kaori escucha, ve a la Aldea y avísale a Kazuo, a Keiichiro-sama y a tu padre que Caelum Sanguis se dirige hacia allá, no le digas a nadie más, ni siquiera a Toki, Keiichiro-sama sabrá que hacer.
- Pero... ¿y qué hay de ti?
- Yo me quedaré y los detendré lo más que pueda, ¡vamos apúrate!
- Pero sensei, ¡van a matarte!- le dijo él, con ojos llorosos- ¡Son nueve y son muy fuertes!
- Lo se, pero créeme, ellos no conocen mi verdadero poder, nadie lo conoce, y si las cosas se ponen feas lo usaré al máximo contra ellos.
- Pero...
- ¡¡Solo vete Kaori!!
El chico asintió y comenzó a saltar de árbol en árbol en dirección a la aldea, pero fue detenido a tan solo dos árboles de su sensei por un hombre muy extraño que salió de dentro del árbol. Al parecer era mitad planta, ya que sus piernas parecían raíces, su cabello era verde y su tez era amarronada, vestía una túnica negra y roja, llevaba una bandana verde de la Aldea del Bosque con el símbolo tachado en el brazo izquierdo y en la frente, otra banda del mismo color con el símbolo de una nube. El ninja le habló al chico con una voz que parecía de lunático:
- No irás a ningún lado pequeño.
- Ha-Hadda-sensei...
- No intentes llamarla, ya está ocupada.
- ¿He?- Kaori miró hacia atrás, su sensei ya no estaba en el árbol, por lo que miró a su oponente y le dijo- ¿Eres un sannin legendario de la Aldea del Bosque, verdad? ¿Cuál es tu nombre?
- Mi nombre es Takuma, ¿cómo supiste que soy un sannin?
- Por tu banda, solo los sannins poseen bandas verdes, traidor.
- ¿Cómo te atreves a llamarme traidor?
- Es lo que eres, tú perteneces a Caelum Sanguis, lo que significa que debes haber traicionado a tu aldea.
- jaja veo que Hadda te enseñó bien, al menos en inteligencia, vamos a ver que tanto te entrenó para una batalla niñito.
- Nunca subestimes a un Kamakura.
Takuma lanzó una gran carcajada y comenzó a luchar contra Kaori lanzándole espinas, pero el chico se defendió expulsando Aura de todo su cuerpo y girando a gran velocidad para crear un escudo con éste. Luego hizo la posición de manos del fuego y dijo:
- ¡Clones de Humo!- cuatro clones aparecieron y se abalanzaron sobre el sannin.
- Ja esa técnica tan básica es inútil, solo desperdicias tu Aura- colocó sus manos palma con palma y entrelazó la parte superior de sus dedos- ¡Látigo de Ramas!
De la nada una enorme rama salió del árbol en donde estaba parado y golpeó a los cuatro clones, los cuales desaparecieron al instante. Takuma quedó sorprendido, ya que no veía a Kaori por ningún lado. De repente, el chico apareció desde su derecha y comenzó a luchar cuerpo a cuerpo con él utilizando los controlados y metódicos movimientos del Clan Kamakura, pero Takuma lo golpeó fuertemente en el estómago; al instante Kaori se convirtió en humo. Casi al mismo tiempo que se desvaneció, otro clon salió a pelear y éste logró golpearlo directo en el pecho con la mano abierta, por lo que el ninja cayó del árbol. Intentó sostenerse de otra rama o del tronco, pero otro clon le dio un fuerte puñetazo en el estómago, lo cual hizo que cayera directo al suelo.
Takuma intentó levantarse, pero vio al chico acercarse muy decidido y, antes de pararse, volvió a hacer la posición de manos anterior, pero ésta vez dijo:
- ¡Espinas Venenosas!- cientos de grandes espinas salieron de la nada, Kaori no tuvo tiempo de reaccionas y las recibió todas. Cuando el chico cayó inerte al suelo, Takuma se puso de pie- ja, pensé que un Kamakura entrenado por Hadda sería un mayor oponente.
- Y yo creí que un Caelum Sanguis sería más observador- la voz de Kaori retumbó por todos lados- ¡Técnica del Entierro!- dos manos salieron de la tierra y jalaron al ninja hacia el piso, enterrándolo hasta el cuello.
- ¡Rayos!- Takuma vio como el chico que tenía delante se convertía en un tronco de árbol- se sustituyó con un tronco que transformó en él... veo que eres listo jovencito, pero olvidas algo... ¡yo utilizo el poder de las plantes para pelear!
...continuará...
Los cuatro se la quedaron mirando. Por más peros que quisieran poner, ella tenía razón. Shusei estaba protegiendo a la Aldea e Ikkyo estaba segado por la venganza. Los papales habían cambiado: Shusei era el amigo y Ikkyo, el enemigo.
Cáp. 8: El cielo teñido de sangre.
Unos meses después, Takeshi, Akiko y Kaori esperaban aburridos a su sensei, que después de tanto tiempo iba a volver a entrenarlos, o al menos eso era lo que los chicos esperaban. Aún después de tres meses sin verlos, parecía que Hadda no había abandonado su hábito de llegar tarde, ya que hacía casi dos horas que la estaban esperando. Takeshi ya estaba por comenzar a gritar cuando una nube de humo apareció delante de los tres y dio lugar a la joven kunoichi.
- ¡¡Hadda-sensei!!- Takeshi ya kilo se abalanzaron sobre ella, olvidando que iban a reprocharle su tardanza, y la abrazaron.
- Me da gusto verlos.
- ¡Ya era hora de que volviera Hadda-sensei!- le dijo Akiko.
- Si, ya estaba extrañándola- agregó Takeshi- ¡Especialmente el ramen después de terminar una misión!
- Jeje yo también los extrañé... y es por eso que les traigo una sorpresa, mis pequeños Deshis.
Los tres sonrieron. Cada vez que Hadda los llamaba así era porque tenía una buena noticia. La chica esperó unos segundos, quería disfrutar de las sonrisas de sus tres aprendices. Luego de unos minutos finalmente dijo:
- Acabo de recomendarlos para el examen Chimu.
- ¡¡Que!!- gritaron, para su sorpresa, los tres.
- Jeje si, ¿no les...?
- ¡Genial!- la interrumpieron los tres chicos.
Takeshi se abalanzó sobre ella tan fuerte que la tiró al piso.
- ¡Cuando, cuando, cuando! ¡¡¿Cuándo es?!!
- ¡Calma Takeshi! Déjame pararme- se puso de pie-. Es dentro de un mes; escuchen bien: ustedes serán los únicos novatos del examen, se enfrentarán a ninjas más grandes, fuertes y con más experiencia que ustedes; habrá Deshis del País del Desierto, del Océano, De las Tormentas, de la Estrella, del Bosque y por supuesto del Fuego, será difícil, muy difícil. Pero confía en ustedes, por eso los encomendé y por eso tendrán un entrenamiento especial este mes. Cada uno entrenará por separado sus habilidades ninjas con un sensei distinto y la última semana entrenaremos como equipo una vez más. Solo entonces decidirán si se inscriben al examen o no- Takeshi estaba por hablar, por lo que Hadda se apresuró a decir- no se abalancen, muchos han muerto en este examen, otros ni siquiera lo han hecho y la mayoría no lo pasa.
- ¡Con razón hay escasez de Chimus!
- Bien, ahora escuchen: Akiko, tu tienes un excelente control de Aura, entrenarás con Mei Okasaki; Takeshi, tu punto fuerte es el combate cuerpo a cuerpo, entrenarás con kiba inuzuka y Kaori, tu entrenarás con migo- al escuchar esto último Takeshi abrió la boca para reprochar, pero Hadda no lo dejó, ya que continuó hablando- ya que debo encontrar la forma de deshacer tu sello y además tu punto fuerte recae un las técnicas ninja, como yo. Así que bien, eso es todo, mañana mismo comenzarán el entrenamiento- miró el reloj-. Ya casi es medio día, que tal si vamos a comer ramen y me cuentan como les fue estos tres mese con hinata como sensei.
- ¡¡Si!!- contestaron emocionados los tres chicos y en menos de diez minutos ya estaban comiendo y riendo.
Al día siguiente, Kaori esperaba a Hadda en la Cascada del Desafío, sobre la estatua de Nou Heian. Tenía la mirada fija en la otra estatua, la del primer Hikokuo. No entendía porque su sensei había elegido ese lugar para su primer día de entrenamiento; aún así él no cuestionó nada, y allí estaba, contemplando las miradas de odio en las estatuas de quienes algunas vez se habían mirado con cariño, contemplaba el escenario de la eterna batalla entre dos amigos, dos enemigos, la eterna batalla entre el bien y el mal. Tan sumiso estaba en sus pensamientos, que se sobresaltó al sentir una mano que le tomaba el hombre. Se dio vuelta y vio a Hadda.
- Veo que estabas contemplando la Cascada muy concentrado.
- Si, no me di cuenta de que habías llegado.
Ella sonrió y también miró la estatua- ¿Estabas mirando al primer Hikokuo?- el chico asintió- ¿Sabías que era abuelo de Keiichiro-sama?
- No, no lo sabía- volvió a mirar la expresión en el rostro del Hikokuo- ¿Por qué me hiciste venir aquí?
- Porque esta cascada ha sido testigo de las batallas más espectaculares y tristes de la Aldea. Esta cascada, la Cascada del Desafío, marcó el fin de dos grandes amistades, y es uno de los tantos monumentos a la eterna batalla entre el bien y el mal...
- ¿Y cómo saber quien es el bien y quien el mal?
- No me dejaste terminar la frase Kaori.
- Lo siento, continúa.
- Decía que era uno de los tantos monumentos a la eterna batalla entre el bien y el mal aunque ambos protagonistas sean solo una ilusión.
- Oh, te refieres a que tanto el bien como el mal son cosas que las personas inventaron, no existen en verdad.
- Exacto, porque para cada persona hay cosas diferentes que están dentro de lo bueno y de lo malo. ¿Entiendes?
- Si, quizás hay algo que yo considero malo, pero que tú consideras bueno, ¿es eso verdad?
- Así es. Pero no habrá diferencias entre nosotros, porque ambos fuimos criados con los mismos ideales sobre lo que está bien y lo que está mal. Aquellos que comparten ideales están bajo la misma denominación: bien o mal.
- Entiendo... ¿Pero que tiene que ver esto con mi entrenamiento?
- Algo esencial, porque voy a enseñarte una técnica que yo aprendí de alguien a quien englobaron dentro del mal- Kaori la miró, esperando el nombre de esa persona-. Te enseñaré una técnica que me enseñó Genji-sama.
- ¡Genji!
- Si, y luego te enseñaré la versión de mi padre.
- ¿De Kazuo-sama?- el chico pensó un rato y luego dijo- ¡Me enseñarás la invocación!
- Exacto, eres muy inteligente Kaori. Pero primero, voy a tratar de romper tu sello.
- ¿Qué? ¿Acaso encontraste la forma?
- Creo que sí. Y si no lo destruyo, lo debilitaré, estoy segura. Quítate la banda de la frente.
- De acuerdo- el chico se quitó la banda azul con la insignia del fuego y su flequillo cayó sobre su frente dejando al descubierto una pequeña marca, en forma de espiral con una X en sima, que brillaba tenuemente.
Hadda activó su Jigokume y comenzó a girar sus cuatro aspas fuertemente, luego hizo la posición del fuego, la de la tierra -palma con palma-, la del viento -puños serrados y brazos cruzados sobre el pecho, formando una equis- y la del rayo -ambas muñecas unidas, de forma que su mano derecha se aferró del brazo izquierdo y viceversa- y dijo:
- ¡Invocación de los Cuatro Elementos!- comenzó a rodeare de su Aura y luego lo concentró todo en la yema de los dedos índice y mayor de su mano izquierda. Se acercó a Kaori y apoyó sus dedos sobre la marca, luego dijo- ¡Destrucción del Sello de Sangre!
Su Aura penetró la marca como una flecha y lanzó a Kaori hacia atrás.
- ¡Kaori!
Se acercó corriendo hacia el chico y lo ayudó a ponerse de pie, la marca seguía en su lugar, pero brillaba con mucha menos intensidad. Cuando Kaori abrió los ojos, sus ojos verdes se había tornado completamente azules, no se distinguían sus pupilas ni sus iris, solo se veían pequeñas venas de Aura que llegaban al centro del ojo, donde el Aura se concentraba formando un pequeño circulo blanco; las venas de Aura que llegaban a sus ojos estaban hinchadas: el sello había cedido y el Aoime estaba activado en todo su esplendor.
- Ha... ¡Hadda-sensei, puedo ver tu Aura corriendo por todo tu cuerpo! Excepto en tu brazo derecho... que... ¡Activé el Aoime verdad!
Hadda sonrió alegremente- Si Kaori, tu Aoime funciona a la perfección- abrazó fuertemente al chico- tu sello no se rompió pero se debilitó mucho, ahora puedes hacer todo lo que un Kamakura puede hacer.
- Muchas gracias sensei.
Se separaron y Hadda se puso de pie, luego le colocó la mano en la cabeza y alegremente le dijo:
- Comenzaremos con tu entrenamiento Kaori.
El chico asintió y se colocó su banda, pero antes de que pudieran comenzar con el entrenamiento, una kunai con un sello explosivo en ella se clavó en el suelo entre ambos.
- ¿Qué....?
- ¡Kaori salta, nos atacan!
Ambos saltaron a los árboles cercanos, justo cuando el sello hizo explosión. Hadda miró en la dirección de donde venía la kunai. Nueve figuras se acercaban en dirección a la Aldea, al parecer llevaban túnicas largas.
- No...- murmuró Hadda- Caelum Sanguis.
- Hadda-sensei, ¿qué ocurre? ¿Quiénes son?- le preguntó Kaori, que estaba en otra rama del árbol y no la había escuchado.
- Kaori escucha, ve a la Aldea y avísale a Kazuo, a Keiichiro-sama y a tu padre que Caelum Sanguis se dirige hacia allá, no le digas a nadie más, ni siquiera a Toki, Keiichiro-sama sabrá que hacer.
- Pero... ¿y qué hay de ti?
- Yo me quedaré y los detendré lo más que pueda, ¡vamos apúrate!
- Pero sensei, ¡van a matarte!- le dijo él, con ojos llorosos- ¡Son nueve y son muy fuertes!
- Lo se, pero créeme, ellos no conocen mi verdadero poder, nadie lo conoce, y si las cosas se ponen feas lo usaré al máximo contra ellos.
- Pero...
- ¡¡Solo vete Kaori!!
El chico asintió y comenzó a saltar de árbol en árbol en dirección a la aldea, pero fue detenido a tan solo dos árboles de su sensei por un hombre muy extraño que salió de dentro del árbol. Al parecer era mitad planta, ya que sus piernas parecían raíces, su cabello era verde y su tez era amarronada, vestía una túnica negra y roja, llevaba una bandana verde de la Aldea del Bosque con el símbolo tachado en el brazo izquierdo y en la frente, otra banda del mismo color con el símbolo de una nube. El ninja le habló al chico con una voz que parecía de lunático:
- No irás a ningún lado pequeño.
- Ha-Hadda-sensei...
- No intentes llamarla, ya está ocupada.
- ¿He?- Kaori miró hacia atrás, su sensei ya no estaba en el árbol, por lo que miró a su oponente y le dijo- ¿Eres un sannin legendario de la Aldea del Bosque, verdad? ¿Cuál es tu nombre?
- Mi nombre es Takuma, ¿cómo supiste que soy un sannin?
- Por tu banda, solo los sannins poseen bandas verdes, traidor.
- ¿Cómo te atreves a llamarme traidor?
- Es lo que eres, tú perteneces a Caelum Sanguis, lo que significa que debes haber traicionado a tu aldea.
- jaja veo que Hadda te enseñó bien, al menos en inteligencia, vamos a ver que tanto te entrenó para una batalla niñito.
- Nunca subestimes a un Kamakura.
Takuma lanzó una gran carcajada y comenzó a luchar contra Kaori lanzándole espinas, pero el chico se defendió expulsando Aura de todo su cuerpo y girando a gran velocidad para crear un escudo con éste. Luego hizo la posición de manos del fuego y dijo:
- ¡Clones de Humo!- cuatro clones aparecieron y se abalanzaron sobre el sannin.
- Ja esa técnica tan básica es inútil, solo desperdicias tu Aura- colocó sus manos palma con palma y entrelazó la parte superior de sus dedos- ¡Látigo de Ramas!
De la nada una enorme rama salió del árbol en donde estaba parado y golpeó a los cuatro clones, los cuales desaparecieron al instante. Takuma quedó sorprendido, ya que no veía a Kaori por ningún lado. De repente, el chico apareció desde su derecha y comenzó a luchar cuerpo a cuerpo con él utilizando los controlados y metódicos movimientos del Clan Kamakura, pero Takuma lo golpeó fuertemente en el estómago; al instante Kaori se convirtió en humo. Casi al mismo tiempo que se desvaneció, otro clon salió a pelear y éste logró golpearlo directo en el pecho con la mano abierta, por lo que el ninja cayó del árbol. Intentó sostenerse de otra rama o del tronco, pero otro clon le dio un fuerte puñetazo en el estómago, lo cual hizo que cayera directo al suelo.
Takuma intentó levantarse, pero vio al chico acercarse muy decidido y, antes de pararse, volvió a hacer la posición de manos anterior, pero ésta vez dijo:
- ¡Espinas Venenosas!- cientos de grandes espinas salieron de la nada, Kaori no tuvo tiempo de reaccionas y las recibió todas. Cuando el chico cayó inerte al suelo, Takuma se puso de pie- ja, pensé que un Kamakura entrenado por Hadda sería un mayor oponente.
- Y yo creí que un Caelum Sanguis sería más observador- la voz de Kaori retumbó por todos lados- ¡Técnica del Entierro!- dos manos salieron de la tierra y jalaron al ninja hacia el piso, enterrándolo hasta el cuello.
- ¡Rayos!- Takuma vio como el chico que tenía delante se convertía en un tronco de árbol- se sustituyó con un tronco que transformó en él... veo que eres listo jovencito, pero olvidas algo... ¡yo utilizo el poder de las plantes para pelear!
...continuará...
7 mar 2009
Cronicas... cap 7
en el cap anterior:
- Es cosa de magos, no importa- se centró en La Piedra, luego la apuntó con su varita y los dos ninjas vieron como su Aura se mezclaba con otra energía a medida que iba atravesando la varita. Cuando ambas energías llegaron a la punta la chica dijo- ¡Anula! ¡Destruye!
Un pequeño destello salió de la punta de la varita y al instante partió La Piedra en cuatro. En un abrir y cerrar de ojos Hadda se encontró con la cara de Toki pagada a la suya.
- ¡Al fin!- dijo el chico alegremente, luego gritó hacia atrás- ¡Ya despertó!
Pero entonces volvió a desmayarse.
Cáp. 7: Recuerdos de una amistad distante.
Parpadeó unas cuantas veces para aclararse la vista y adaptarse al lugar, ya que había mucha luz. Miró a los costados y, una vez que sus ojos se acostumbraron, vio a Toki y Kazuo sentados a su izquierda y a Mei y Kaori a su derecha.
- Al fin despertaste Hadda-sensei- dijo alegremente Kaori-. Nos tenías preocupados, estuviste mucho tiempo inconsciente.
- ¡¿Qué?! ¿Cuánto...?
- Una semana- contestó Toki, antes de que pudiera terminar de preguntar-, nadie sabe que te pasó verdaderamente.
- ¡¡He!! ¡Una semana! ¡¿Cómo....?! ¿En dónde me encontraron?
- En el barrio Heian- contestó Kaori- mi padre te encontró.
- Y... ¿yo estaba sola?
- Por que lo preguntas- dijo su padre- ¿acaso bebía haber alguien más?
- Hem... bueno...
- Encontraron a Ikkyo-kun- dijo Mei.
- Y a Shusei- agregó Toki.
- ¡¿En dónde están?!
- No sabemos, desaparecieron por la noche. Es probable que hayan despertado y se fueron- explicó Kazuo.
- ¿Estaban aquí, en el hospital?
- Si.
Hadda se recostó y miró el techo de la habitación, como todas las habitaciones de hospitales, era blanca. Se preguntó si La Piedra se había destruido completamente; aunque si estaba ahí despierta, significaba que si había resultado su hechizo. Pero aún así le preocupaba no solo La Piedra sino también sus primos y el pergamino con el alma de Nou; aunque solo se podía romper el sello con su sangre, si el pergamino caía en manos equivocadas podían pasar cosas extrañas y malas.
- ¿No encontraron un pergamino cerca de donde estábamos?
- No que sepamos- contestó Mei-, deberías preguntarle a Kaichi, él te trajo hasta aquí.
- ¿Kaichi me trajo al hospital?- Hadda se ruborizó un poco, había tenido una pequeña historia con Kaichi cuando eran adolescentes.
- Si y dos miembros más de SSEG trajeron a Ikkyo y Shusei, deberías preguntarles a ellos- agregó Kazuo.
- Si... O directamente a mis primos, quizás ellos...
- Espera- interrumpió Mei-. Primero de todo, ¿qué es lo que deberían haber encontrado?
- Un... un pergamino... uno muy poderoso.
- Y crees que Ikkyo-kun o Shusei lo hayan tomado.
- Estoy segura de que Ikkyo lo quería Mei, él intentó tomarlo, pero se lo arrebaté de las manos antes de que pudiera hacer algo.
- ¿Y para que querría un pergamino tuyo Ikkyo-kun?
- Ikkyo ya no es el ninja que conocías Mei, él ya no se preocupa por los demás, solo le importa obtener el poder que necesita para vencer a Shusei-san.
- Tienes razón...- Mei bajó la mirada- lo había olvidado, Ikkyo-kun siempre tuvo un objetivo fijo: vengar a su Clan.
Kazuo asintió- Sin importar cuanto se lo dije, Ikkyo solo pensaba en la venganza.
Toki apretó fuertemente sus puños- Nunca pensé que llegaría a tal extremo, no podía aceptarlo- todos lo miraron- Cuando Ikkyo se fue con... con...
- Llámalo quidam- dijo Hadda, el chico la miró extrañado- significa que nombras a alguien cuyo nombre no conoces, quieres omitir o es insignificante.
El chico asintió- Cuando Ikkyo se fue con quidam intenté detenerlo, luché con él y... al principio no creí que él luchara de verdad a muerte, no quise admitirlo, no... Mi mente no concebía la idea que mi mejor amigo quería matarme.
- Pero... mi papá me contó que tu y Ikkyo-san siempre competían por todo.
- Si- Toki sonrió- Ikkyo y yo competíamos en todo, yo quería demostrar que era mejor que él y...
- Y él quería demostrar que tú no podrías superarlo nunca- terminó Kazuo.
- Jeje si... y fue precisamente eso lo que nos unió más y nos convirtió en mejores amigos.
- Ikkyo también lo cree así. Él me dijo que tú fuiste su mejor amigo porque todo el tiempo le hacías recordar que debía volverse fuerte, y eso lo motivaba a seguir... tú y tu amistad lo impulsaban a seguir vivo su objetivo.
- Por... ¿por eso fue?- Toki miró hacia la ventana, perdiéndose en el cielo, como recordando esa batalla en la cascada- El mismo me lo dijo mientras peleábamos- hizo una pausa- cuando le pregunté por qué, él me contestó: “porque tu te convertiste en mi mejor amigo”.
- Pero... creí que ustedes eran amigos desde antes de ser Deshis...- dijo Mei algo dudosa.
- Lo éramos... en la academia... además... yo... yo estaba ahí...
- Es verdad, tu fuiste el único testigo no Heian de la masacre del Clan- aclaró Hadda, ya que Toki no podía continuar con la frase.
Se quedaron un minuto en silencio, cada uno con la mirada fija en un punto: Toki en el cielo, Mei en el piso, Hadda en el teche, Kaori en Toki y Kazuo en la puerta de la habitación (?). Entonces Kaori rompió el silencio.
- ¿Pero por qué? ¿De que le servía matarte? ¡Eras su mejor amigo! ¿Qué sentido tenía? Es como si yo matara a... a...- comenzó a dudar, hasta que finalmente respiró profundo y lo admitió, por primera vez en voz alta- a Takeshi.
Hadda soltó un suspiro de risa- Ese es el sentido Kaori. Matar a tu mejor amigo es el asesinato con más sentido que alguien puede cometer.
- ¡¡Que!! ¡De que hablas Hadda-sensei! ¡Cómo puede ser un asesinato con sentido! Si es tu mejor amigo se supone que...
- Te será imposible hacerle daño, exacto- terminó ella-. Ese es el sentido. Cuando matas a tu mejor amigo significa que fuiste capaz de romper el lazo más fuerte que tienes con alguien. Porque la amistad es el acto más puro y la demostración más fiel del amor. En la verdadera amistad no se pide nada a cambio, no hay excusas que valga, es el lazo más fuerte que puede crearse entre dos personas. Y romper ese lazo para siempre es la demostración perfecta de poder y frialdad, porque demuestras que eres tan poderoso como para crear y romper la unión más poderosa del mundo. Y eso, en un Heian, significa sacar a la luz el frío corazón de los ancestros demonios y activar el máximo poder del Clan: el Oniroku Jigokume.
- ¡¿Entonces Ikkyo-san peleó a muerte contra Toki-san para activar el Oniroku Jigokume?!
- Si, pero se arrepintió en el último instante- dijo Kazuo- ¿No es verdad Toki?
- ¿He?- Toki hizo memoria- ¡Oh! ¡Claro, es verdad! Cuando mi Esfera Tifón y su Kosen no Migite[1] chocaron por última vez, él pudo matarme, pero no lo hizo. Su ataque iba directo a mi corazón, pero en el último instante desvió la mano y me pegó más a la derecha y con el puño cerrado.
- Exacto- aprobó Kazuo- si Ikkyo no hubiera cerrado el puño, te hubiera matado y hubiera hecho lo que su hermano le había dicho.
- ¡Y eso es algo que Ikkyo-kun no se hubiera perdonado!- saltó Mei- Él siempre quería hacer las cosas por su cuenta, jamás se habría perdona hacer algo cómo su hermano le dijo que lo hiciera.
- ¿Por eso buscó el poder de quidam?- preguntó Kaori- ¿Para encontrar la forma de obtener el poder para vencer a Shusei-sama?
- Exacto- afirmó Hadda- y descubrir cómo aumentar el poder del Jigokume sin hacer lo quy Shusei y...- tragó saliva- y yo hicimos.
- Ikkyo intentó desarrollar al igual que yo un Oniroku Jigokume sin tener que matar a nadie- se apresuró a decir Kazuo, antes de que alguien pudiera decir algo- porque ese nivel de Jigokume también se puede activar matando a alguien con quien tengas un lazo tan fuerte como el de dos mejores amigos, por ejemplo, matando a la persona que amas verdaderamente.
- ¿Tu posees el Oniroku Jigokume Kazuo-sama?- preguntó Kaori.
- Si, pero es distinto al original, porque yo no soy un Heian; no poseo el kekkei genkai y no podía matar a mi mejor amigo, a mi novia o a mi padre porque... bueno, ya estaban muertos. Así que desarrollé una forma para evolucionas el Jigokume. Cuando Ikkyo se enteró de eso, supo que él también sería capaz de evolucionar su Jigokume sin respetar lo quy Shusei le había dicho.
- ¿Y lo logró?- preguntó Kaori.
- No lo se- respondió el hombre- Hadda...
- Tampoco lo se, pero se que Ikkyo se hizo mucho más fuerte, ahora es perfectamente capaz de vencer a su hermano.
- Recuerdo que cuando conocí a Shusei Ikkyo se enfrentó a él, pero no le fue nada bien.
- ¿Y cuando fue eso?
- Cuando teníamos doce años, Tsutomu y yo habíamos ido a buscar a Keiichiro-sama y en el camino nos encontramos con él y su compañero. Ya casi estaban por atraparme pero Ikkyo se interpuso y peleó con él... pero Shusei lo venció con una sola mano.
Al escuchar la última frase tanto Mei como Kaori tragaron saliva. Ambos conocían el poder de Ikkyo, pero no el de Shusei. El simple hecho de pensar que había vencido con una sola mano al segundo Deshi más fuerte de los últimos dieciocho años les ponía la piel de gallina.
- Shusei-san es el ninja más fuerte que conocí- dijo Hadda al ver la reacción de Mei y Kaori- pero aún no conozco al líder de Caelum Sanguis- hizo una pausa. En fin, Ikkyo ya había demostrado que podía vencer a su hermano.
- ¿Ya se enfrentaron alguna vez?
- Si- respondió Toki- yo iba a detener esa pelea para traer a Ikkyo de regreso, pero un miembro de Caelum Sanguis nos detuvo y aunque éramos cuatro contra uno apenas pudimos vencerlo.
- ¡Cuatro contra uno y apenas lo vencieron!
- Lo matamos, pero a duras penas- explicó Kazuo.
- ¿Y que pasó con la batalla entre Ikkyo-san y Shusei-sama?
- Logré detenerla a tiempo- contestó Hadda- Shusei-san estuvo a punto de morir por usar demasiado el Oniroku Jigokume; sus ojos sangraban y estuvo a punto de dejarse vencer por Ikkyo, pero llegué a tiempo y me interpuse entre Shusei y la espada de Ikkyo.
- Nunca entendí porque Shusei se iba a dejar ganar- dijo Mei.
- Porque él quiere mucho a su hermano y siempre hizo todo por él.
- Pero Ikkyo lo odia.
- Recuerdo que cuando tuvimos nuestro primer entrenamiento como equipo Ikkyo-kun me dijo que debía convertirse en ninja sin importar las consecuencias, porque debía destruir a una persona, obviamente se refería a Shusei.
- Entonces... ¿Ikkyo-sama se convirtió en ninja solo para matar a su hermano?
- Al principio no- dijo Kazuo- al principio seguía los pasos de Shusei, entré en la academia para intentar ser como su hermano, porque lo admiraba y era un ejemplo para él.
- Pero cuando fue la masacre Ikkyo se quedó solo, se hizo más fuerte y fue entonces cuando nos unimos aún más- continuó Toki-. Los dos estábamos solos, los dos queríamos volvernos más fuertes, nos mirábamos y entendíamos que éramos iguales y a la vez diferentes... seguíamos siendo amigos, pero ahora también éramos rivales, porque comenzamos a competir en todo...
Mientras Toki contaba como era su amistad con Ikkyo, Hadda miraba a Kaori, el cual tenía la mirada perdida, de seguro estaba pensando en su relación con Takeshi. Como ella ya había confirmada, Kaori se estaba dando cuenta de que su amistad-rivalidad con Takeshi era igual que la amistad-rivalidad que había existido entre Toki y Ikkyo. Luego de un rato preguntó:
- Y... ¿alguna vez se lo dijeron? ¿Alguna vez alguno de los dos le dijo al otro que era su mejor amigo frente a frente?
- Si- Toki bajó la mirada- pero cuando ya era demasiado tarde, ya les dije, en esa batalla, él me dijo que yo era su mejor amigo y yo también se lo dije, en esa batalla... y cuando nos volvimos a encontrar, casi dos años después.
- Pero antes... en las misiones, en los entrenamientos, en el examen... ¿nunca demostraron que eran buenos amigos?- insistió el chico.
Toki lo miró, recordando- Si...- dijo inseguro, luego lo recordó a la perfección- ¡Si! ¡En nuestra primera misión de rango A! Ikkyo me protegió y cuando le pregunté porque, él me dijo “no lo se, después de todo, ya lo hice”, fue ahí cuando usé el poder del kyuubi por primera vez, porque creí que él había muerte... y luego, en la invasión de quidam él dijo que no permitiría que sus mejores amigos murieran frente a él y entonces to le dije “ahora yo los protegeré, son lo más importante para mi, ahora es mi turno, yo ganaré”.
Se quedaron en silencio un largo rato, hasta que Hadda suspiró profundo y dijo:
- Hubiera dado lo que sea por haber visto esa amistad. Daría lo que fuera por recordar a Ikkyo de pequeño, por recordar cómo eran él y Shusei cuando el Clan aún existía... pero por más que intente no puedo, no logro recordar las sonrisas en ambos... solo recuerdo las miradas de odio de Ikkyo y la fingida indiferencia de Shusei.
- No lo entiendo... explícate bien Hadda.
- Si, explica todas las cosas sobre Shusei que dijiste.
- Une las pistas que diste.
Hadda miró a su padre, el cual asintiendo le dijo:
- Recuerda el secreto del Tercero y el SSEG.
Toki, Mei y Kaori contuvieron el aliento, esperando la respuesta de la chica:
- Está bien- respiró profundo-. El Clan Heian, en tiempos del cuarto Hikokuo, quiso dar un golpe de estado, utilizando su alianza con kyuubi, pero bueno todos sabemos el final.
- Mi padre selló al kyuubi dentro mío, si. Continúa.
- Bien, cuando el Tercero volvió al poder, se vio azotado por sus consejeros y por el SSEG. Por lo que luego de unos años convirtió a Shusei en el líder de SSEG para tener un informador del Clan. La cosa es quy Shusei quería proteger a la aldea y a su hermano y solo tuvo una opción: aceptar la misión de asesinato al Clan Heian- los tres chicos abrieron los ojos de par en par- Shusei cumplió su misión, pero tuvo un fallo: Ik...
- Ikkyo quedó vivo y yo presencié todo- terminó Toki, perplejo.
- Exacto. Y la Aldea aún estaba en peligro a causa del kyuubi. Fue entonces cuando Shusei se unió a Caelum Sanguis, para pasarle información a jiraiya sobre la organización y para posponer lo más posible el ataque de Caelum Sanguis a la Aldea y a Toki.
- Espera- interrumpió Mei- ¿Entonces Shusei asesinó al Clan y se unió a Caelum Sanguis para proteger a la Aldea y a Toki?
- Si. ¿Y sabes porque aceptó tu renuncia papá? ¿Sabes porque, a pesar de que todos se oponían, te dejó ir de SSEG?
- Nunca lo supe, porque tenía entendido quy Shusei me consideraba su mejor miembro.
- Si, eras su mejor miembro. Pero te dejó ir, porque si tú hubieras continuado en SSEG cuando ocurrió la masacre, él habría tenido que matarte para que no lo siguieras; y él te quería vivo, porque sabía que tú eras mi padre. Él adoraba a mi madre y sabía que ella estaba enredada en cosas peligrosas y que podía morir en cualquier momento, por eso te dejó ir, porque tú debías vivir para protegerme y cuidarme a mí- hizo una pausa-. Eso no pasó, pero Shusei me buscó por mucho tiempo para traerme a tu lado, él quería que tú me criaras como ninja, como Heian, y junto a Ikkyo.
- ¡¿Por eso tu fuiste nuestro sensei, Kazuo-sensei?!- saltó Toki- ¡Porque Shusei quería que tú entrenaras a Ikkyo y el Tercero lo sabía y por eso te asignó a nosotros! ¿Verdad?
- Si... probablemente habrá sido por eso... no lo se... yo no sabía quy Shusei me quería como tutor de Hadda y de Ikkyo.
- ¿Pero porque te eligió a ti?- preguntó Kaori- Quiero decir... tu no eres Heian, ¿por qué no entrenarlos él mismo?
- Porque Shusei quería que Ikkyo y yo creciéramos como buenos ninjas, creyendo que nuestro Clan era bueno y noble y que protegiéramos a la aldea.
- Pero eso no pasó- dijo el chico- Por lo menos no con Ikkyo, que hizo todo lo contrario. Tú si hiciste lo que él había planeado.
- Si... créeme, Shusei esta muy dolido por lo que Ikkyo hizo, ya que está siguiendo los pasos del Clan.
- ¿Los pasos del Clan?
- Si, quiere obtener el poder de donde sea para destruir la Aldea del Fuego.
- ¡Ikkyo quiere destruir la Aldea del Fuego!- le gritaron todos, incluso kakis, al mismo tiempo.
- Bueno... si. Pero no directamente. Quiero decir, Ikkyo es el líder de un equipo cuyo principal objetivo es matar a Shusei-san; y si él muere, entonces el líder de Caelum Sanguis buscará un reemplazo y que mejor reemplazo para un Heian que otro Heian. Sin Shusei-san en Caelum Sanguis la organización atacará la Aldea, la destruirá y conseguirá el poder del kyuubi.
- ¿Pero como estás tan segura de que Ikkyo-kun no evitará el ataque a la aldea?- preguntó Mei.
- Porque conozco a Ikkyo, él no va a evitarlo, estoy segura.
- ¡Y cómo estás tan segura de que la Aldea del Fuego caerá ante Caelum Sanguis!
- Piensa Mei, solo vinieron cuatro y perdimos a casi todos nuestros Chimus y a nuestro sannin, ¿te imaginas que pasaría si vinieran todos los miembros?
Todos se quedaron callados, era verdad, si todos los miembros de Caelum Sanguis invadían la Alda, sería el fin. Luego se un rato Kaori le preguntó a su sensei:
- Si Shusei-sama está protegiendo la Aldea, ¿por qué Caelum Sanguis atacó?
- Porque Shusei no estaba en ese momento junto a la organización; aún así algo debe haber hecho, porque solo vinieron cuatro... no lo se... ¿Saben los nombres de los que atacaron?
- Si- dijo Kazuo- fueron Naiki, Hisao, Yuriko y Takuma.
- ¿Ellos cuatro? Lo ven, son los miembros más débiles, ¿se imaginan si hubiera venido Shinji, Kasuya, Kaname o Yusei?
Los cuatro se la quedaron mirando. Por más peros que quisieran poner, ella tenía razón. Shusei estaba protegiendo a la Aldea e Ikkyo estaba segado por la venganza. Los papales habían cambiado: Shusei era el amigo y Ikkyo, el enemigo.
Cáp. 8: El cielo teñido de sangre.
[1] Kosen no Migite: Del japonés. Rayo de Mano.
- Es cosa de magos, no importa- se centró en La Piedra, luego la apuntó con su varita y los dos ninjas vieron como su Aura se mezclaba con otra energía a medida que iba atravesando la varita. Cuando ambas energías llegaron a la punta la chica dijo- ¡Anula! ¡Destruye!
Un pequeño destello salió de la punta de la varita y al instante partió La Piedra en cuatro. En un abrir y cerrar de ojos Hadda se encontró con la cara de Toki pagada a la suya.
- ¡Al fin!- dijo el chico alegremente, luego gritó hacia atrás- ¡Ya despertó!
Pero entonces volvió a desmayarse.
Cáp. 7: Recuerdos de una amistad distante.
Parpadeó unas cuantas veces para aclararse la vista y adaptarse al lugar, ya que había mucha luz. Miró a los costados y, una vez que sus ojos se acostumbraron, vio a Toki y Kazuo sentados a su izquierda y a Mei y Kaori a su derecha.
- Al fin despertaste Hadda-sensei- dijo alegremente Kaori-. Nos tenías preocupados, estuviste mucho tiempo inconsciente.
- ¡¿Qué?! ¿Cuánto...?
- Una semana- contestó Toki, antes de que pudiera terminar de preguntar-, nadie sabe que te pasó verdaderamente.
- ¡¡He!! ¡Una semana! ¡¿Cómo....?! ¿En dónde me encontraron?
- En el barrio Heian- contestó Kaori- mi padre te encontró.
- Y... ¿yo estaba sola?
- Por que lo preguntas- dijo su padre- ¿acaso bebía haber alguien más?
- Hem... bueno...
- Encontraron a Ikkyo-kun- dijo Mei.
- Y a Shusei- agregó Toki.
- ¡¿En dónde están?!
- No sabemos, desaparecieron por la noche. Es probable que hayan despertado y se fueron- explicó Kazuo.
- ¿Estaban aquí, en el hospital?
- Si.
Hadda se recostó y miró el techo de la habitación, como todas las habitaciones de hospitales, era blanca. Se preguntó si La Piedra se había destruido completamente; aunque si estaba ahí despierta, significaba que si había resultado su hechizo. Pero aún así le preocupaba no solo La Piedra sino también sus primos y el pergamino con el alma de Nou; aunque solo se podía romper el sello con su sangre, si el pergamino caía en manos equivocadas podían pasar cosas extrañas y malas.
- ¿No encontraron un pergamino cerca de donde estábamos?
- No que sepamos- contestó Mei-, deberías preguntarle a Kaichi, él te trajo hasta aquí.
- ¿Kaichi me trajo al hospital?- Hadda se ruborizó un poco, había tenido una pequeña historia con Kaichi cuando eran adolescentes.
- Si y dos miembros más de SSEG trajeron a Ikkyo y Shusei, deberías preguntarles a ellos- agregó Kazuo.
- Si... O directamente a mis primos, quizás ellos...
- Espera- interrumpió Mei-. Primero de todo, ¿qué es lo que deberían haber encontrado?
- Un... un pergamino... uno muy poderoso.
- Y crees que Ikkyo-kun o Shusei lo hayan tomado.
- Estoy segura de que Ikkyo lo quería Mei, él intentó tomarlo, pero se lo arrebaté de las manos antes de que pudiera hacer algo.
- ¿Y para que querría un pergamino tuyo Ikkyo-kun?
- Ikkyo ya no es el ninja que conocías Mei, él ya no se preocupa por los demás, solo le importa obtener el poder que necesita para vencer a Shusei-san.
- Tienes razón...- Mei bajó la mirada- lo había olvidado, Ikkyo-kun siempre tuvo un objetivo fijo: vengar a su Clan.
Kazuo asintió- Sin importar cuanto se lo dije, Ikkyo solo pensaba en la venganza.
Toki apretó fuertemente sus puños- Nunca pensé que llegaría a tal extremo, no podía aceptarlo- todos lo miraron- Cuando Ikkyo se fue con... con...
- Llámalo quidam- dijo Hadda, el chico la miró extrañado- significa que nombras a alguien cuyo nombre no conoces, quieres omitir o es insignificante.
El chico asintió- Cuando Ikkyo se fue con quidam intenté detenerlo, luché con él y... al principio no creí que él luchara de verdad a muerte, no quise admitirlo, no... Mi mente no concebía la idea que mi mejor amigo quería matarme.
- Pero... mi papá me contó que tu y Ikkyo-san siempre competían por todo.
- Si- Toki sonrió- Ikkyo y yo competíamos en todo, yo quería demostrar que era mejor que él y...
- Y él quería demostrar que tú no podrías superarlo nunca- terminó Kazuo.
- Jeje si... y fue precisamente eso lo que nos unió más y nos convirtió en mejores amigos.
- Ikkyo también lo cree así. Él me dijo que tú fuiste su mejor amigo porque todo el tiempo le hacías recordar que debía volverse fuerte, y eso lo motivaba a seguir... tú y tu amistad lo impulsaban a seguir vivo su objetivo.
- Por... ¿por eso fue?- Toki miró hacia la ventana, perdiéndose en el cielo, como recordando esa batalla en la cascada- El mismo me lo dijo mientras peleábamos- hizo una pausa- cuando le pregunté por qué, él me contestó: “porque tu te convertiste en mi mejor amigo”.
- Pero... creí que ustedes eran amigos desde antes de ser Deshis...- dijo Mei algo dudosa.
- Lo éramos... en la academia... además... yo... yo estaba ahí...
- Es verdad, tu fuiste el único testigo no Heian de la masacre del Clan- aclaró Hadda, ya que Toki no podía continuar con la frase.
Se quedaron un minuto en silencio, cada uno con la mirada fija en un punto: Toki en el cielo, Mei en el piso, Hadda en el teche, Kaori en Toki y Kazuo en la puerta de la habitación (?). Entonces Kaori rompió el silencio.
- ¿Pero por qué? ¿De que le servía matarte? ¡Eras su mejor amigo! ¿Qué sentido tenía? Es como si yo matara a... a...- comenzó a dudar, hasta que finalmente respiró profundo y lo admitió, por primera vez en voz alta- a Takeshi.
Hadda soltó un suspiro de risa- Ese es el sentido Kaori. Matar a tu mejor amigo es el asesinato con más sentido que alguien puede cometer.
- ¡¡Que!! ¡De que hablas Hadda-sensei! ¡Cómo puede ser un asesinato con sentido! Si es tu mejor amigo se supone que...
- Te será imposible hacerle daño, exacto- terminó ella-. Ese es el sentido. Cuando matas a tu mejor amigo significa que fuiste capaz de romper el lazo más fuerte que tienes con alguien. Porque la amistad es el acto más puro y la demostración más fiel del amor. En la verdadera amistad no se pide nada a cambio, no hay excusas que valga, es el lazo más fuerte que puede crearse entre dos personas. Y romper ese lazo para siempre es la demostración perfecta de poder y frialdad, porque demuestras que eres tan poderoso como para crear y romper la unión más poderosa del mundo. Y eso, en un Heian, significa sacar a la luz el frío corazón de los ancestros demonios y activar el máximo poder del Clan: el Oniroku Jigokume.
- ¡¿Entonces Ikkyo-san peleó a muerte contra Toki-san para activar el Oniroku Jigokume?!
- Si, pero se arrepintió en el último instante- dijo Kazuo- ¿No es verdad Toki?
- ¿He?- Toki hizo memoria- ¡Oh! ¡Claro, es verdad! Cuando mi Esfera Tifón y su Kosen no Migite[1] chocaron por última vez, él pudo matarme, pero no lo hizo. Su ataque iba directo a mi corazón, pero en el último instante desvió la mano y me pegó más a la derecha y con el puño cerrado.
- Exacto- aprobó Kazuo- si Ikkyo no hubiera cerrado el puño, te hubiera matado y hubiera hecho lo que su hermano le había dicho.
- ¡Y eso es algo que Ikkyo-kun no se hubiera perdonado!- saltó Mei- Él siempre quería hacer las cosas por su cuenta, jamás se habría perdona hacer algo cómo su hermano le dijo que lo hiciera.
- ¿Por eso buscó el poder de quidam?- preguntó Kaori- ¿Para encontrar la forma de obtener el poder para vencer a Shusei-sama?
- Exacto- afirmó Hadda- y descubrir cómo aumentar el poder del Jigokume sin hacer lo quy Shusei y...- tragó saliva- y yo hicimos.
- Ikkyo intentó desarrollar al igual que yo un Oniroku Jigokume sin tener que matar a nadie- se apresuró a decir Kazuo, antes de que alguien pudiera decir algo- porque ese nivel de Jigokume también se puede activar matando a alguien con quien tengas un lazo tan fuerte como el de dos mejores amigos, por ejemplo, matando a la persona que amas verdaderamente.
- ¿Tu posees el Oniroku Jigokume Kazuo-sama?- preguntó Kaori.
- Si, pero es distinto al original, porque yo no soy un Heian; no poseo el kekkei genkai y no podía matar a mi mejor amigo, a mi novia o a mi padre porque... bueno, ya estaban muertos. Así que desarrollé una forma para evolucionas el Jigokume. Cuando Ikkyo se enteró de eso, supo que él también sería capaz de evolucionar su Jigokume sin respetar lo quy Shusei le había dicho.
- ¿Y lo logró?- preguntó Kaori.
- No lo se- respondió el hombre- Hadda...
- Tampoco lo se, pero se que Ikkyo se hizo mucho más fuerte, ahora es perfectamente capaz de vencer a su hermano.
- Recuerdo que cuando conocí a Shusei Ikkyo se enfrentó a él, pero no le fue nada bien.
- ¿Y cuando fue eso?
- Cuando teníamos doce años, Tsutomu y yo habíamos ido a buscar a Keiichiro-sama y en el camino nos encontramos con él y su compañero. Ya casi estaban por atraparme pero Ikkyo se interpuso y peleó con él... pero Shusei lo venció con una sola mano.
Al escuchar la última frase tanto Mei como Kaori tragaron saliva. Ambos conocían el poder de Ikkyo, pero no el de Shusei. El simple hecho de pensar que había vencido con una sola mano al segundo Deshi más fuerte de los últimos dieciocho años les ponía la piel de gallina.
- Shusei-san es el ninja más fuerte que conocí- dijo Hadda al ver la reacción de Mei y Kaori- pero aún no conozco al líder de Caelum Sanguis- hizo una pausa. En fin, Ikkyo ya había demostrado que podía vencer a su hermano.
- ¿Ya se enfrentaron alguna vez?
- Si- respondió Toki- yo iba a detener esa pelea para traer a Ikkyo de regreso, pero un miembro de Caelum Sanguis nos detuvo y aunque éramos cuatro contra uno apenas pudimos vencerlo.
- ¡Cuatro contra uno y apenas lo vencieron!
- Lo matamos, pero a duras penas- explicó Kazuo.
- ¿Y que pasó con la batalla entre Ikkyo-san y Shusei-sama?
- Logré detenerla a tiempo- contestó Hadda- Shusei-san estuvo a punto de morir por usar demasiado el Oniroku Jigokume; sus ojos sangraban y estuvo a punto de dejarse vencer por Ikkyo, pero llegué a tiempo y me interpuse entre Shusei y la espada de Ikkyo.
- Nunca entendí porque Shusei se iba a dejar ganar- dijo Mei.
- Porque él quiere mucho a su hermano y siempre hizo todo por él.
- Pero Ikkyo lo odia.
- Recuerdo que cuando tuvimos nuestro primer entrenamiento como equipo Ikkyo-kun me dijo que debía convertirse en ninja sin importar las consecuencias, porque debía destruir a una persona, obviamente se refería a Shusei.
- Entonces... ¿Ikkyo-sama se convirtió en ninja solo para matar a su hermano?
- Al principio no- dijo Kazuo- al principio seguía los pasos de Shusei, entré en la academia para intentar ser como su hermano, porque lo admiraba y era un ejemplo para él.
- Pero cuando fue la masacre Ikkyo se quedó solo, se hizo más fuerte y fue entonces cuando nos unimos aún más- continuó Toki-. Los dos estábamos solos, los dos queríamos volvernos más fuertes, nos mirábamos y entendíamos que éramos iguales y a la vez diferentes... seguíamos siendo amigos, pero ahora también éramos rivales, porque comenzamos a competir en todo...
Mientras Toki contaba como era su amistad con Ikkyo, Hadda miraba a Kaori, el cual tenía la mirada perdida, de seguro estaba pensando en su relación con Takeshi. Como ella ya había confirmada, Kaori se estaba dando cuenta de que su amistad-rivalidad con Takeshi era igual que la amistad-rivalidad que había existido entre Toki y Ikkyo. Luego de un rato preguntó:
- Y... ¿alguna vez se lo dijeron? ¿Alguna vez alguno de los dos le dijo al otro que era su mejor amigo frente a frente?
- Si- Toki bajó la mirada- pero cuando ya era demasiado tarde, ya les dije, en esa batalla, él me dijo que yo era su mejor amigo y yo también se lo dije, en esa batalla... y cuando nos volvimos a encontrar, casi dos años después.
- Pero antes... en las misiones, en los entrenamientos, en el examen... ¿nunca demostraron que eran buenos amigos?- insistió el chico.
Toki lo miró, recordando- Si...- dijo inseguro, luego lo recordó a la perfección- ¡Si! ¡En nuestra primera misión de rango A! Ikkyo me protegió y cuando le pregunté porque, él me dijo “no lo se, después de todo, ya lo hice”, fue ahí cuando usé el poder del kyuubi por primera vez, porque creí que él había muerte... y luego, en la invasión de quidam él dijo que no permitiría que sus mejores amigos murieran frente a él y entonces to le dije “ahora yo los protegeré, son lo más importante para mi, ahora es mi turno, yo ganaré”.
Se quedaron en silencio un largo rato, hasta que Hadda suspiró profundo y dijo:
- Hubiera dado lo que sea por haber visto esa amistad. Daría lo que fuera por recordar a Ikkyo de pequeño, por recordar cómo eran él y Shusei cuando el Clan aún existía... pero por más que intente no puedo, no logro recordar las sonrisas en ambos... solo recuerdo las miradas de odio de Ikkyo y la fingida indiferencia de Shusei.
- No lo entiendo... explícate bien Hadda.
- Si, explica todas las cosas sobre Shusei que dijiste.
- Une las pistas que diste.
Hadda miró a su padre, el cual asintiendo le dijo:
- Recuerda el secreto del Tercero y el SSEG.
Toki, Mei y Kaori contuvieron el aliento, esperando la respuesta de la chica:
- Está bien- respiró profundo-. El Clan Heian, en tiempos del cuarto Hikokuo, quiso dar un golpe de estado, utilizando su alianza con kyuubi, pero bueno todos sabemos el final.
- Mi padre selló al kyuubi dentro mío, si. Continúa.
- Bien, cuando el Tercero volvió al poder, se vio azotado por sus consejeros y por el SSEG. Por lo que luego de unos años convirtió a Shusei en el líder de SSEG para tener un informador del Clan. La cosa es quy Shusei quería proteger a la aldea y a su hermano y solo tuvo una opción: aceptar la misión de asesinato al Clan Heian- los tres chicos abrieron los ojos de par en par- Shusei cumplió su misión, pero tuvo un fallo: Ik...
- Ikkyo quedó vivo y yo presencié todo- terminó Toki, perplejo.
- Exacto. Y la Aldea aún estaba en peligro a causa del kyuubi. Fue entonces cuando Shusei se unió a Caelum Sanguis, para pasarle información a jiraiya sobre la organización y para posponer lo más posible el ataque de Caelum Sanguis a la Aldea y a Toki.
- Espera- interrumpió Mei- ¿Entonces Shusei asesinó al Clan y se unió a Caelum Sanguis para proteger a la Aldea y a Toki?
- Si. ¿Y sabes porque aceptó tu renuncia papá? ¿Sabes porque, a pesar de que todos se oponían, te dejó ir de SSEG?
- Nunca lo supe, porque tenía entendido quy Shusei me consideraba su mejor miembro.
- Si, eras su mejor miembro. Pero te dejó ir, porque si tú hubieras continuado en SSEG cuando ocurrió la masacre, él habría tenido que matarte para que no lo siguieras; y él te quería vivo, porque sabía que tú eras mi padre. Él adoraba a mi madre y sabía que ella estaba enredada en cosas peligrosas y que podía morir en cualquier momento, por eso te dejó ir, porque tú debías vivir para protegerme y cuidarme a mí- hizo una pausa-. Eso no pasó, pero Shusei me buscó por mucho tiempo para traerme a tu lado, él quería que tú me criaras como ninja, como Heian, y junto a Ikkyo.
- ¡¿Por eso tu fuiste nuestro sensei, Kazuo-sensei?!- saltó Toki- ¡Porque Shusei quería que tú entrenaras a Ikkyo y el Tercero lo sabía y por eso te asignó a nosotros! ¿Verdad?
- Si... probablemente habrá sido por eso... no lo se... yo no sabía quy Shusei me quería como tutor de Hadda y de Ikkyo.
- ¿Pero porque te eligió a ti?- preguntó Kaori- Quiero decir... tu no eres Heian, ¿por qué no entrenarlos él mismo?
- Porque Shusei quería que Ikkyo y yo creciéramos como buenos ninjas, creyendo que nuestro Clan era bueno y noble y que protegiéramos a la aldea.
- Pero eso no pasó- dijo el chico- Por lo menos no con Ikkyo, que hizo todo lo contrario. Tú si hiciste lo que él había planeado.
- Si... créeme, Shusei esta muy dolido por lo que Ikkyo hizo, ya que está siguiendo los pasos del Clan.
- ¿Los pasos del Clan?
- Si, quiere obtener el poder de donde sea para destruir la Aldea del Fuego.
- ¡Ikkyo quiere destruir la Aldea del Fuego!- le gritaron todos, incluso kakis, al mismo tiempo.
- Bueno... si. Pero no directamente. Quiero decir, Ikkyo es el líder de un equipo cuyo principal objetivo es matar a Shusei-san; y si él muere, entonces el líder de Caelum Sanguis buscará un reemplazo y que mejor reemplazo para un Heian que otro Heian. Sin Shusei-san en Caelum Sanguis la organización atacará la Aldea, la destruirá y conseguirá el poder del kyuubi.
- ¿Pero como estás tan segura de que Ikkyo-kun no evitará el ataque a la aldea?- preguntó Mei.
- Porque conozco a Ikkyo, él no va a evitarlo, estoy segura.
- ¡Y cómo estás tan segura de que la Aldea del Fuego caerá ante Caelum Sanguis!
- Piensa Mei, solo vinieron cuatro y perdimos a casi todos nuestros Chimus y a nuestro sannin, ¿te imaginas que pasaría si vinieran todos los miembros?
Todos se quedaron callados, era verdad, si todos los miembros de Caelum Sanguis invadían la Alda, sería el fin. Luego se un rato Kaori le preguntó a su sensei:
- Si Shusei-sama está protegiendo la Aldea, ¿por qué Caelum Sanguis atacó?
- Porque Shusei no estaba en ese momento junto a la organización; aún así algo debe haber hecho, porque solo vinieron cuatro... no lo se... ¿Saben los nombres de los que atacaron?
- Si- dijo Kazuo- fueron Naiki, Hisao, Yuriko y Takuma.
- ¿Ellos cuatro? Lo ven, son los miembros más débiles, ¿se imaginan si hubiera venido Shinji, Kasuya, Kaname o Yusei?
Los cuatro se la quedaron mirando. Por más peros que quisieran poner, ella tenía razón. Shusei estaba protegiendo a la Aldea e Ikkyo estaba segado por la venganza. Los papales habían cambiado: Shusei era el amigo y Ikkyo, el enemigo.
Cáp. 8: El cielo teñido de sangre.
[1] Kosen no Migite: Del japonés. Rayo de Mano.
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