15 mar 2009

Cronicas... cap 8 parte 2: El cielo teñido de sangre...

en el cap anterir:
- ¡Rayos!- Takuma vio como el chico que tenía delante se convertía en un tronco de árbol- se sustituyó con un tronco que transformó en él... veo que eres listo jovencito, pero olvidas algo... ¡yo utilizo el poder de las plantes para pelear!


Mientras tanto, Hadda había bajado del árbol en cuanto Kaori había salido en dirección a la Aldea y estaba frente a los otros ocho ninjas: Shusei, que escondía su mirada bajo la sombra de la capucha de la túnica, pero era más que obvio que tenía los ojos fijos en su prima; a su lado, su escamoso compañero Kasuya, de tez azulada y escamosa, con la banda negra de la Aldea del Agua y su espada colgando de la espalda; le seguía Kaname, el cual tenía la apariencia externa de una marioneta, con la banda roja de la Aldea del Viento; Yusei, rubio de ojos celestes, con la banda negra de la Aldea de la Tierra; Shinji, el líder, de cabello grisáceo, mirada demoníaca y ojos rojos a causa de su técnica ocular, llevaba la banda verde de la Aldea del Rayo; Yuriko, de cabello violeta atado en una cola de caballo y ojos azules, llevaba su banda negra de la Aldea de la Lluvia en el brazo derecho, ya que le faltaba el izquierdo; Hisao, de cabello azulado y ojos negros, con la banda negra de la antigua Aldea del Veneno y Naiki, pelirroja de ojos azules, que llevaba su banda roja de la Aldea del Agua en el cuello para la terrible cicatriz que Hadda le había hecho en su primer y -para Naiki- casi mortal encuentro, la miraba con todo su odio su odio, ya que la había dejado muda de por vida.
- Hola Naiki, tanto tiempo sin vernos... veo que aún recuerdas el Picotazo de Cuervo- dijo en tono burlón Hadda. La chica le gruñó- ¿Por qué no dices nada? Oh, casi lo olvido, yo destruí tus cuerdas vocales con la técnica de mi madre.
- Te sugiero que no la hagas enojar Gintama- le dijo Hisao, amenazante.
- Ja, no tengo miedo, casi la mato una vez, no me costaría nada terminar el trabajo ahora, tanto tiempo después.
Hisao estaba a punto de hablar, pero Shinji lo detuvo con la mirada, luego le dijo a Hadda:
- Deja de provocarlos, no lograrás nada con eso.
- Ja ¿Tu me hablas de provocaciones Shinji, justamente tu? Responde, ¿qué hacen aquí?
- ¿Acaso tu y tu aldea no le prestaron atención a nuestras amenazas?
- ¿Te refieres a la nota y a la invasión con las Serpientes? ¿Cómo olvidarlo? ¿Cómo olvidar que perdimos a nuestros mejores ninjas por culpa de un capricho, de una simple amenaza? Esas cosas no se olvidan Shinji.
- Me alegro que sea así entonces. Si no lo olvidaste entonces supongo que te entregarás.
- Jamás.
- Bien, entonces destruiremos tu aldea.
- Sobre mi cadáver.
- Será un placer.
Shinji estaba a punto de atacar cuando se escuchó el grito de Kaori a espaldas de Hadda.
- ¡Kaori!- se dio vuelta y vio que Takuma estaba estrangulando al chico con lianas muy gruesas- ¡Kaori sustitúyete!
- No... No puedo...
La chica corrió a ayudarlo, pero Kasuya se le cruzó con su enorme espada.
- No podrás ayudar a ese niñito.
- ¡Apártate, pescado podrido!- la chica intentó esquivarlo, pero uno por uno todos los miembros de la organización se le interponían, hasta llegar a Shusei, el cual la tomó suavemente del cuello- Suéltame Shusei-san, debo...
- “Cállate- le dijo mentalmente su primo- haz un Clon de Fuego ahora”.
- “Pero...”
- “Solo hazlo y rescata al chico”.
La chica asintió y ambos disimularon un pequeño combate, en el cual la chica dejó a su clon en batalla y fue a rescatar a su aprendiz sin que nadie se diera cuenta.
- ¡Gran Bocanada de Fuego!- Hadda lanzó una gran llamarada de su boca directo a Takuma.
Shusei protegió a su compañero con otra llamarada. Aún así las lianas que ataban a Kaori aflojaron y el chico empezó a caer, sin poder soltarse. Hadda salió de entre los árboles y lo rescató, cortando las ramas.
- Kaori, ¿te encuentras bien?
El chico tosió un poco- Si, ¿que hacemos ahora sensei?
- Lo único que podemos hacer Kaori, pelear.
- ¿Pelear? ¿Nosotros solos, contra ellos nueve?
- Son ocho Kaori- bajó la voz hasta hacerla un susurro- Shusei-san está de nuestro lado, recuerda.
- Lo se, pero... ¿podremos detenerlos?
- No lo se, pero debemos intentarlo, debemos detenerlos lo más posible, porque...
- No podemos permitir que lleguen a Toki, lo se.
- Exacto. No podemos permitir que se acerquen más a la Aldea- miró por encima de su hombro, los nueve ninjas los rodeaban- ¿Estás listo Kaori?- el chico sintió- Confío en ti amigo, siempre lo haré.
- Yo también confío en ti Hadda-sensei.
Ella asintió y ambos se levantaron. Era hora de comenzar la verdadera batalla, y ella estaba dispuesta a todo, incluso a utilizar las técnicas secretas de su madre.

Cáp. 9: La futura leyenda.

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